Nada tuve que ver con violaciones a derechos humanos, asegura Pinochet
Ap, Afp y Reuters, Santiago de Chile, 6 de septiembre Ť El ex dictador chileno Augusto Pinochet dijo no tener ``nada que ver'' con las violaciones de derechos humanos durante su gobierno de facto, entre 1973 y 1990, en una entrevista difundida hoy por el diario El Mercurio, a unos días de que se cumplan 25 años del golpe militar que lo llevó al poder.
Pinochet sostuvo que no tiene manera de ayudar a aclarar el paradero de más de mil personas que desaparecieron tras ser detenidas por agentes de seguridad de su gobierno militar.
``¿Por qué voy a estar yo en eso si no tengo nada que ver con los derechos humanos? Yo le he preguntado a gente amiga mía, pero nadie sabe nada. ¿Cree que me he quedado callado?'', afirmó el ex dictador, que a los 82 años de edad sigue en actividad como senador vitalicio.
Señaló que las críticas que recibe por las violaciones a los derechos humanos son ``la acusación más injusta que le hayan hecho a un hombre''. ``Cuando tuve algún problema de criminalidad, pasé todos los hechos a la justicia'', agregó.
Interrogado sobre si los abusos fueron responsabilidad de sus subordinados, respondió que ``eso es otra cosa. Yo no sé si los hubo o no los hubo, es un problema que escapaba de mis manos'' , pero aseguró que ``no tengo ningún problema de conciencia. Si lo tuviera, lo diría''.
Según un informe oficial del gobierno que sucedió a la dictadura, durante los 16 años y medio de gestión de Pinochet, más de 3 mil personas fueron muertas por motivos políticos y mil 102 están desaparecidas, en tanto miles fueron torturadas y obligadas a partir al exilio.
Consultado sobre si los diez años de gobierno civil han sido como los imaginaba, Pinochet respondió: ``En gran parte sí'', aunque no ocurrió el caos que había vaticinado. En cambio, dijo que hubo persecución contra los militares, y citó en este sentido el caso del brigadier Mario Lepe, cuyo ascenso a general fue negado por el gobierno ante la sospecha de que estuvo involucrado en el asesinato del diplomático español Carmelo Soria, en 1976.
Sobre su reciente acuerdo en el Senado para cambiar el día festivo del 11 de septiembre --aniversario del golpe militar contra el presidente constitucional Salvador Allende-- por un ``día de la unidad nacional'', el general aseguró que ``fue un gesto de reconciliación''. ``Era yo el que había establecido el festivo y quise ser yo el que lo derogara'', explicó.
Al final de la entrevista, Pinochet dijo que quisiera que la historia lo recordara como ``un chileno que amó a su patria y luchó por hacerla más grande. Nada más eso pido''.
Entre tanto, Chile se prepara para el último 11 de septiembre que tendrá calidad de ``festivo''. Las fuerzas armadas desistieron de los desfiles y ceremonias con que habían recordado la fecha de 1973, aunque el ejército realizará una misa ``en memoria de los caídos''.
A su vez, la Iglesia católica llamó a celebrar un acto litúrgico el 8 de septiembre por la unidad de los chilenos, al que invitaron a las máximas autoridades políticas, militares, laborales y empresariales.
Los grupos de derechos humanos y de izquierda, por su lado, tienen previsto realizar la tradicional marcha al Cementerio General, donde está sepultado Allende. La marcha pasará por la puerta del Palacio de la Moneda, donde el derrocado mandatario se suicidó mientras aviones de la fuerza aérea bombardeaban el lugar.