CLASE POLITICO Ť Miguel Angel Rivera

En el estruendo que ocasionan asuntos como Fobaproa y Chiapas, muy pocos se han percatado de que el paquete legislativo para el actual periodo ordinario de sesiones del Congreso de la Unión incluye una ley de cinematografía que, en otras circunstancias, llenaría los mejores espacios de los medios informativos.

En la actualidad, sin embargo, ese proyecto de ley ha pasado a segundo plano, injusto e incongruente, porque de la industria cinematográfica viven miles de personas en nuestro país y genera un importante ingreso en divisas.

Tal vez por estas circunstancias de marginación, la mencionada iniciativa no ha sido revisada con detalle por los legisladores federales y ni siquiera por sus propios promotores, los trabajadores del cine y de la televisión, quienes serán, en primer término, los beneficiarios o afectados.

Como muchas otras iniciativas, los propósitos de la nueva ley en materia de cinematografía resultan a simple vista altamente positivos, pero sometidos a un riguroso análisis jurídico se encuentra que son más los problemas que generaría que aquéllos que pretende solucionar.

Por ejemplo, los juristas que han examinado la iniciativa --que, por otra parte, está respaldada por connotadas figuras del medio artístico, como la diputada del PRD María Rojo-- señalan en principio que invade terrenos que corresponden a otras leyes, como la Federal de Competencia Económica, de Comercio Exterior, de Derechos de Autor, la Federal del Trabajo y la de Radio y Televisión.

En razón de los nobles propósitos de la iniciativa, dicen los conocedores, más valdría revisarla de nuevo antes de presentarla para su aprobación ante las cámaras del Congreso de la Unión, lo cual está programado para la semana venidera.

La cosecha

El senador nayarita José Luis Medina Aguiar, quien era el encargado del centro de informática del Senado de la República, además de integrante de otras comisiones legislativas, fue promovido a presidente de la Comisión de Fortalecimiento al Federalismo, que desempeñaba el ahora secretario de Desarrollo Social, Esteban MoctezumaÉ Su anterior responsabilidad quedó a cargo del senador tamaulipeco Marco Antonio Bernal, quien tiene vínculos muy cercanos y al mismo tiempo añejos con MoctezumaÉ En noviembre se realizarán elecciones de presidentes municipales y diputados locales en Michoacán, lo cual representa un enfrentamiento directo entre PRI y PRD, partido que detenta la mayor parte de las alcaldías, aunque el tricolor tiene el gobierno del estado y mayoría en el Congreso. De acuerdo con los analistas locales, los resultados de los próximos comicios dependen mucho de la tarea del equipo del gobernador Víctor Manuel Tinoco Rubí, en el cual destacan dos hermanos que han librado las acusaciones de nepotismo: Jorge y Antonio García Torres, procurador de Justicia el primero y secretario general de Gobierno el segundo. A la lista se debe agregar al secretario de Educación, Juan Benito Coquet, quien tiene la responsabilidad de negociar con la beligerante sección 18 del SNTEÉ En Michoacán también se producen fenómenos de disidencia interna, que cada vez se vuelven más comunes, y uno de los focos principales es Zitácuaro, la tierra del gobernador Tinoco, donde el experimentado político Concepción Orihuela tiene reconocida influencia popularÉ

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