Relaciones bilaterales Canadá-México
Un colonialismo ``eficiente''
Andrew Delisle, quien recientemente intentó instalar campamentos de trabajo en Oaxaca para confeccionar souvenirs y baratijas iroquois, es parte de un programa conjunto Canadá-México para enviar indígenas a México a que pacifiquen a los indígenas ahí. Lo principal es que se formen una mejor opinión del gobierno mexicano. Delisle trabaja con el Instituto Canadiense de Solución de Conflictos y con los menonitas de Canadá, que a su vez reciben financiamiento de la Agencia Canadiense de Desarrollo Internacional, ACDI (Canadian International Development Agency).
Hay gente que piensa que esto encubre algo más. En la superficie, los indígenas canadienses están llegando a México para construir una relación y un entendimiento mejores entre los indígenas mexicanos y el gobierno. Su trabajo se centrará en los mayas que al presente están siendo masacrados por las fuerzas militares y paramilitares del gobierno mexicano. En Canadá el programa es manejado por los Departamentos de Relaciones Exteriores y de Comercio Internacional. El responsable es Blaine Favel, nuevo Embajador Indígena Itinerante del gobierno canadiense, pero la Asamblea de Primeras Naciones está dividida a este respecto.
Por un lado Dale Booth trabaja con los gobiernos canadiense y mexicano para impulsar el desarrollo económico con los mexicanos, y Andrew Delisle recibe el visto bueno para su proyecto por parte de algunas autoridades indígenas. Tanto Delisle como Booth piensan que negocios son negocios y que la política nada debe interferir. Otros no creen que los indígenas mexicanos reciban maltrato alguno. ¿No es esto como venderle cámaras de gas a Hitler?
La otra parte de la Asamblea de Primeras Naciones no quiere tener que ver nada con el gobierno mexicano porque no existen garantías de que los indios se vayan a beneficiar. Casi todo el dinero se lo quedarán los intermediarios aliados al pri, el partido dominante en México. Se dice que no entra dinero a México sin que el pri se quede con algo.
El proyecto ACDI está encabezado por Susan Brown, de Ottawa. Quizá alguien debe llamarle y ofrecer más datos de todo esto.
Parece que el Instituto Canadiense de Solución de Conflictos se encuentra en la Universidad de Saint Paul, en Ottawa. Se dice que hace unos meses el gobierno canadiense envió al Instituto Canadiense de Solución de Conflictos a Kahnawake (una importante comunidad mohawk) a resolver un conflicto entre el pueblo de Kahnawake y Andrew Deslile, por su propuesta de explotación de los indígenas en Oaxaca. Qué pasa entonces con el proceso tradicional de resolución de conflictos en la Casa Larga, sede de las autoridades. ¿No deberían ser los propios mohawk quienes resolvieran sus conflictos?
Ahora el gobierno canadiense tiene la brillante idea de que ACDI use dinero de sus Fondos para Construir la Paz en que la gente acepte el proyecto de Deslile, algo vehementemente denunciado por el pueblo mohawk. ¿Por qué se mantuvo secreta la resolución de conflictos en Kahnawake? Durante su estancia en Kahnawake, ACDI impulsó la idea de enviar a gente a que ayudara a los mayas y otros pueblos indios a entender mejor al gobierno mexicano, a no estar tan enojados con éste. De haberse sabido esto en Kahnawake no se habría aceptado.
Hace unas semanas un montón de ongs se reunieron para obtener de ACDI fondos para sus propios proyectos consentidos en México. Jack Saada, quien dirigiera la delegación de Miembros del Parlamento canadiense que viajó a México piensa que es buena idea frenar el derramamiento de sangre impulsando un programa de desarrollo económico indígena a indígena. Pero todo mundo sabe que el dinero parará en bolsillos priístas de una forma o de otra, así que México lo apoya totalmente. Si existe la duda de que los indios estén muriendo ¿por qué enviar dinero? Ya no pueden ser más pobres. Nelson Mandela dijo: ``las sanciones no afectan sino a los pobres. Pero sin sanciones seguiríamos con cadenas''.
Algunos piensan que toda la operación no es más que una red de espías emplazada para obtener información para el gobierno y hacer una gran bola de nieve de tal suerte que cuando el ejército trate de matar a los militantes y a los extremistas, la demás gente no sepa a quien apoyar. Puede ser una campaña de desinformación para confundir a la gente y prepararla para la masacre. Cuando llegue el ejército al pueblo, nadie sabrá como responder.
ACDI apoya todo proyecto que impulse los objetivos de relaciones exteriores. Otorgan grandes sumas a las iglesias que hacen proselitismo entre los pueblos indígenas en los campamentos de abasto alimenticio. Y mientras ellos comen, los dictadores se quedan con la tierra de los desplazados. Estas iniciativas están en sincronía con los objetivos de relaciones exteriores de Estados Unidos. Lo terrible es que algunos participantes creen de verdad que están ayudando. Después del esquema de Joe Norton y Blaine Favel en Oaxaca y algunas operaciones en Nicaragua, lo que vemos es que el ``Negocio Indígena'' se está usando como señuelo para chupar iniciativas indígenas en el hemisferio que de otra manera irían por su propio camino. No se nos olvide que meter al ejército a que dispare sobre la gente es una forma burda de colonialismo que perturba a la opinión pública, es algo sucio que provoca resistencia. El modo canadiense es mucho más efectivo y más mortífero hacia la resistencia --vean que triste es Canadá con quienes resisten. Hoy Canadá acomoda a sus víctimas indígenas mediante programas de pacificación y lavado de cerebros. Aísla a aquellos a quienes desea convertir y les paga para que le hagan el trabajo sucio. ¿De qué se trata todo esto? ¿Hay alguien que pueda añadir algo?
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