La Jornada 26 de septiembre de 1998

Barroso impide desde julio que la JAP intervenga la Cruz Roja

Enrique Méndez Ť Desde julio de este año, el presidente de la Cruz Roja Mexicana, José Barroso Chávez, impidió a la Junta de Asistencia Privada (JAP) que se interviniera financieramente a la institución, bajo el argumento de que ``entorpecería la depuración de cuentas y la corrección de errores contables'' que realizaba el despacho Galaz, Morfín, Chavero, Yamazaki, SC Delolme & Touche.

Barroso Chávez adujo en un oficio fechado el 21 de julio, dirigido a David Beltrán Andrade, delegado ejecutivo de la junta: ``Entorpecería la labor (de los auditores), además de verse interrumpidas las actividades asistenciales naturales que la fundación realiza diariamente en beneficio de varias comunidades e instituciones que atienden a la población más desprotegida de nuestro país''.

Por su parte, la JAP emitiría el lunes próximo su fallo sobre la presunta desviación de 2 millones de pesos de un donativo hecho a la Cruz Roja, y este fin de semana ``acelerará'' la revisión de la auditoría del despacho Casas Alatriste, en el que se documenta el pago no justificado de Barroso Chávez.

Anoche, la junta aclaró que no se linchará a Barroso Chávez y sólo actuará en su contra si se comprueban los ilícitos que se le imputan.

El vocero del grupo de presidentes y directores de comités que renunciaron el miércoles a sus cargos, Elías Ponce de León, informó que han sabido que, una vez recibida toda la documentación sobre el caso, la JAP trabajará sábado y domingo en su análisis para, previsiblemente el lunes, hacer una recomendación al Consejo Nacional sobre si Barroso Chávez debe o no permanecer al frente de la institución.

Ponce de León refirió que ayer el presidente de Cruz Roja ``ni siquiera se presentó'' en sus oficinas de la colonia Polanco. Incluso, se le buscó en su despacho para conocer su versión sobre la denuncia de que desvió 2 millones de pesos a la Fundación de Apoyo Social (FAS), que también él preside, pero sus secretarias dijeron que posiblemente regresaría a trabajar hasta el lunes.

Sin embargo, Barroso Chávez dio una entrevista a la televisión, en la que aseguró que los 2 millones de pesos pagados a la FAS fueron para cubrir el costo del embarque de 20 toneladas de medicina, ropa y alimentos que esta organización importó a México en julio de 1997, previo permiso de la Secretaría de Salud (Ssa), y que tres meses después se destinaron para apoyar a los damnificados por el huracán Paulina, pero que nunca llegaron a su destino.

Incluso, señaló que en un principio el costo total del flete correspondía a 10 por ciento del valor de los medicamentos, valuados en 15 millones de pesos, y de distribución gratuita, pero que se logró una reducción y dijo que el pago de 2 millones de pesos correspondió exclusivamente a 5 por ciento del costo de esos productos.

Barroso Chávez dijo que, por lo tanto, no se desvió ningún donativo y precisó que él no es el responsable directo en el manejo de los recursos de la Cruz Roja. ``Ni yo firmé el cheque ni la póliza'', justificó.

En tanto, además de las diferencias por el presunto manejo indebido de recursos, los directivos disidentes expresaron su desacuerdo con Barroso Chávez respecto de la eficacia o no de utilizar condón para prevenir enfermedades como el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida).

``Por un principio de humanidad, apoyaremos las campañas del gobierno sobre el uso del preservativo y haremos todo lo que esté a nuestro alcance porque el sida no siga propagándose en México'', afirmó el ex presidente de la Central de Cruz Roja Mexicana, Salvador Padilla Cano.

Recientemente, Barroso Chávez provocó una fuerte controversia sobre el tema, cuando aseguró que se engañaba a los mexicanos respecto de que el uso del preservativo no evitaba el contagio de enfermedades sexualmente transmisibles, como el sida.