La Jornada 14 de septiembre de 1998

Son ya 180 muertos y 207 desaparecidos en la entidad: datos extraoficiales

De los corresponsales Ť Nueve municipios chiapanecos continúan sin servicio eléctrico y el desabasto de víveres, debido a los daños en las vías de comunicación, ha provocado alteración de precios de los productos básicos. Mientras que en Nayarit e Hidalgo dos menores murieron por la crecida de ríos.

Huehuetán, Villa Comaltitlán, Huixtla, Mazatán, Tuzantán, Escuintla, Acapetahua, Mapastepec y Pijijiapan son los municipios que todavía carecen de electricidad.

La organización productora de café orgánico, dependiente de la diócesis de Tapachula, Indígenas de la Sierra Madre de Motozintla (ISMAN), informó de la muerte de 61 socios o familiares de ese grupo, cuyos cuerpos sin vida fueron hallados en las comunidades de San José Ixtepec, Rincón del Bosque y Maravillas, municipio de Motozintla, así como en San Antonio Miramar y San Juan Panamá, Escuintla.

``Muchísimas comunidades de la sierra se encuentran incomunicadas y hasta hoy no han recibido ninguna clase de auxilio, la hambruna se hizo ya presente y las enfermedades como conjuntivitis, malaria, tracoma, dengue, broncorrespiratorias y gastrointestinales están acabando a los que sobrevivieron en los techos de lo que fueron sus viviendas o en árboles'', detalló Cándido Díaz Mejía, presidente del ISMAN.

Señaló que tan sólo en San Juan Panamá, ``no aparecen por ningún lado 53 personas -por lo que la cifra de desaparecidos se elevó hasta ayer a 207 en 25 municipios de esta región de la costa del Soconusco''.

Por su parte, la alcaldía de Huixtla, reportó que fueron encontrados los cuerpos de otras dos personas fallecidas a consecuencia del desbordamiento del río del mismo nombre la semana pasada. Así serían ya 180 decesos por los torrenciales aguaceros que azotaron y devastaron esta región.

``La carencia de alimentos, agua, medicinas, ropa y materiales para reparar o volver a levantar casas son algunas de las necesidades más urgentes, las carreteras están cortadas, pues muchos puentes fueron arrasados por los ríos'', señaló el obispo Felipe Arizmendi en un comunicado.

Tropas de la séptima región militar apoyan al gobierno del estado y realizan actividades de labor social para auxiliar a la población en diversas zonas.

En San Cristóbal de las Casas, debido a las fuertes lluvias y a la ``negligecia de las autoridades'' se derrumbó la estructura que conformaba la techumbre del puente del Peje de Oro -construido en 1675 y catalogado monumento histórico de San Cristóbal de las Casas-, informó el primer regidor del ayuntamiento, Jorge Alberto Ruiz Cacho.

Mueren dos niños en Nayarit e Hidalgo

En Santiago Ixcuintla, Nayarit, un menor murió y decenas de personas resultaron heridas cuando el arroyo La Alcantarilla se convirtió, en cuestión de minutos, en una ``gigantesca avalancha de agua'' que arrastró a quienes se hallaban el lugar.

La corriente aumentó sorpresivamente debido a una tromba que se suscitó a varios kilómetros al norte del balneario, donde ``ni siquiera estaba lloviendo cuando el caudal del arroyo empezó a crecer y a llevarse a la gente'', informó la Dirección de Seguridad Pública Municipal.

El agua arrastró a unas 30 personas más de 800 metros hasta que en una zona de menor profundidad algunos lograron salir, mientras que otros fueron rescatados por habitantes de las comunidades de Ojo de Agua y Pantano Grande. Sin embargo, el niño Jesús Antonio Bañuelos, de seis años de edad, murió ahogado y su cuerpo fue localizado por policías municipales a dos kilómetros del lugar. De los heridos, cuatro mujeres y cinco menores se encuentran graves.

En Pachuca, Hidalgo, el más fuerte aguacero de los últimos quince años dejó 15 colonias inundadas y decenas de automóviles varados, causó desbordamientos en canales de aguas negras, obstrucciones en las principales vías de comunicación y motivó el desalojo de una docena de familias. En tanto, en la ciudad de Tula una niña de seis años murió luego de ser arrastrada por las aguas de un canal.

La lluvia en la capital hidalguense provocó inundaciones en calles y avenidas, principalmente al sur y al oriente de la ciudad. El canal de aguas negras, en las inmediaciones de la 13 Zona Militar, salió de cauce y anegó viviendas en la colonia popular ISSSTE-Venta Prieta, mientras el río Las Avenidas, que cruza Pachuca, alcanzó un nivel de tres metros, el mayor en los últimos diez años.

En Tula pereció la pequeña de seis años Maura Isela Dinori Monroy, quien intentó con otras dos menores atravesar un canal, pero fue arrastrada por la corriente.

En Veracruz unos 300 elementos del Ejército Mexicano se alistan para participar en una eventual aplicación del Plan DN-III en las regiones bajas de la entidad, en riesgo por posibles inundaciones y deslaves, al tiempo que se mantiene una constante vigilancia en la cuenca del Papaloapan, Medellín de Bravo y la zona conurbada Veracruz-Boca del Río. Mientras, en Jalapa las autoridades gestionan la reubicación de 300 familias asentadas en zonas de alto riesgo.

La titular de la Secretaría de Salud del estado, Edith Rodríguez, señaló que con las lluvias se incrementaron en las últimas semanas los casos de dengue clásico (600) y paludismo (26).

En el municipio costeño de Cihuatlán, Jalisco, 65 familias se niegan a ser reubicadas pese a que el agua inundó casi todas las viviendas del poblado El Rebalse, amenazado por un posible desbordamiento del río Marabasco.

En Sinaloa la Semarnap informó que 29 granjas acuícolas en los municipios de Guasave y Ahome resultaron dañadas severamente por el huracán Isis, que azotó el norte de la entidad hace diez días. (Rodolfo Villalba, Elio Henríquez, Jesús Narváez, Carlos Camacho, Andrés Morales, Guadalupe López, Cayetano Frías y Víctor Guerra)


Angeles Mariscal, corresponsal, Motozintla, Chis., 13 de septiembre Ť Ya por fin salió el sol en el corazón de la sierra de Chiapas y los pobladores comenzaron a bajar de las montañas. Han pasado casi cinco días del comienzo de la nueva tragedia y todavía más de 50 comunidades de la región permanecen incomunicadas, en tanto muchos de los poblados están sepultados por toneladas de arena y lodo.

Empapados, hambrientos, desesperados, los campesinos serranos acuden, después de rodear camino, a pedir ayuda para rescatar a las víctimas. También piden alimentos para no morir de hambre, porque sus milpas y cuanto grano había en sus reservas, se los jaló la corriente.

Al llegar a la cabecera municipal encuentran que el lugar de la esperanza está destruido 80 por ciento. En el centro del pueblo se ha ido juntando la gente del lugar y los recién llegados entran a la disputa por el alimento, por la ayuda. Las cifras preliminares indican que tan sólo en Motozintla están velando a 20 personas que han muerto en la tragedia y hay 50 comunidades destruidas en el municipio.

Hasta la orilla de la carretera llega el poderoso ruido de la corriente de agua; metros abajo, el líquido corre aún por entre las casas destruidas, por entre los caminos y veredas, por las calles principales de Motozintla.

Para llegar al corazón de la sierra existen dos vías: una que corre desde Tapachula, pasa por Huixtla y llega a Motozintla, la cual se encuentra destruida; la otra, que parte de Comitán y pasa por Comalapa, también está afectada en uno de sus extremos, que inundó el río San Lucas llevándose la cinta asfáltica.

Casi 53 mil habitantes dependen ahora de la ayuda que por aire les pueda llegar, pues por tierra, hasta el viernes por la tarde todavía era esperada la ayuda de la Cruz Roja. La planta potabilizadora de agua, las grúas y palas que podrían abrir camino a más de 300 comunidades, los camiones con la maquinaría necesaria para restablecer el suministro de energía eléctrica, para reparar las líneas telefónicas, todo estaba varado.

Así, bordeando camino, cruzando la sierra, iban llegando los representantes de las comunidades. ``Una profesora quedó atrapada en Bellavista, queremos ver si po-drían ir con nosotros para tratar de sacarla'', suplicaba un grupo de maestros. ``El presidente municipal ahora no está, anda con el gobernador viendo lo de los daños, regresen más tarde a ver si ya llegó, yo no puedo hacer nada'', contestaba lacónico el único funcionario del ayuntamiento.

Después de caminar toda la noche del jueves, 10 campesinos de un ejido colindante con San Juan Dos Ríos acudían a solicitar víveres. ``Dicen que tenemos que venir todos, porque ahorita nada más están dando por persona, pero cómo van a venir las familias si hay que caminar por la sierra, si el camino se destruyó'', lamentaban los labriegos.