AMAINA LA TEMPESTAD
Reuters, Ap y Afp, Washington, 23 de septiembre Ť El acuerdo entre la Casa Blanca y el Congreso, para poner fin al escándalo que afecta desde hace ocho meses al presidente Bill Clinton, pareció alejarse este miércoles cuando el titular de la Cámara de Representantes, el republicano Newt Gingrich, afirmó que es necesario permitir a los legisladores terminar las investigaciones en torno al sexgate.
De inmediato la Casa Blanca acusó a Gingrich de estar demorando la investigación del escándalo por motivos políticos.
El vocero de la presidencia, Mike McCurry, indicó que la noción de una sanción menor --voto de censura acompañado por una multa a Clinton-- es una ``idea bipartidista'' que refleja el sentimiento de la mayoría de los estadunidenses.
Pero añadió que Gingrich parece más bien interesado en retrasar la cuestión a fin de sacar ventajas políticas para su partido, con miras a las elecciones legislativas de noviembre próximo.
``Causa cierta preocupación en la Casa Blanca que aquellos... que desean resolver de alguna forma este asunto, parecen ser superados por los que desean que esta cuestión se alargue más y más'', indicó McCurry, quien sin embargo negó que el presidente esté tratando de negociar un ``pacto de disculpas'' con el Congreso.
Sin embargo, el diario The New York Times indicó en su edición de este miércoles que varios demócratas ya comenzaron una campaña para que el Congreso, de mayoría republicana, vote una reprimenda contra el presidente estadunidense, acompañada eventualmente de una multa, compromiso que salvaría al mandatario de enfrentar un proceso de destitución.
``El presidente quiere que todo esto se termine lo más rápidamente posible'' para volver al trabajo, declaró al Times un asistente de Clinton, y añadió que ``si ponen en la mesa un acuerdo razonable, él aceptará''.
Pero ``todo aquél que hable acerca de hacer algo antes de que termine el proceso investigador simplemente está adelantándose a los acontecimientos'', declaró Gingrich luego de una reunión entre dirigentes de las bancadas republicana y demócrata en la Cámara de Representantes.
``No comprendo cómo la gente puede apresurarse a hablar de una solución antes de que terminen las investigaciones'', se quejó el speaker de la Cámara, y señaló que ``hay un montón de pruebas que no se han compilado aún. Hay que dejar que el proceso siga adelante de manera ordenada y no anticipar que el resultado final será de una forma u de la otra''.
Cuando los reporteros le preguntaron a Gingrich acerca del resultado de recientes encuestas --en donde la mayoría de los estadunidenses se ha pronunciado por poner fin al escándalo--, Gingrich respondió: ``Creo que si el Congreso fuese una agencia de sondeos que pusiese en vigor una grotesca versión de la justicia basada en las encuestas más recientes... el público reaccionaría francamente horrorizado''.
No obstante, el líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Richard Gephardt, reclamó a Gingrich una solución ``de aquí a 30 días'' antes de las elecciones de noviembre.
``Si no logramos ponernos de acuerdo sobre un calendario preciso, este caso seguirá durante meses'', advirtió.
El Comité Judicial, que tiene en sus manos el informe de Starr, se reunirá este jueves para decidir cuánto del material de la investigación compilado por el fiscal independiente, pero no analizado por el Congreso, deberá ser dado a conocer.
En octubre este comité deberá definir si pretende comenzar un proceso formal de juicio político contra Clinton, que sería seguido por una votación en el pleno de la Cámara baja.
Los pronósticos
Los republicanos tienen los votos suficientes para comenzar un juicio político en la Cámara, declaró el ex presidente demócrata James Carter, pero añadió: ``Mi pronóstico es que el Senado no conseguirá los dos tercios de los votos necesarios para remover al presidente''.
Carter consideró que la presidencia y el país sobrevivirán a esta ``embarazosa circunstancia... (que) ha causado tanto daño''.
Pero esa opinión no es compartida por el ex mandatario republicano George Bush, para quien su sucesor degradó el cargo más alto del país.
En una declaración hecha el pasado día 15, Bush declinó manifestar ``lo que está en su interior'' sobre el sexgate porque sus dos hijos son candidatos a gobernador y no quiere aumentar la presión sobre ellos.
Sin embargo, su ex secretario de Estado James Baker dijo que el escándalo por perjurio y obstrucción de la justicia que afecta a Clinton está socavando el liderazgo de Estados Unidos en el mundo.
Agregó: ``Es importante para el mundo que Estados Unidos esté en posición de dirigir... Es importante que los líderes extranjeros, y en particular nuestros adversarios, sepan que nosotros decimos lo que pensamos y pensamos lo que decimos''.
``¿Cuántas contrapartidas deberá dar este presidente para presionar a un representante o tranquilizarle sobre un tema de política exterior mientras éste pueda votar sobre algo tan importante como su destitución?'', se preguntó Baker.
Por lo pronto, Clinton trata de alejarse del escándalo y este miércoles anunció que propondrá un incremento de mil millones de dólares en el gasto militar del país en el próximo año fiscal y está considerando un aumento mayor para el 2000, indicaron funcionarios gubernamentales.
Intelectuales contra Kenneth Starr
Desde hace ocho meses, Bill Clinton ha estado sometido a un ``acoso inquisitorial'' por parte de Kenneth Starr, ``un fiscal fanático con poder ilimitado'', que ``en nombre de la moral y del derecho lleva a cabo un combate ideológico'', afirmaron 50 personajes del mundo intelectual y artístico en un desplegado que aparece este miércoles en el diario francés Le Monde.
``La democracia se encuentra doblemente amenazada'' en Estados Unidos, en la medida en que ``el equilibrio de poderes es violado'' y no se respeta la vida privada, estiman los firmantes del desplegado, entre los que se encuentran los escritores Carlos Fuentes, Gabriel García Márquez, Günter Grass y William Styron.
Para ellos ``un estadista sólo tiene que rendir cuentas a la opinión pública y a la justicia de sus actos públicos. El resto concierne únicamente a su conciencia''.
El llamado fue hecho por Jack Lang, ex ministro francés de Cultura.
Paul Auster y Antonio Tabucchi también están entre los firmantes, así como los premios Nobel de la Paz Desmond Tutu y José Ramos Horta, el de Física Pierre Gilles de Gennes, los actores Gérard Depardieu, Vanessa Redgrave, Jeanne Moreau, Antonhy Hopkins, Lauren Bacall, Claudia Cardinale, Alain Delon, Sophia Loren y Liv Ullman, y los cineastas Robert Altman, Bernardo Bertolucci, Costa Gavras, Volker Scholdorff y Wim Wenders.
Para los europeos, explicó por su parte el canciller francés Hubert Vedrine, la investigación de Starr es casi tan odiosa como los juicios del estalinismo o la inquisición.
``Es impresionante ver que los europeos están reaccionando muy violentamente contra esta modalidad de inquisición dirigida contra el presidente Clinton. Es realmente una cuestión de cultura, civilización, posiblemente'', dijo Vedrine en la ciudad de Nueva York.
``Es pura y simplemente marcartismo, agravado con voyerismo'', declaró el canciller francés, en respuesta a las preguntas sobre el creciente escándalo sexual que enfrenta el mandatario estadunidense.
De película...
Pero no todos están molestos con Starr: el fundador de la revista Hustler, Larry Flint, se declaró ``impresionado'' por el carácter salaz del informe del fiscal, a quien le ofreció un empleo para cuando haya terminado su investigación de Clinton.
``La calidad y cantidad del material que usted reunió'' en el informe sobre las relaciones sexuales del mandatario con Monica Lewinsky, ``contiene más referencias pornográficas que las que los servicios en línea de Hustler proporcionaron este mes'', escribió Flint.
El editor de la revista porno felicitó a Starr por ``haber abierto las puertas de las bibliotecas y de las escuelas a la literatura pornográfica''.
Asimismo, Fantasy Channel, un canal de televisión por cable que se especializa en temas eróticos, anunció hoy en Londres que ofreció a Monica Lewinsky un millón de dólares para ayudarle a reconstruir los detalles de su relación íntima con Clinton.
La serie, indicó, se llamaría Los expedientes de Clinton. (Afp y Reuters)