Ahora las sirenas disponen de un arma más mortífera que su canción: su silencio
Franz Kafka
Hace algunos días tuve la oportunidad de visitar uno de los monumentos más claros y evidentes de la corrupción y podredumbre que ha sufrido este país a lo largo de lo que podríamos llamar la etapa moderna del desarrollo de la cloaca PRI-gobierno. Este monumento al que me refiero es la casa de Durazo en el Ajusco. Esa casa representa una verdadera mentada de madre para los ciudadanos de este país, pero en particular para aquéllos que vivimos en esta ciudad de México. Aunque de oídas se hayan escuchado diversas versiones acerca de la casa y su contenido, nada realmente lo prepara a uno para contemplar el espectáculo y el vergonzoso atrevimiento que permitió que un individuo fuese no sólo jefe de la policía capitalina, sino que añadiendo insulto sobre agravio, le dejó adquirir riquezas tales que culminara, entre otras cosas, a construir el ostentoso adefesio de la llamada Casa de Durazo. Mientras una gran cantidad de habitantes de la ciudad y del país se tienen que partir la madre literalmente para obtener el sustento diario de su familia, existen individuos como ése, que se atrevió a dilapidar el dinero del pueblo en alberca con mosaico veneciano, lago artificial, cavas inmensas de diversos vinos (que seguro no sabía ni pronunciar el nombre de ellos), galgos, caballos, coches de colección, pinturas y murales gigantescos y dantescos. Y pensar que la Suprema Corte de Justicia le otorgó el doctorado Honoris Causa. Deberían haber enviado al psiquiátrico al que promovió dicho acto.
El problema, sin embargo, no para ahí. Lo dramático es que la corrupción a esos niveles continúa y prácticamente se ha apoderado del modus operandi de PRI-políticos, algunos empresarios y banqueros, amén de mandos medios, quienes constantemente aparecen como otro grupo de individuos que se enriquecen en la total ilegalidad. Tenemos ahora frente a nosotros otra cloaca llamada Fobaproa, donde no sólo, como bien dice Marcos, ``se enriquecieron delincuentes disfrazados de banqueros'', sino que resulta que el PRI se benefició al grado que pudo desperdiciar recursos para mantenerse en la ilegalidad. O sea, que usó un procedimiento ilegal para poder generar la ilegalidad de comprar votos. La verdad es que el PRI da pena ajena y si no fuera por lo grave de las constantes imputaciones y transgresiones de la ley cometidas por este partido, es casi de risa su actuación y el cinismo de sus directivos tanto nacionales como locales. La verdad es que hoy desde Palacios Alcocer hasta Levín Coppel son todos parte de una comedia que no da risa. Todos ellos, pasado y presente, han sido los fabricantes de la corrupción y la miseria del pensamiento. Lo grave de todo esto es que pasan los años, digamos de Durazo para acá por ejemplo, y las corruptelas persisten. Si no hubiera sido por el proceso de pluralidad por el cual se luchó contra viento y marea, nos hubieran endilgado en un evento oficial de gran gala, tal como se anuncia en un engañoso anuncio de radio y TV, que el Fobaproa vuelto deuda pública salvó a todos los mexicanos de la miseria. Es grave ver que hoy día, muchos años después de sufrir tipos como Durazo, todavía tengamos que sufrir tipos igual o peor de corruptos, pues se esconden tras la máscara de auténticos redentores y benefactores de la sociedad mexicana.
Por esta razón, no debemos de quedarnos callados y ser cómplices con nuestro silencio de los desmanes de individuos que hay y están usando sus puestos para fines de lucro personal. Ya basta de solapar a individuos que se sirven de la nación, en lugar de servirla.