La Jornada sábado 12 de septiembre de 1998

Fernando Benítez
Buenas y malas noticias

Ayer nos lamentábamos de una prolongada sequía y de campos arrasados por el fuego. Hoy nos lamentamos de sufrir un diluvio sin aaarca de Noé.

Ya son más de 70 muertos por las lluvias en todo el país. Sólo en Chiapas hay 57. Mientras, el Servicio Meteorológico anuncia dos tormentas que amenazan a las costas del Pacífico y del Golfo de México.

En Chiapas no hubo aguaceros o lluvias, sino huracanes y tempestades. Todos los ríos furiosos se desbordaron. Los caminos y carreteras se transformaron en ríos de lodo que arrastraban todo a su paso. Millares de campesinos y sus familiares aguardan en los techos de sus casas un auxilio que no llega, que no es fácil que llegue. Los pescadores ayudaron un poco en el rescate, hasta que la gasolina de sus lanchas se agotó.

Ahora ya no se trata de la guerra o de las masacres, sino de una catástrofe natural que ha devastado Chiapas, frente a la ausencia de un adecuado plan de prevención de desastres.

Pero en medio de tan malas noticias, nos complace mucho que el EZLN haya aceptado la invitación de un diálogo con la sociedad civil, para analizar las propuestas en torno a la realización de la consulta nacional sobre la reforma constitucional en materia de derechos y cultura indígenas.

Esperamos que este sea un paso adelante para alcanzar la paz en Chiapas.