La Jornada 14 de septiembre de 1998

Tan sólo el viernes, mil 300 mdd salieron de Brasil

Notimex, Reuters y Afp, Nueva York, 13 de septiembre Ť Recesión, desaceleración, crisis y colapso económico fueron los términos más utilizados para describir el futuro económico de Latinoamérica, en una reunión sobre las perspectivas de esos países para 1999, que congregó este fin de semana a algunos de los más importantes especialistas de Wall Street sobre la región.

El crecimiento de los países de América Latina caerá a uno por ciento o menos en 1999, indicaron los expertos, quienes pintaron un sombrío panorama para esas economías y previeron que no empezarán a repuntar hasta principios del año 2000, y ello ``si Brasil no se sume en el caos''.

Brasil está siendo presionado para introducir medidas fiscales adicionales esta semana, después de que economistas afirmaron que los esfuerzos del gobierno por detener la fuga masiva de capitales son insuficientes. A pesar de la significativa recuperación de sus mercados bursátiles, el gigante sudamericano registró el viernes pasado una fuga de capitales estimada en mil 300 millones de dólares.

Esta salida de dinero ubicó a las reservas internacionales brasileñas en 51 mil millones de dólares, comparados con los 74 mil millones que tenían antes de que estallara la crisis rusa. Para los especialistas sería ``muy peligroso'' que las reservas bajaran la marca psicológica de los 50 mil millones, ya que se trata de la economía más grande de Latinoamérica.

El presidente Fernando Henrique Cardoso, desesperado por evitar una devaluación del real y con elecciones generales a sólo tres semanas, hizo todos los esfuerzos posibles la semana pasada para evitar la salida de más dólares del país y suavizar la presión sobre la tasa de cambio. El gobierno aumentó los tipos de interés casi 50 por ciento, en un intento de mantener el dólar dentro del país, después de que los corredores internacionales de bolsa salieron en estampida de los mercados financieros.

``Todos los países latinoamericanos se verán afectados en 1999 por una desaceleración del crecimiento'', destacó Paulo Leme, director de mercados emergentes de Goldman, Sachs and Co., al precisar que en una gran mayoría el crecimiento caerá de 3 por ciento a uno por ciento. ``En otros, la caída será más profunda'', agregó al indicar que los países más golpeados por la recesión serán ``los productores de materias primas'', cuyos precios están en su nivel más bajo desde 1982.

Entre los más afectados citó a Brasil, Argentina, México, Chile, Colombia, Venezuela y Perú. Brasil es considerado por los expertos como el país más ``vulnerable'', posiblemente el próximo a caer, víctima del dominó financiero que ya arrastró a Asia y Rusia, y capaz de arrastrar consigo a otros países, en primer lugar Argentina.

En Caracas, el gobierno comenzó a buscar fórmulas para frenar la fuga de capitales que sumó 3 mil 357 millones de dólares en el primer semestre. Entre las alternativas podría figurar la autorización de depósitos bancarios en dólares y la emisión de títulos en esa divisa. Al evocar la crisis bancaria que en 1994 sorprendió al presidente Rafael Caldera con pérdidas de 7 mil millones de dólares, sólo en fondos de auxilio a las instituciones en problemas, el ministro de Planificación, Teodoro Petkoff, agregó que su gobierno ``está apagando otra vez el incendio'' ante la baja de los petroprecios y la crisis financiera mundial.

Petkoff reiteró que Venezuela ha dejado de recibir este año 7 mil millones de dólares por la baja de las cotizaciones internacionales del crudo, 85 por ciento de ingresos en divisas y 58 por ciento de aportes fiscales. No obstante, esta vez el gobierno de Caldera descartó una macrodevaluación y apelará a recursos propios para el pago de los débitos externos.

``Lo que pasará en 1999 en América Latina dependerá de lo que ocurra con Brasil y Venezuela'', resumió Thomas Trebat, director de mercados emergentes de Citicorp Securities.

La interrogante que centró la reunión de expertos, celebrada en el Consejo de las Américas, fue la de ``si el colapso económico se avecina, se podrá evitar, o ya está aquí''.