La Jornada 11 de septiembre de 1998

No habrá control de cambios ni ajuste de metas económicas, sostienen Gurría y Ortiz

Antonio Castellanos y Roberto González Amador Ť A pesar de que la turbulencia en los mercados internacionales repercutió en una drástica caída de la bolsa y en una depreciación del peso, no provocará que el gobierno federal imponga el control de cambios. No hay ningún proyecto para controlar los flujos de capital, precisaron en conferencia de prensa José Angel Gurría y Guillermo Ortiz, secretario de Hacienda y gobernador del Banco de México, respectivamente.

De manera conjunta convocaron a una reunión en el salón Panamericano de Palacio Nacional para intentar tranquilizar a los inversionistas. Explicaron que el impacto en los mercados accionario y de cambios no provocará una sangría permanente de las reservas internacionales, y aseguraron que se mantienen las expectativas de lograr este año un crecimiento económico de entre 4.5 y 5 por ciento con una inflación de 12 por ciento.

Gurría subrayó que el peso se ha depreciado en una proporción que no corresponde con los indicadores más recientes sobre el crecimiento económico de 5.4 por ciento en el primer semestre, la generación de empleos y el aumento de la inversión. Sin embargo, admitió que sería ingenuo pretender que México no se ve afectado por la volatilidad financiera del exterior.

Reconoció que se ha provocado una crisis inédita a escala mundial, y ello presentará dificultades al comportamiento de la economía mexicana en lo que resta de 1998. ``El esfuerzo será mayor, no cabe duda, pero saldremos adelante sin necesidad de recurrir a créditos con el Fondo Monetario Internacional, con el cual tenemos abierta una línea de apoyo financiero'', dijo.

Ortiz, a su vez, aseguró que la inestabilidad financiera está provocada por factores externos, por lo que las autoridades mexicanas lo único que pueden hacer es tratar de minimizar esos choques y es lo que continuarán haciendo en el futuro.

Mencionó que un régimen de tipo de cambio libre no obliga al gobierno a defender un determinado nivel de tipo de cambio, por lo que el banco central no está sujeto a una sangría constante y previsible de la reserva internacional de divisas.

El gobernador del Banco de México consideró que la inestabilidad puede continuar en los próximos días, por lo que anunció que la institución seguirá proveyendo liquidez al mercado --que fue lo que hizo ayer al intervenir directamente con 278 millones de dólares-- y tratará de reducir la volatilidad en la medida de lo posible. Manifestó que el banco emisor buscará mantener el máximo orden posible en los mercados.

El secretario de Hacienda insistió en que la ``economía va bien. Por ello no modificaremos nuestras proyecciones para fin de año y que coinciden con los principales analistas nacionales y extranjeros''.

Sin mencionar al Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa), Gurría planteó la necesidad de cerrar capítulos que, si se posponen, agregan a elementos negativos a los mercados. Al respecto puntualizó que hay ``señales de algunos partidos para cerrar esos capítulos y fortalecer al sistema financiero frente a la volatilidad foránea''.

Gurría y Ortiz coincidieron en que es difícil prever cuánto va a durar esta crisis. No se puede predecir qué va a pasar mañana en el mercado de Brasil, en Rusia o Venezuela; en Estados Unidos hay problemas internos que han provocado sacudidas a los mercados y que se reflejan en América Latina.

De lo que ya no hay duda, agregaron, es que el mercado está contaminado. Es el momento de ser cautelosos y prudentes en la política fiscal y monetaria. Para ello informaron que se mantendrán atentos a la evolución de las bolsas a fin de atemperar los efectos en México, particularmente en lo que se refiere al tipo de cambio.