El fiscal Starr, nuevo Torquemada: Fuentes
Stella Calloni, corresponsal /I, Buenos Aires, 20 de septiembre Ť El escritor mexicano Carlos Fuentes expresa en estos tiempos la idea de un equilibrio de maravillosos perfiles entre lo nacional y lo universal, y de alguna manera eso le permite participar -creando- en los grandes debates de la historia contemporánea.
Es imposible ignorar esas revolturas de su pensamiento múltiple, elaborado en medio de la vorágine de su constante producción literaria. ``Si no tomamos opciones seremos esclavos'', sostuvo en entrevista, al analizar que la especulación es el espejo deformado y ``salvaje'' de la globalizacion.
Advirtió la urgencia de escapar a los dogmas, a los pensamientos únicos y totalitarios, que son hoy el ``rostro oscuro'' sin desconocer los elementos positivos de la misma globalización.
Fuentes alienta la presencia de una sociedad civil fuerte, que ayude a producir cambios profundos y a la vez abra las puertas a la creatividad. Rescata el valor de la cultura mestiza, tan viva América Latina.
El tema de los trabajadores migrantes lo conmueve profundamente y piensa que deben crearse mecanismos de unión de los mismos que son víctimas de persecución en todo el mundo, lo que expresa la tragedia de estos tiempos. Las ``mercancías tienen libertad para circular, mientras los hombres no'', dice refiriéndose a los fenómenos de exclusión y de marginación que ensombrecen el final de un ``siglo corto y cruel'', donde también se da la paradoja de grandes adelantos técnicos.
El escritor no duda en calificar al fiscal estadunidense Kenneth Starr de ``inquisidor'' y de ``Torquemada'', al juzgar severamente lo sucedido en torno al caso sexual que envuelve al presidente Bill Clinton y considera que existe una conspiración ultraderechista ``burda''. Advierte como un signo decadente que un ``asunto de chismes'' de alcoba sea elevado a cuestiones de Estado.
``Si yo hubiera sido presidente, como lo es Clinton, jamás hubiera respondido, hubiera dicho que no tengo nada que declarar sobre mi vida privada. Esto es un derecho adquirido''.
Asimismo, calificó de pornografía la publicación de los testimonios de Monica Lewinsky y sus amigas por el fiscal, y el entramado de ``doble moral'' si se compara esta situación con las recurrentes mentiras al Congreso para sostener guerras injustas.
La ultraderecha, enemiga de Clinton
-La corrupción o ciertas perversiones del sistema son señalados también como males de la globalidad tal y como se la maneja en la actualidad. El escándalo en torno al presidente Clinton, ¿es parte de estos elementos negativos del modelo, de juegos mafiosos, de doble moral?
-Hay dos temas en esto. Cuando Gabriel García Márquez y yo le preguntamos a Clinton cuál era su peor enemigo, él nos dijo que era la extrema derecha capitalista de Estados Unidos y que sabía que había una agenda de esa extrema derecha para impedirle llevar a cabo su política de reformas sociales y sobre todo impedir que el Partido Demócrata continuara en el poder durante 16 años.
``De manera que ha habido una agenda y un panel de jefes derechistas que escogió a un inquisidor, a un Torquemada que se llama Kenneth Starr, quien montó proceso tras proceso comenzando por el caso de Paula Jones para seguir con el caso Lewinsky, y da la impresión de que todo ha formado parte de una conspiración derechista para desacreditar y paralizar al gobierno de Clinton y su plan de reformas, o simplemente para desestablizar al Partido Demócrata. Es transparente que existió una agenda política y luego los métodos empleados son grotescos, infamantes y, claro, yo no soy presidente de Estados Unidos, pero si a mí se me presenta un caso así siendo tal, yo digo que no tengo nada qué declarar, nada qué decir sobre mi vida privada y que procedan como quieran. Creo personalmente que él cayó en un error de confesiones y contradicciones''.
El informe de Starr es pornografía
-¿Podría considerarse como un caso de la mencionada doble moral estadunidense?
--Si uno se pregunta en qué afecta a la seguridad de Estados Unidos este tipo de relaciones y se analizan las acciones ilegales, como fue la guerra de Vietnam, sin que el presidente Lyndon Johnson informara al Congreso, el Watergate o el caso más cercano Irán-contras, cuando durante la presidencia de Ronald Reagan se burló al Congreso, y tantos otros casos de este tipo, es muy clara la respuesta. Eso sí afectaba miles de vidas humanas y la seguridad estadunidense.
``Hay gente que dice que el escándalo Clinton demuestra la pujanza de la democracia estadunidense y los izquierdistas denuncian el caso del juez Clarence Brown y su empleada. Pero el caso de Brown nada tiene que ver con lo de Clinton, porque en esto había acoso sexual y en lo de Clinton se trató de una relación entre adultos que consintieron en esa relación. Es tonto decir que esto afecta a la seguridad de Estados Unidos y podemos agregar que la publicación de los testimonios es pornografía, dado el nivel de lo que allí se dice. Es lamentable''.
Fuentes asistió aquí al Cuarto encuentro del tercer sector, donde se debatió la importancia de la participación de la sociedad civil, y durante su conferencia magistral abordó distintas etapas históricas, en un magnífica síntesis, hasta llegar a los tiempos de la llamada globalización.
No guardó nada en el sombrero. Como un mago cruzó palabras, cifras, ideas y también sueños ante un auditorio donde se le escuchó casi religiosamente en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales.
Asistió emocionado a la ceremonia del Grito realizada por la embajada mexicana, donde el ballet folclórico de México arrancó vitores y aplausos a cientos de invitados. Estaban allí los singulares mariachis locales integrados por paraguayos, bolivianos, argentinos y peruanos, una amalgama que no pasó desapercibida para Fuentes, un buscador permanente de esos detalles sobre los cuales construye la inmensa fantasía de su obra.