La Jornada 17 de septiembre de 1998

La economía, ``en el filo de la navaja'': Unctad

Enrique Gutiérrez, corresponsal, y agencias, Santiago, 16 de septiembre Ť La Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), principal foro de la ONU sobre economía mundial, advirtió hoy que a consecuencia de la crisis financiera de Asia la economía global ``se encuentra en el filo de la navaja'', y señaló que este año el costo de la difícil situación será de 2 mil 600 millones de dólares, por lo que planteó que los países cuyas monedas estén bajo ataque de especuladores internacionales, congelen su deuda exterior.

En un informe sobre comercio y desarrollo, el organismo indicó que a menos que la región pase de la deflación a otro proceso que la revierta, y los países europeos y Japón impulsen la demanda global de bienes y servicios, podría producirse una recesión mundial de grandes proporciones. Agregó que intentar resolver una crisis de sobreinversión y fragilidad financiera sistémica, reduciendo la demanda interna, sólo creará más dificultades, por lo que las políticas deflacionistas deben ser reemplazadas por una estrategia de relanzamiento económico mundial.

La iniciativa debe provenir de las tres principales potencias económicas: Estados Unidos, Japón y Europa, que sólo pueden recuperarse mediante un descenso de los tipos de interés y un incremento de la demanda, dijo el secretario general de la UNCTAD, Ruben Ricupero, quien manifestó estar de acuerdo con una reforma del sistema financiero mundial, preconizada por el presidente de Estados Unidos, y apoyó en principio la idea de una reunión internacional. ``La principal amenaza sobre la economía mundial no es la inflación, sino la deflación, la recesión y el desempleo'', indicó Ricupero.

Planteó que los países con problemas para hacer frente a sus obligaciones externas puedan decretar una moratoria de sus deudas y controlar los movimientos anárquicos de los capitales golondrinos, si su moneda es atacada por especuladores internacionales. La vigilancia y reglamentación mundial de transacciones financieras está atrasada en cuanto a la integración de los mercados financieros, y esa falta de control constituyó una de las causas de la crisis en Asia, expresó.

El organismo recomendó que los países en desarrollo morosos, víctimas de un ataque especulativo contra su moneda, sean autorizados a decidir unilateralmente una moratoria sobre el servicio de la deuda. Ese mecanismo se parece a las reglas del GATT, que preveían que un país pudiera imponer restricciones a sus cambios internacionales para proteger su economía. Esa moratoria permitiría al país atacado disuadir a los especuladores y disponer de un tanque de oxígeno para readecuar su deuda.

La moratoria evitaría que una crisis de liquidez desemboque en una situación de insolvencia, como fue el caso en los países asiáticos después de la medidas clásicas de reflotación de la comunidad internacional, añadió el informe.

Se propone igualmente que los países en desarrollo dispongan de un margen de maniobra para adoptar medidas de control de los capitales en caso de pánico. Ese margen frenaría las retiradas masivas de capital, una de las causas del debilitamiento de las monedas. Indicó que la equidad y la justicia ``salen mal paradas cuando los costos de la falla del mercado y de las medidas destinadas a proteger a los acreedores recaen en los países en desarrollo y a expensas del nivel de vida de la población''.

El informe sostuvo que ``por su alcance y repercusiones, la actual crisis económica asiática es más grave que cualquier otra de los últimos 30 años, y todavía no ha dejado sentir todos sus efectos'', además de que no se espera una pronta recuperación.

Sobre las economías desarrolladas, la UNCTAD reiteró que existe el riesgo de nuevos errores de política económica que precipiten a la economía mundial en una profunda recesión. Sostuvo que el panorama es ``confuso'' y advirtió que en Estados Unidos el crecimiento se aceleró durante el último año, mientras la inflación siguió bajando. Sin embargo, el exceso de gasto de los particulares respecto del ingreso, que es lo que ha promovido el crecimiento reciente, no puede proseguir.

Sugirió enfrentar la crisis mediante una mezcla de viejas y nuevas técnicas con miras a reducir los volátiles movimientos de capital internacional, y que los países en desarrollo deudores, cuyas monedas sufren ataques especulativos tengan la facultad de suspender temporalmente las transacciones de capital, del mismo modo que las normas de la Organización Mundial de Comercio permiten acciones de salvaguarda en la esfera de su competencia.