Los próximos dos años debemos prepararnos para vivirlos con austeridad, dice
El secretario de Hacienda, José Angel Gurría, aseguró que México puede esperar a que pase la tormenta financiera y después reanudar sus actividades regulares de mercado. Entrevistado por Ricardo Rocha, el funcionario aseguró que no es necesario cambiar la actual política económica que, dijo, ha resuelto los problemas de estabilidad y disciplina fiscal, deuda externa y bajos niveles de ahorro, aunque aceptó que el sistema financiero es un asunto pendiente.
Agregó que la iniciativa del presidente Ernesto Zedillo es la base para resolver este problema y si se llega a un acuerdo para fortalecer el sistema financiero ``creo que habremos terminado de abordar los temas que en el pasado nos causaron problemas''.
Lo que ha perjudicado a México, explicó, es que a las épocas de crecimiento ha seguido un periodo de quiebre. ``Ya reanudamos el crecimiento, hay oportunidades de empleo; en los primeros seis o siete meses del año se crearon entre 500 mil y 600 mil empleos, entre temporales y permanentes; es decir, vamos por el camino correcto. Lo que ya no podemos hacer es tener estos quiebres. El costo social es muy alto y, obviamente, amenaza la estabilidad del país; por eso se han tomado medidas; por eso nos estamos asegurando de que la transición, que ya está a la vista, sea una transición de crecimiento con estabilidad''.
Asimismo, dijo que en los próximos dos años el país deberá prepararse para vivir con austeridad, con presupuestos públicos ``muy apretados'' para preservar la planta productiva y el empleo, aunque, ``obviamente, le vamos a dar prioridad a las necesidades sociales. Habrá que escoger con cuidado qué se puede financiar sanamente y qué no''.
Gurría dijo esperar una tasa de crecimiento ``de alrededor de cuatro por ciento en los próximos dos años para asegurar que tengamos un fin de sexenio tranquilo''. Los mercados saben que ``el país ha hecho su tarea, ha recalendarizado sus pagos a largo plazo''.
En reservas, 30 mil mdd
Interrogado sobre el uso de las reservas internacionales de México --que calculó en alrededor de 30 mil millones de dólares-- el secretario de Hacienda dijo que sirven para ``resolver problemas imprevistos cuando haya una necesidad real de recursos. Lo que no podemos hacer es detener una presión enorme del exterior, que superaría varias veces el monto de la reserva disponible, ni desperdiciar nuestras reservas haciéndole frente a una coyuntura, cuando seguramente pasado el susto, de regreso a la normalidad, el tipo se va a ajustar a la realidad. El tipo de cambio se ha depreciado de manera exagerada por los acontecimientos de los últimos días''.
En virtud de las ``fortalezas intrínsecas'' de la economía mexicana, ``hemos resistido mejor la presión del exterior'', señaló Gurría, y precisó: ``Tenemos un tipo de cambio flexible que hace que no tengamos que agotar las reservas para defender una paridad que resulte insostenible''. Aseguró que la paridad sube en reacción a factores internos y externos, pero ``varias veces en el pasado nos gastamos todas las reservas dependiendo de un tipo de cambio que fijaban arbitrariamente las autoridades''.
Si el país quiere seguir exportando, señaló, el tipo de cambio no debe ser un obstáculo. ``Tenemos que preservar esta ventaja. No sé bajo que título se puedan aglutinar el esfuerzo de no endeudarse, de tener disciplina fiscal e instrumentos modernos para hacerle frente no solo a la competencia, sino también a problemas que vienen de fuera'', dijo.