Ola delictiva en el sector pesquero de Sinaloa, aseguran empresarios
Matilde Pérez U., enviada /II y último, Mazatlán, Sin. Ť Los empresarios camaroneros aglutinados en la delegación Sinaloa de la Cámara Nacional de la Industria Pesquera (Canaipes) aseguran que en la región ``ya se rompió el equilibrio y el marco jurídico. Estamos ante un problema de ingobernabilidad y de una ola delictiva en altamar, que será incontrolable si la Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente no actúan con rigor''.
El presidente de la Canaipes, Mario Uribe Preciado, y una docena de los miembros de la organización preguntan por qué la autoridad se pone una venda en los ojos, y recuerdan que, en los primeros días de septiembre, el director general de Inspección y Vigilancia de los Recursos Marinos y Pesqueros de la Profepa, Luis Fueyo McDonald, se había comprometido a investigar y, de ser necesario, actuar legalmente contra los dirigentes de las federaciones de cooperativas pesqueras de las zonas centro y norte del estado, Manuel Sánchez y Leonel Sánchez Cota. Pero de manera intempestiva fue enviado a una comisión a Miami, Florida.
Tensos y disgustados por lo que ya califican como ``actos de piratería'', los miembros de la Canaipes Sinaloa aseguran que este año ``está explotando este problema, que tiene más de 15 años, en todo el litoral del Pacífico y el Golfo de California, y si no se mete al orden jurídico a los pescadores ribereños -que con sus avíos de pesca están destruyendo todo- es probable que Estados Unidos imponga a México el embargo camaronero''. Tras desmentir que sean los ``grandes empresarios marítimos'', aseguran que de continuar el crecimiento sin control de los lancheros -una cooperativa tiene diez socios pero 30 lanchas, dicen- y sin actuación legal, ``también nos convertiremos en changueros (como nombran a los pescadores ilegales o furtivos) o actuaremos con más rigor frente a las autoridades para defender nuestro patrimonio''.
Aumenta la contrariedad
Su contrariedad también aumenta porque ``a las embarcaciones sí las detienen en caso de que les encuentren camarón a pocos días de que se levante la veda para altamar (el 20 de septiembre), como sucedió con dos que son propiedad de Jesús Becerra y que le dejaron pérdidas ya de 3.5 millones de pesos. Humberto Becerra comenta que ``el lanzamiento de la red y la captura de apenas 50 kilos de camarón es muestra de la desesperación de la gente y un antecedente de lo que sucederá si no hay orden ni control''.
De esa anarquía ya tienen conocimiento la secretaria Julia Carabias, el subsecretario de pesca, Carlos Camacho Gaos, y las autoridades de la Profepa, ``a quienes les hemos enviado las denuncias respectivas'', destaca el presidente de la delegación Sinaloa de la Canaipes, y reitera que las respuestas recibidas por los funcionarios reflejan la ineficiencia de la Profepa y la poca importancia que ``Carabias Lillo le da a la pesca sinaloense y del país''. A Ocean Garden, principal comercializadora del crustáceo, también le pidió que sea más rigurosa en la compra del producto, para evitar ese ``mercado negro'' que está proliferando por los lancheros.
En Sinaloa -informó el delegado de la Semarnap, Fabio Gaxiola Paredes-, la pesca ocupa el segundo lugar después de la agricultura, pues genera 20 mil empleos directos; hay 160 plantas congeladoras -de las cuales 68 son de camarón- y 80 procesadoras de hielo; tiene registradas 130 cooperativas que cuentan con permisos para capturar camarón durante 30 años, mientras que los propietarios de las 530 embarcaciones renuevan las concesiones de captura del crustáceo cada cuatro años. Además, están registradas 208 granjas camaroneras, que abarcan 17 mil hectáreas, mientras que el potencial para esta actividad es de 200 mil hectáreas.
En los primeros diez días después de levantarse la veda del crustáceo en bahías y esteros, el saldo no es positivo, ya que hay una baja de 62 por ciento con respecto al mismo periodo de la temporada anterior, pues se registró una pesca de 472 toneladas frente a mil 272 toneladas en 1997. Por esta reducción, agregó, 30 por ciento de los pescadores ribereños ``se aventuran a salir a altamar, y detenerlos es imposible''. Pero las pangas no pueden competir con la capacidad de captura de los barcos camaroneros, pues en esta temporada podrían obtener cerca de 10 mil 500 toneladas, y eso no se compara con el volumen de las grandes embarcaciones.
El reto de la autoridad es vigilar 656 kilómetros del litoral sinaloense. El delegado de la Profepa, Fortunato Alvarez Castro, asegura que los 2 millones de pesos que se han destinado para ese fin son suficientes, pues se cuenta con la colaboración de la Secretaría de Marina -que ha designado 70 elementos en siete embarcaciones y dos helicópteros-. Además, hay acuerdos firmados con el Ejército y la Procuraduría General de la República, para que ellos actúen en las detenciones.
Respecto de los ataques de pescadores ribereños con ``bombas molotov'' a embarcaciones de vigilacia, comenta que son ``sucesos menores, y afortunadamente no hay hechos de sangre''. Pero tampoco se han presentado denuncias por la parte interesada''. Sin embargo, acepta que los pescadores que están utilizando motores en sus lanchas, de 115 a 200 caballos de fuerza o más, ``andan de narcos, y eso nosotros no lo podemos impedir''.
Manuel Berumen, propietario de dos barcos, con 30 años como pescador, afirma que en este año los miembros de la Canaipes Sinaloa aceptaron apoyar a la Profepa con embarcaciones para las acciones de vigilancia, con la esperanza de que la autoridad detuviera ese desorden, pero los ataques con bombas molotov han aumentado y las autoridades siguen ``liberando'' a los pescadores ribereños y sus embarcaciones.
Piden intervengan los legisladores
Desesperados por ``la tibieza del subsecretario de Pesca y de la Profepa'', la delegación Canaipes de Sinaloa pidió a la Comisión de Pesca de la Cámara de Diputados actuar al respecto. El diputado del PRD Armando Galván Gascón, secretario de dicha comisión, pidió por escrito a los legisladores de las otras fracciones parlamentarias que atiendan la solicitud, ya que el problema es grave. Les recordó que la industria del camarón de exportación ``es una de las principales productoras para el país de dinero verde; involucra a miles de personas en mar y tierra''.
Agregó que cientos de toneladas de camarón de exportación son producto de captura ilegal, volumen que se ignora en dónde es desembarcado y quiénes lo almacenan, empaquetan y congelan y cómo se vende y se exporta; con qué facturas. Insistió en que se cite al subsecretario de Pesca y a las autoridades de la Profepa para que aclaren la situación y las acciones a realizar a fin de evitar confrontaciones que deriven en hechos de sangre.