Fabrizio León Ť En un día como hoy, pero hace 27 años, llovió en Valle de Bravo mientras tocaban los grupos de rock más representativos, convocados por Armando Molina y Luis de Llano, organizadores del Festival de Avándaro. La mayoría de ellos cantaban y componían en inglés y una multitud de 40 mil, 60 mil o 100 mil jóvenes hacían el mayor happening de la historia musical de México, y el único festival que marcó a los que fueron y los que no.

Fueron tres efemérides que marcaron una generación: 2 de octubre de 1968, 10 de junio y 11 de septiembre de 71.

Toda la polémica que siempre ha creado el festival se basa, sin duda, en un sentimiento de envidia. Todos quisimos estar en Avándaro, aunque no hubiéramos nacido. Todos los que no fueron y pudieron hacerlo, es fecha que repiten la mentira --yo sí fui-- y los que fueron, sonríen, sintiéndose tocados por la mano de la trascendencia. No es para menos. Con Avándaro se hizo el amor y se empezó a fumar mota en serio.Se acrecentó la represión hacia todos las expresiones del rock y el rechazo de todos (los medios, los padres, los curas, los políticos, el gobierno, el Ejército y las compañías disqueras) hacia los hippies y lo que oliera a pachuli.

Pero al mismo tiempo inició la vida underground del rock nacional, quien tuvo que salir del hoyo, de la cloaca, para darse cuenta que afuera está, ahora, el teatro Metropólitan o Hard Rock Live. Aunque no todos lo acepten, pero la apertura que ahora se goza salió del concierto al aire libre para entrar en un teatro cerrado y sentados en la butaca, oyendo música bien ecualizada y muy acelerada. Del blues al hip sólo hay un ticketmaster de diferencia.

Los documentos Muy pocos documentales existen del festival. Uno de ellos es el que realizó Sergio García con una cámara super 8 y un sonido apenas audible que marca, sin duda, el magnífico y caótico concierto. Y otro, grabado con la mejor tecnología del momento y un sonido memorable, prácticamente inédito, que sigue reposando en la videoteca de la empresa Televisa y que guarda celosamente una copia en su casa Luis de Llano, productor y promotor, desde ese entonces, de la escena musical.

Hablamos nada menos que del creador de la estética de los grupos juveniles y un rocanrol fresa, fundado en la imagen, completamente diferente a aquellos hippies: Luis de Llano.

El momento más memorable del concierto, dicen, fue cuando Peace & Love tocó por la noche. Improvisó y coreó aquella máxima de ``¡queremos el poder¡'' y Mari-mariguana¡ Se interrumpió la transmisión por radio, hubo nerviosismo y los reportes eran fatales. Todos cantaban mojados, se desnudaban, besaban y, por su puesto, alucinaban.

Así se empezó a marcar el sino del rock mexicano, pero al interrumpirse la transmisión, se decidió que eso que les gustaba a los miles de jóvenes ahí reunidos, no era bueno para los que no fueron y oían desde sus casas. Como si en sus casas los papás fueran muy decentes.

Mañana, sólo una recreación Avándaro se recrea mañana en el teatro Metropólitan con la presencia de Cannet Heat y la añeja banda que acompañó a Janis Joplin. También varios de los músicos que ahí estuvieron. Organizan Armando Molina y Ocesa. De dos conciertos originalmente programados quedó uno. No estará Alejandro Lora, quien en su último video-canción canta a la nostalgia de esos años, con terrible voz aguardentosa, muestra imágenes fugaces de Avándaro.

Pero seguramente Televisa y Luis de Llano esperarán los 30 años que deben estar asegurados por ley los archivos del 68, para salir a la luz, y mostrar el documental del concierto de Avándaro, como si éste fuera tan prohibido, como la masacre del 2 de octubre o el día de Corpus en San Cosme.

Entonces esperaremos ver y oír el buen sonido, que ya desde entonces, se escuchaba venir, para entender muchas cosas. Para saber, por medio de ese árbol genealógico, por qué suena así el rock actual y qué hubiera pasado si en lugar de reprimir, prohibir, perseguir y castigar ese movimiento, lo hubieran alentado. Igual fuera peor... mas se nos hace que nel.

A menos que Emilio Azcárraga Jean le regale a su generación la lluvia que se generó en Avándaro hace 27 años y muestre, aunque sea editadito, el concierto. Total, a la encuerada, aquí se las regalamos de portada.

Pero, ya casi no llueve


Mario Villanueva Ť El comportamiento de algunos de los diarios antes y después del concierto de Rock y Ruedas en Avándaro el 11 de septiembre de 1971:

Estaciones radiofónicas como Radio Juventud promovían el evento bajo el lema de ``¡En la onda pesada, la primera y la mejor!'', además de que anunciaban que el festival sería transmitido de principio a fin. Lo cual no sucedió.

El diario La Prensa publicaba que ``Avándaro verá el próximo domingo el amanecer más ruidoso de su historia''. Y apuntaba: ``El Festival de Rock y Ruedas ha sido organizado con detenimiento para evitar todo tipo de problemas en su desarrollo'' y agregaba que ``un total de ciento doce bólidos quedaron inscritos oficialmente para intervenir en el Festival de Rock y Ruedas que el próximo sábado y domingo se efectuará en Avándaro... los boletos se continúan vendiendo en las distribuidoras Auto-Mex, a veinticinco pesos por persona''.

Cine Mundial titulaba una nota: ``Superfestival Juvenil el de Avándaro'', y luego decía: ``Inusitado entusiasmo existe con el Festival Rock y Ruedas en Avándaro, Valle de Bravo, que se iniciará en la noche pasado mañana sábado, y que proseguirá durante el domingo''. También, anticipaba que debido a ``las torretas con bocinas que se han instalado y la modernidad de los equipos de sonido, la audición será perfecta''.

El mismo periódico informó que Telesistema Mexicano había anunciado que ``salió hacia Avándaro, junto con una unidad móvil de video tape, todo el personal técnico necesario, camarógrafos, iluminadores y técnicos en general, con cuatro cámaras, así como plantas de luz móviles para lograr una buena iluminación del escenario al aire libre''. Se reveló que con las grabaciones que se lograran del festival, ``se editarán varios programas que serán transmitidos próximamente por los canales de Telesistema mexicano''. Video que no ha sido transmitido.

La Prensa comentaba en su nota previa del día 11 de septiembre: ``Hoy se reunirán cien mil de ellos, y creemos que el espíritu de paz y amor que todos intentan predicar quedará por sobre sentimientos estúpidos e inexplicables, siempre y cuando la paz se busque y el amor sea genuino''.

Sin embargo, en los días posteriores al 11 de septiembre de 1971 la mayoría de los medios de comunicación cambiaron su modo de pensar respecto del festival.

Por ejemplo, el 12 de septiembre, Excélsior sacó la versión de que el festival fue un pretexto para el ``Nudismo y la mariguana'' y ``una juerga increíble''. Aseguraba que, ``decenas de jóvenes tomaron hoy por asalto al aristocrático club de golf de Avándaro y lo convirtieron en campo nudista donde se fumó mariguana''.

El lunes 13 de septiembre de 1971, dos días después de celebrado el festival, el El Nacional publicó: ``... a continuación tocó el conjunto Love Army, mientras los desórdenes continuaban. En varias ocasiones hubo intercambio de proyectiles, que iban desde cáscaras de diversas frutas, hasta piedras y otros objetos'', y añadía: ``Aproximadamente a las 6 horas, pocos eran los jóvenes que verdaderamente gozaban de la música, ya que la mayoría no se encontraba en sus cinco sentidos''.

Cine Mundial: ``Enloquecidos por el rock caliente dos espectadores desquiciados, un hombre y una mujer, subieron al escenario (...) y se despojaron de su ropa mientras danzaban con movimientos de histeria''