``Somos miembros distinguidos del sindicato de gobernadores''
Antonio Vázquez, enviado, Puebla, Pue., 6 de septiembre Ť Con la convicción de que en un proceso abierto y democrático, y con reglas claras, él será el candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la Presidencia de la Repú-blica para el año 2000, Manuel Bartlett sostuvo que ``en este momento no hay más candidatos que yo y Roberto Madrazo y no hay mayor problema, ya que los dos somos miembros distinguidos del sindicato de gobernadores''.
Al clausurar los trabajos del seminario Canacintra y el periodismo, que se realizó en esta ciudad, el que fuera secretario de Gobernación durante la administración de Miguel de la Madrid señaló que la citada caída del sistema y las imputaciones que se le hacen por su presunta participación en el asesinato del policía antinarcóticos estadunidense Enrique Camarena, ``son vaciladas'' y una invención total; el triunfo de Salinas fue legítimo y nadie puede demostrar lo contrario.
Con más de cuatro décadas de actividad política y con la vista puesta ahora en la candidatura presidencial de PRI para el año 2000, Bartlett afirmó: ``No me iré por la libre'' en caso de no resultar electo como abanderado de su partido para ese proceso electoral. ``Andarse cambiando de partidos o de cachuchas es una incongruencia que yo no voy a cometer'', aseguró.
En la baraja política Bartlett se consideró a sí mismo como un as. Sin embargo, admitió que existen otros tres que, después de él, también tendrán posibilidades: Roberto Madrazo Pintado; Francisco Labastida Ochoa, de quien, dijo, resolverá la situación en Chiapas, y José Angel Gurría.
Fuera de ellos no dio posibilidad a nadie más de poder asumir esta importante responsabilidad política porque, sostuvo, ``a la Presidencia no se llega a aprender. La política demanda estudios, conocimiento, preparación y experiencia''. Y remató: ``Quien aspire a la Presidencia de la República no puede ser quien atienda un changarro. Eso es populismo''.
Durante la reunión, realizada en el palacio de gobierno, Bartlett escuchó los cuestionamientos de los reporteros. ``Preguntaron lo que quisieron y él, con toda habilidad, les respondió lo que quiso'', señaló Vicente Yáñez Solloa, presidente nacional de la Canacintra.
Y es que en la larga sesión de preguntas y respuestas sólo dos temas incomodaron al mandatario estatal. La caída del sistema en 1988 y las acusaciones que en su contra hizo la DEA en el caso del agente antinarcóticos estadunidense Enrique Camarena.
Con rostro adusto, Bartlett recurrió a toda su experiencia para enredar a los reporteros y terminar cuestionándolos sobre si tenían pruebas o lo creían tan ``perverso'' como para desconectar un equipo computarizado de información y provocar la caída del sistema.
Otro punto en el que Bartlett no dudó fue al advertir que el gran error de este país es que el PRI haya perdido la mayoría en el Congreso. Y agregó: ``El peor desastre político que le podría pasar al país en el ámbito social sería que ganara la derecha''.
Por ello rechazó la aplicación de políticas y modelos neoliberales y se manifestó a favor de mantener esquemas acordes con el desarrollo social de la nación. No se trata, dijo, de sostener un Estado gordo o con una burocracia excesiva.
La sesión de preguntas y respuestas se realizó después de una cena que ofreció el mandatario estatal a los representantes de los medios. Ya entrada la noche, Bartlett comentó en tono irónico: ``Ustedes me dicen hasta dónde. A mí, tiempo es lo que me sobra''.
Surgió entonces la pregunta de un reportero en relación con el Fobaproa. Bartlett señaló que tal pareciera que en el Congreso existen voces de algunos partidos políticos que muestran que en vez de estar interesados en sacar adelante este tema, pretenden exprimirlo con fines políticos y electorales.
Dijo que la Cámara de Diputados se ha convertido en un happenning y que algunos grupos explotan el tema en función de intereses muy particulares en este ``gran circo de ambiciones electorales''
Se le preguntó si estaría dispuesto a incluir en su equipo de trabajo, en caso de llegar a la Presidencia de la República, a integrantes de otros grupos políticos. Soberbio, respondió que si bien nadie gobierna solo, pensar en la posibilidad de incluir en su equipo de trabajo a los mejores hombres de otros partidos sería absurdo.
Al término de la reunión admitió que en su partido hay diferencias, pero afirmó que no existen enfrentamientos entre políticos y tecnócratas y que su confianza por obtener la candidatura del PRI a la Presidencia de la República y de obtener el triunfo viene del contacto permanente que sostiene con la base del tricolor.