La Jornada 18 de septiembre de 1998

Rechazaron legisladores el pedido de la Casa Blanca para reforzar reservas del FMI

Reuters y Ap, Washington, 17 de septiembre Ť La Cámara de Representantes desestimó hoy las advertencias sobre los efectos mundiales de la actual crisis financiera y rechazó la solicitud del presidente William Clinton de asignar 18 mil millones de dólares para que el Fondo Monetario Internacional (FMI) reponga sus reservas.

Estos fondos podrían servir para evitar una recesión mundial y permitirían al FMI proteger a economías golpeadas por la crisis en América Latina y otras regiones.

A pesar del pánico en los mercados mundiales y las advertencias de que las reservas líquidas del FMI han sido drenadas por los paquetes de rescate para Asia y Rusia, los líderes republicanos rechazaron una enmienda demócrata que hubiera permitido la erogación de 18 mil millones de dólares. Más tarde, la cámara baja estaba lista para votar la aprobación de una partida de 3 mil 400 millones de dólares para el FMI, una fracción del total que la Casa Blanca considera necesario.

Esos 3 mil 400 millones, incluidos en una propuesta legislativa del republicano Sonny Callahan que asigna fondos a programas estadunidenses de asistencia en el mundo entero, son la cuota que corresponde a Estados Unidos como parte de los llamados Nuevos Acuerdos de Préstamo (NAB, por sus siglas en inglés), un fondo de emergencia que permite al FMI hacer frente a futuras crisis.

El gobierno de Clinton había confiado en que la Cámara aprobaría los 3 mil 400 millones para los NAB y los 14 mil 500 millones adicionales para aumentar la capacidad del FMI para otorgar préstamos.

El Senado ya aprobó los 18 mil millones de dólares que pidió Clinton, pero los republicanos de la Cámara se negaron a permitir que los demócratas incluyeran los 14 mil 500 millones de dólares a la propuesta de Callahan. Sin embargo, asistentes legislativos dijeron que posteriormente los republicanos podrían acceder a la aprobación de los 18 mil millones de dólares para el FMI siempre que el gobierno de Clinton se comprometa a aplicar reformas drásticas a ese organismo.