La Jornada 12 de septiembre de 1998

¿Hasta la vista, amigo?

Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 11 de septiembre Ť La inestabilidad política en Washington fue alimentada hoy cuando el informe Starr fue hecho público y colocado en decenas de direcciones en la red Internet, y se inició así el gran debate sobre si las acusaciones del fiscal independiente documentan ``altos crímenes'' del presidente por los cuales debe ser destituido, o sólo una aventura sexual más del ocupante de la Casa Blanca.

La Cámara de Representantes votó esta mañana a favor de difundir cibernéticamente el informe de 445 páginas del fiscal independiente Kenneth Starr, y también ordenó al Comité Judicial empezar la evaluación del documento para determinar si hay suficientes bases para considerar el comienzo de un procedimiento de destitución del presidente.

Con este voto, de 363 contra 63, se dio el primer paso en lo que podría llegar a una crisis constitucional en este país.

``Este es el comienzo de un largo ascenso a una empinada montaña. Nadie de nosotros la anticipa con placer'', comentó el presidente del Comité Judicial, Henry Hyde, al recibir su copia del informe.

El titular del Comité de Reglas, Gerald Solomo,n señaló por su parte que ``esta comunicación del fiscal independiente embarca a esta institución en un proceso grave y profundo''.

El informe de Starr contiene 11 cargos que, sostiene el fiscal, constituyen violaciones en cuatro rubros --perjurio, obstrucción de justicia, influir testigos y abuso de poder-- que son bases para una destitución del presidente.

Como se sospechaba, el informe se centra casi por completo en el caso Lewinsky, con lujo de detalles íntimos.

Sólo se difundió el informe formal de Starr, ya que el Congreso determinó este viernes que las 2 mil paginas de apéndices y 17 cajas de documentos de apoyo no serán difundidas antes del 28 de septiembre, para permitir que todo material inapropiado para su difusión pública sea retirado.

De inmediato, los medios de comunicación estadunidenses inundaron las ondas audiovisuales con lecturas de secciones sobre sexo oral y manual, y con ello el mundo desapareció.

Esta es la única noticia en el universo y, gracias a la red Internet, todo el que quiso se enteró del contenido de informe en los mismo momentos que lo hizo también la Casa Blanca.

Una cierta histeria prevaleció hoy en esta capital, con cada lectura del informe, con las risas nerviosas al descubrir un detalle salaz, con los nervios sin risa de políticos que ven potencialmente afectado su futuro, con mil y una interpretación del impacto del documento.

La Casa Blanca emitió una primera respuesta aun antes de que se difundiera el informe esta tarde, y poco después los abogados personales de Clinton, David Kendall y Charles Ruff, se presentaron ante los medios y difundieron una respuesta de 78 cuartillas.

Kendall dijo tajantemente que el presidente no cometió perjurio, no obstruyó la justicia, no intentó influir en testigos y no abusó de sus poderes en este caso, y por lo tanto, ``no hay evidencia para la destitución'' del presidente.

``Estos alegatos... no son otra cosa que una colección de las acusaciones del fiscal'', dijo Kendall.

Afirmó que lo único que paso aquí fue que ``un hombre intentó mantener en privado una relación inapropiada'', algo que reconoció y por lo cual se disculpó.

Señaló que los detalles sexuales gráficos del informe no son más que un intento ``para humillar, avergonzar y dañar políticamente al presidente; esto es personal y no destituible''.

Poco antes, el vocero de la Casa Blanca había afirmado que la falla personal en el comportamiento del presidente ``no constituye traición, soborno y altos crímenes... que podrían justificar la destitución del presidente de Estados Unidos''.

Los abogados presidenciales sostuvieron que Clinton terminó su relación con Lewinsky ``porque sabía que estaba mal'' y no por temor a estar a punto de ser desenmascarado por Starr.

Y el mandatario insiste en no haber cometido perjurio, ya que para él fueron juegos sexuales y no relaciones sexuales las que mantuvo con la joven.

En todo caso, algunos en esta capital dicen sentirse asqueados con el escándalo y su profusa difusión.

``Es asqueroso, repugnante'', declaró el representante republicano Tom Davies cuando habló sobre el informe Starr.

``La imagen es devastadora; si todo se comprueba, es algo terrible'', añadió el legislador Charles Canady, miembro del Comité Judicial.

Otra disculpa de Clinton, esta vez con Lewinsky

El día comenzó con una disculpa más del presidente, por primera vez dirigida a Monica Lewinsky y su familia.

En un desayuno de ``oración'' con líderes religiosos esta mañana, Clinton reconoció que ``he pecado'' y ``me es importante que todos los que han sido heridos conozcan que la pena que ahora siento es genuina: primero y más importante, mi familia, también mis amigos, mi equipo, mi gabinete, Monica Lewinsky y su familia y el pueblo estadunidense''.

Sin embargo, el presidente también instruyó a sus abogados a montar una ``defensa vigorosa'' ante las acusaciones del informe Starr.

A pesar de que los funcionarios de la Casa Blanca están intentando decir ``bueno, ya ocurrió esto, y ya es tiempo de regresar a trabajar en el negocio de gobernar este país'', pocos pueden ocultar su ansiedad.

Una ceremonia oficial en los jardines de la Casa Blanca sirvió esta tarde como escenario en el cual se presentó Hillary Clinton, el vicepresidente Al Gore, una decena de legisladores, varios altos funcionarios y la ovación de decenas de simpatizantes demostró apoyo en este día miserable para la presidencia, aunque nadie mencionó la noticia del día.

Esta mañana, un visiblemente cansado vocero presidencial Mike McCurry aseguró que Clinton no recibe tratamiento médico mental alguno relacionado con la tensión que experimenta desde hace varios meses.

La prensa presionó a McCurry para que informara si el mandatario había solicitado algún tipo de asesoramiento, pero el portavoz afirmó que sólo ha recibido ``respaldo pastoral''.

Mientras tanto, en las pantallas de computadoras por todo el país y en las esquinas del globo se sigue la lectura intensa de 445 páginas sobre un escándalo personal --una relación sexual durante 18 meses que se inició entre Clinton y Lewinsky en noviembre de 1995-- que podría crear una crisis constitucional en el ultimo superpoder del mundo.


Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 11 de septiembre Ť El fiscal independiente Kenneth Starr acusa a Bill Clinton de haber cometido perjurio en sus declaraciones bajo juramento sobre sus relaciones sexuales con Monica Lewinsky, de tratar de influir en el testimonio de otros testigos, de abuso de poder y de obstrucción de la justicia en un informe hecho público este viernes que contiene evidencia de 11 crímenes que podrían constituir ``las bases para destitución'' del presidente de Estados Unidos.

``El presidente ha seguido una estrategia de engañar al pueblo estadunidense y al Congreso desde enero de 1998, demorando e impidiendo la investigación criminal durante siete meses y engañando al pueblo estadunidense y al Congreso en agosto de 1998'', escribe Starr en su informe.

El muy anticipado documento de 445 páginas, que Starr entregó al Congreso esta semana, será evaluado ahora por el Comité Judicial de la Cámara de Representantes para determinar si el Congreso de- bería comenzar una investigación formal sobre la destitución.

El artículo II de la Constitución de Estados Unidos establece que el presidente deberá ser destituido si es declarado culpable de ``traición, soborno, u otros altos crímenes o fechorías''.

El debate que se llevará a cabo en las próximas semanas girará en torno a si los cargos presentados por Starr cuentan con suficiente evidencia para ameritar la destitución del mandatario.

Si el Comité Judicial decide que existen suficientes pruebas para empezar una investigación formal sobre la destitución, preparará un informe que será presentado ante el pleno de la Cámara para su voto de aprobación.

Si la Cámara aprueba recomendar la destitución del mandatario, bajo el procedimiento constitucional el Senado asume la responsabilidad de enjuiciar al presidente --en un proceso encabezado por el jefe de los jueces de la Suprema Corte-- y votar sus conclusiones (se requiere el voto de dos tercios de los miembros del Senado para la destitución).

Pero todos los lados en esta disputa reconocen que la primera fase de este procedimiento podría tardar meses.

Hoy, los legisladores, junto con todo el mundo oficial de esta capital, se dedicaron a la lectura del informe Starr.

Gran parte del documento consiste en detalladas descripciones del testimonio de Clinton sobre su relación sexual, y detalles gráficamente explícitos de 10 ``encuentros'' sexuales que Lewinsky describió a los investigadores.

La joven declaró al gran jurado y al equipo de Starr que confió su aventura con Clinton, de quien dijo estar enamorada, que se confió a unas 11 personas diferentes, a veces dando muchos detalles.

Todas esas personas fueron interrogadas por el fiscal independiente.

Pero no son los encuentros sexuales los que en sí son considerados como ``bases'' para la destitución.

Starr alega que el presidente debería ser destituido por mentir en cinco ocasiones diferentes durante sus declaraciones bajo juramento ante un gran jurado cuando negó haber tenido una relación sexual con Lewinsky.

``Yo nunca he tenido relaciones sexuales con Monica Lewinsky. Nunca he tenido una relación con ella'', declaró Clinton en enero de 1998 al un gran jurado.

Pero Starr, quien justifica incluir detalles muy explícitos de la relación para comprobar lo que asegura son las mentiras de Clinton, presenta los testimonios en donde Lewinsky describe sus 10 ``encuentros'' sexuales.

El informe también reveló por primera vez que el Buró Federal de Investigaciones (FBI) determinó que el semen en el famoso vestido azul de Lewinsky sí fue de Clinton.

``Las probabilidades de que el semen en ese vestido no era del presidente son una en 7.87 trillones'', dice el informe.

Además de los cinco cargo de perjurio, Starr argumenta que Clinton intentó influir en el testimonio de Lewinsky y otros que podrían ser llamados a comparecer ante el gran jurado en este caso.

Entre otras cosas, Starr señala que el presidente ``usó'' una declaración jurada falsa de Lewinsky --hecha en enero en el caso civil de Paula Jones contra Clinton-- ``en un intento por evitar preguntas'' del gran jurado sobre la joven ex pasante de la Casa Blanca.

Destaca que Clinton intentó obstruir la justicia ayudando a la joven a obtener un trabajo en Nueva York, que le estaba consiguiendo su amigo Vernon Jordan, cuando ``ella habría sido un testigo perjudicial para él si decía la verdad en el caso de Paula Jones''.

El informe presenta el caso del fiscal contra el mandatario al sostener que ``el presidente Clinton mintió bajo juramento en una indagatoria civil cuando era un acusado en una demanda legal de hostigamiento sexual (en referencia al caso de Paula Jones)''.

Agrega que ``mintió bajo juramento ante un gran jurado'', así como también ``intentó obstruir la justicia al facilitar un plan de un testigo para rehusarse a obedecer una orden de comparecencia... mintió a testigos potenciales sabiendo que ellos repetirían esas mentiras ante el gran jurado, y participó en un patrón de conducta que fue inconsistente con su deber constitucional de ejecutar fielmente las leyes''.

Un caso fuerte

El informe difundido públicamente este viernes es el intento de un fiscal de presentar el caso más fuerte posible contra el acusado, quien en este asunto es el presidente de Estados Unidos.

No está en disputa que dos personas hayan tenido lo que casi todos considerarían una relación sexual, pero todos están de acuerdo en que eso no será la base para un procedimiento de destitución; lo único que tiene que definir el Congreso es si Starr ha demostrado que Clinton intentó engañar o entorpecer un proceso legal y si estas acciones son suficientemente serias como para destituir a un presidente.

El Comité Judicial, y la Cámara en su conjunto, son los únicos, bajo la Constitución, que tienen el deber y el derecho de determinar si existen las bases para un procedimiento de destitución.

El manejo de este asunto, y el destino político del presidente, ahora está en manos de los legisladores.


Zedillo, uno de varios líderes mundiales presentes durante las aventuras sexuales

``La visita de Zedillo'' es una de las subcabezas en el informe del fiscal independiente sobre el comportamiento sexual del presidente y su supuesto intento para encubrirlo difundido este viernes al mundo.

El presidente Ernesto Zedillo, como tantos de sus colegas de varios países del mundo (incluyendo a Tony Blair, de Inglaterra; Boris Yeltsin, de Rusia), tuvo el privilegio de estar presente con Bill Clinton cuando éste fue interrogado incesantemente por lo medios sobre su relación sexual con Monica Lewinsky.

Algunos de estos líderes mundiales estaban en la Casa Blanca en momentos de contacto íntimo entre Clinton y Lewinsky, incluido el primer mandatario mexicano.

Según el informe de Starr, ``el jueves, 13 de noviembre, mientras Ernesto Zedillo, el presidente de México, estaba en la Casa Blanca, la señorita Lewinsky se reunió muy brevemente con el presidente Clinton en el estudio personal''.

Poco después, el ``presidente por fin se reunió con la señorita Lewinsky en el estudio, donde permanecieron solos un minuto o dos''.

Starr describe que Lewinsky le entregó un regalito a Clinton y ``también le mostró un correo electrónico describiendo los efectos de mascar mentas Altoid antes de tener el sexo oral. La señorita Lewinsky estaba mascando mentas Altoid en ese momento, pero el presidente respondió que no contaba con suficiente tiempo para sexo oral. Se besaron, y el presidente salió apresurado hacia una cena de Estado con el presidente Zedillo''.

En ese momento, Lewinsky había solicitado una reunión urgente con Clinton durante una semana; llegó, conducida por la secretaria personal del presidente, por las escaleras de una entrada trasera de la mansión presidencial a fin de no ser vista por otros empleados. (Jim Cason y David Brooks, corresponsales)