La Jornada 12 de septiembre de 1998

Luz verde en la Cámara a evaluar el expediente Starr

Sólo para adultos

Fue en el pasillo sin ventanas que conecta la Oficina Oval con el estudio privado del presidente en donde, en algunas ocasiones en el baño, Monica Lewinsky le ``hizo'' sexo oral a Bill Clinton, dice el informe de Kenneth Starr.

El detalle gráfico y explícito del informe escandalizó a muchos, mientras reporteros televisivos y radiales buscaban cómo informar sin expresar su incomodidad por el contenido del documento.

Incluso, un servicio nacional de información electrónica colocó una advertencia, por primera vez en su historia, alertando sobre el contenido sexual explícito en el site donde publicaba el informe en Internet.

Esta película sobre el presidente estadunidense, al parecer, es ``sólo para adultos''.

Diez encuentros sexuales en la Casa Blanca son descritos por Lewinsky en el informe, incluyendo uno en el que un puro se usó como objeto sexual y otro en donde Clinton ``recibía'' sexo oral mientras hablaba por teléfono con legisladores.

Entre noviembre de 1995 y marzo de 1997, Lewinsky describe los encuentros sexuales, en los cuales, según ella, Clinton participó al acariciarle los senos y la vagina, aunque la joven de 25 años sostiene que el el presidente, 30 años mayor, logró llevarla al orgasmo sólo en dos ocasiones.

Starr argumenta en su informe que fue obligado a describir con lujo de detalle estos encuentros para comprobar que Clinton mintió cuando afirmó no haber tenido relación sexual con Lewinsky.

Según el fiscal, Clinton reconoció sólo que hubo sexo oral por parte de la joven, pero que él nunca participó en tocarla en sus partes intimas, y por lo tanto, que no hubo una relación sexual.

Así se abre el último capítulo de lo que sólo podría ser calificado como una novela pornográfica: la relación sexual se inicia el miércoles 15 de noviembre de 1995, cuando Clinton invita a Lewinsky a reunirse con él en la Oficina Oval.

Por temor a ser descubiertos, pasan al pasillo y ``ella practica sexo oral al presidente en el pasillo afuera de la Oficina Oval'', informa Starr, y añade que Clinton toca las partes íntimas de su joven voluntaria.

Lewinsky parecer tener una memoria notable: ofrece detalles de sus actos sexuales en fechas exactas.

Starr describe otra ocasión, 31 de marzo, cuando el presidente es quien toca partes íntimas de Lewinsky y cuando se utilizó un puro como objeto sexual; el informe es explícitamente detallado en esta parte.

El domingo de pascuas sería el último encuentro sexual hasta nueve meses después --Lewinsky es trasladada al Pentágono por asesores que sospechan de sus contactos presidenciales--, pero es invitada nuevamente a la mansión presidencial en febrero de 1997, día en que se pone el ahora famoso vestido azul que nunca lavaría.

El FBI ha confirmado que la mancha de semen que el vestido contiene es del mismo material genético que el presidente.

El último encuentro es en marzo, aunque Lewinsky afirma que en agosto y en diciembre se besaron en la Oficina Oval.

También, sostiene Starr, tuvieron unas 15 sesiones de ``sexo telefónico''.

Según una amiga de Lewinsky, el presidente le dijo a la joven que después de cumplir su periodo presidencial no estaba seguro de si seguiría casado con Hillary Rodham, lo cual fue interpretado por Lewinsky como la posibilidad de continuar su relación íntima con Clinton.

En varias ocasiones, el presidente llamó ``dulzura'', ``baby'' o ``querida'' a la joven.

Estos corresponsales investigan si el puro utilizado fue cubano, y si lo compró el presidente Clinton, lo cual podría constituir un crimen sujeto a la destitución, ya que sería una violación del Acta de Comercio con el Enemigo y podría ser considerada una traición a la patria. (Jim Cason y David Brooks, corresponsales)