La Jornada 6 de septiembre de 1998

Comenzó la invasión maya en Venecia

Una colección nunca antes vista de códices, cerámicas, pinturas y otros objetos de culto maya se exhiben a partir de hoy en el majestuoso Palacio Grassi de Venecia, recinto que aloja para esta ocasión cerca de 600 piezas precolombinas procedentes de 11 países americanos y europeos.

Los Mayas es el nombre de la magna exposición que permanecerá abierta en la ciudad europea hasta mayo próximo y que inauguró ayer, ante más de mil personas, el ministro de la Cultura de Italia, Walter Beltroni, acompañado del presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), Rafael Tovar y de Teresa, quien anunció que la muestra podría montarse en México hacia septiembre de 1999.

Es la primera vez que es reunido tal número de obras mayas y de tan valiosa factura. Muchas de las piezas exhibidas provienen incluso de recientes excavaciones.

México aportó las dos terceras partes de las piezas que se exhiben; entre las más importantes figuran dos cabezas de estuco procedentes de la tumba de Pacal, Palenque; una estela de Calakmul, cuyo peso es de siete toneladas; un Chac Mool y una lápida, ambos de Chichén Itzá, Yucatán.

La selección de las piezas trasladadas a Italia generó polémica en nuestro país, porque una curadora del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) cuestionó que se llevaran piezas de incalculable valor, que además son únicas y que formaban parte de la sala maya del Museo Nacional de Antropología.

Precisamente el Dios Lluvia (Chac Mool), de dos metros de altura, preside la muestra del Palacio Grassi, distribuida en 36 salones del elegante inmueble del siglo XVIII, que se asoma sobre el gran canal y que pertenece al grupo automotriz Fiat.

Los Mayas no sólo sorprende a los visitantes; también explica las bases de esta prodigiosa civilización que descubrió el uso del cero y aplicó dos sistemas de numeración -ambos vigesimales-, creó una cosmogonía a partir de la observación de los astros, desarrolló un complejo sistema de escritura y una arquitectura sin parangón en la historia.

La curaduría de la muestra correspondió al arqueólogo Peter Schmidt, investigador del Centro INAH-Yucatán, y a Miguel Angel Fernández, coordinador nacional de museos y exposiciones del INAH; en tanto que la propuesta museográfica fue realizada por la arquitecta Agata Torricella, del equipo técnico del Palacio Grassi.

Los Mayas se inscribe en el ciclo Las grandes civilizaciones antiguas, que promueve el recinto italiano -antes se presentaron Los Fenicios, Los Celtas y Los Griegos en Occidente- y su importancia es vital porque contribuye a ``abatir el etnocentrismo, para que no se piense que las grandes civilizaciones fueron solamente las occidentales y las de cercano oriente, sino que en América también se dieron grandes civilizaciones que se pueden equiparar con las más importantes culturas del mundo'', consideró la directora del Centro de Estudios Mayas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Ana Luisa Izquierdo.

En entrevista, la especialista aconsejó: ``Convendría retomar los valores de los mayas ahora que prima el individualismo y la tecnologización'' .

Abundó: ``Uno de los principales valores de los mayas era la comunidad, ellos estaban organizados en sociedades colectivas, donde los intereses de conjunto eran más importantes que los intereses personales, si bien existía una organización estamentaria, una élite,''.

Su religiosidad es otro de los aspectos que la especialista destaca: ``El sentido de la vida se lo daban sus propias creencias, y vivían en armonía con su entorno, pues interactuaban con la naturaleza, no la destruían.

``Al maíz, por ejemplo, le conferían propiedades sagradas, tratando cada etapa de su crecimiento como ocasión para celebrar una ceremonia religiosa.

``Es una cultura con valores humanistas que puede mejorar la vida humana, exaltarla; por eso es importante ponernos en contacto con esos valores y ayudar a concientizar a la humanidad sobre otras formas de vida y de integración a la naturaleza que están alejadas del mundo moderno.''

Ahora, cuando las manecillas del tiempo están por marcar el inicio de un nuevo siglo, los indígenas mayas luchan desde diversos frentes para preservar su cultura: los levantamientos indígenas y la creación cultural (principalmente la literaria y la plástica), son un ejemplo de ese afán, agrega Izquierdo.

``Otra forma de resistencia es la conservación de la vida doméstica y religiosa, su organización social, sus propias instituciones políticas y su normatividad al interior de la comunidad'', explica.

Por eso, internacionalizar la cultura maya, es contrarrestar posiciones racistas, recalca.

Durante la inauguración, Tovar y de Teresa dijo que los pueblos indígenas de México son ``la base esencial de su composición multiétnica y multicultural'' y que ``este valor es el sustento de un desarrollo atento a las necesidades diversas de cada grupo, respetuoso de la pluralidad y que basa la solución de sus dilemas y desafíos en el diálogo y en la participación democrática''.

Asimismo, informó que como parte de la colaboración con el ministerio de Cultura Italiano se montará en México, en junio próximo, una muestra sobre los etruscos.

En el acto inaugural estuvieron presentes el embajador de México en Italia, Mario Moya Palencia; el presidente del Palazzo Grassi, Feliciano Benvenuti, y su director, Paolo Viti; el alcalde de Venecia, Massimo Cacciari; ministros de cultura de Guatemala y Honduras, embajadores de Francia, Alemania, Holanda y Gran Bretaña, así como Giovanni Agneli, presidente honorario, y Paolo Cantarella, administrador delegado de Grupo Fiat. (Yanireth Israde)