La Jornada 2 de septiembre de 1998

Zedillo: difícil, el futuro inmediato

Rosa Elvira Vargas y Mireya Cuéllar Ť En el futuro inmediato, la economía nacional se desenvolverá en circunstancias difíciles, de grandes retos y fuertes restricciones que ``debo ser el primero en advertir'', dijo el presidente Ernesto Zedillo al rendir ante el Congreso de la Unión su cuarto Informe de labores. Propuso a las fuerzas políticas del país trazar objetivos ``realistas y ambiciosos'' para lograr el crecimiento económico y, a la vez, dejar al próximo Ejecutivo de México ``las condiciones más propicias posibles para el inicio y desarrollo de su mandato''.

Bajo la premisa de que no se prevé una pronta recuperación del precio internacional del petróleo --lo que provocará este año al país la pérdida de 3 mil 500 millones de dólares por exportaciones y es equivalente a uno por ciento del PIB--, señaló que tampoco se advierte una pronta solución a los problemas causados por la inestabilidad financiera internacional.

De hecho, subrayó, los efectos más significativos de la inestabilidad sobre las econo-mías más desarrolladas ``están todavía por suceder''. Por ello, adelantó que la conducción económica nacional tendrá que ser ``muy prudente y eficaz en todos sus aspectos''.

En el recinto legislativo de San Lázaro y al finalizar su mensaje, Zedillo planteó un panorama difícil para el país en el futuro cercano, pero al mismo tiempo aseguró que será posible alcanzar las metas trazadas en el Plan Nacional de Desarrollo, de un crecimiento promedio de 5 por ciento. Y reiteró lo que constituye uno de sus principales retos: desterrar ``la lacra'' de las crisis sexenales que han ocurrido en el último cuarto de siglo.

Democracia, seguridad y economía, ejes del mensaje de Ernesto Zedillo

Luego de hacer un detallado recuento de las medidas que su gobierno ha adoptado de 1995 a la fecha, ente ellas evitar la quiebra del sistema bancario, el mandatario aseguró que es su deber actuar con toda decisión. ``Nunca lo lamentaré, y en cambio celebro con inquebrantable convicción democrática, que los actos de gobierno sean sujetos de debate, escrutinio y aun de rigurosa crítica''.

Asimismo, consideró ``significativa'' la propuesta --formulada por la oposición en la Cámara de Diputados, a raíz del escándalo Fobaproa-- de acotar la facultad del Ejecutivo federal para otorgar avales y otras garantías conducentes a la constitución de deuda pública contingente.

Ernesto Zedillo dijo que es ``indignante'' que ``una parte sustancial'' del quebranto bancario obedezca en algunos casos a la negligencia y, en otros, a actos fraudulentos de algunos administradores, ejecutivos y accionistas bancarios. Lamentó que el marco jurídico vigente sea ``absurdamente generoso'' con quienes presuntamente han causado un grave daño patrimonial a muchas personas y a la nación.

Afirmó enseguida: ``La debilidad de ese marco jurídico es el origen del enojo y la frustración que las autoridades y la ciudadanía compartimos ante los cínicos alardes de impunidad de quienes dolosamente han causado un grave daño a la economía del país''. Ofreció que cualquier presunto abuso de los que calificó como ``delincuentes de cuello blanco'' será investigado y sancionado con todo el rigor que permita la ley.

Para Zedillo, su gobierno no tuvo alternativa de escoger entre pagar el costo de evitar la quiebra del sistema bancario o no pagarlo, como tampoco la tuvo para enfrentar la emergencia económica. Desde 1995, admitió, se sabía que esas medidas, más el ajuste fiscal y monetario y la solicitud de préstamos extraordinarios al extranjero, ``serían susceptibles de provocar las controversias consustanciales a temas tan trascendentes, en especial si son discutidos en las condiciones de libertad, democracia y pluralismo que afortunadamente hoy existen en México''.

Como en otros temas, en el del rescate bancario el Presidente se refirió a las iniciativas que tiene a su consideración el Congreso y de las cuales aún no existe el dictamen correspondiente. En esta materia fue particularmente específico, pues indicó que frente a la globalización financiera, el talón de Aquiles de las economías nacionales reside en la inadecuada regulación y supervisión de los sistemas bancarios.

Insistió en la necesidad de dar curso al paquete financiero que presentó en marzo, porque las reformas legales que plantea pretenden otorgar certidumbre jurídica de largo plazo a los procesos de capitalización emprendidos desde 1995, así como propiciar importantes posibilidades de capitalización adicional del sistema bancario.

También se busca, explicó, hacer más rápida y favorable la recuperación de créditos y la venta de activos otorgados en garantía en los programas de apoyo al sistema bancario, lo que permitirá reducir significativamente el costo fiscal, así como transparentar y racionalizar gradual y progresivamente la garantía de los ahorros confiados a la banca.

``Confío --cerró el tema el Presidente-- en que a partir de las propuestas presentadas por el Ejecutivo federal y varios de los partidos políticos representados en este Congreso, se cuente pronto con el marco jurídico que haga posible el sistema bancario que requiere el desarrollo general del país.''

Zedillo dedicó a la democracia la introducción del mensaje y resaltó el rechazo de los mexicanos a cualquier forma de autoritarismo. Enseguida, sin precisar destinatarios, insistió en su tesis de que puede haber divergencias y aun ``conflictos pasajeros'', pero no puede ni debe haber discordia duradera ni guerras ni vencedores y vencidos.

En alusión al conflicto de Chiapas, el mandatario dijo que su gobierno mantendrá ``la estrategia'' de procurar pacientemente el diálogo y la negociación, porque sólo en el marco de la ley y la democracia pueden y deben resolverse problemas ``muy dolorosos que nos recuerdan que en su raíz están los rezagos, la injusticia y el abandono de muchos años''.

Fue en ese punto que el mandatario reiteró que los mexicanos no necesitan ni aceptan la tutela extranjera para dirimir diferencias ni solucionar problemas, y que la soberanía de México ``no se negocia ni se negociará jamás''. El siguiente párrafo lo dedicó a las relaciones con Estados Unidos, país con el que ``hemos encarado momentos difíciles en migración y combate al narcotráfico''.

En el amplio elogio que dedicó al desarrollo democrático que ha alcanzado el país, señaló que la democracia implica una opinión pública fuerte, una atención permanente de la ciudadanía y un mayor escrutinio sobre los asuntos públicos.

Asimismo, en varios momentos Zedillo hizo referencia a la necesidad de que los poderes públicos trabajen en forma ordenada y armónica, lo que significa construir consensos, sumar voluntades, concertar acuerdos y cumplirlos. Dijo que en los asuntos que más preocupan a los mexicanos, se espera de los poderes Ejecutivo y Legislativo un trabajo corresponsable, constructivo y útil.

Esa exhortación la hizo también en el amplio apartado que dedicó a la seguridad pública. Dijo que ``con toda honestidad'' debe admitirse que en ese tema los tres poderes de la Unión y los tres órdenes de gobierno han fallado a la ciudadanía, la cual exige resultados claros, positivos y prontos; no quiere más pretextos ni dilaciones, pues la seguridad pública es una deuda del Estado.

Insistió en su convocatoria a una cruzada contra el crimen y la delincuencia, al tiempo que se mostró convencido de que deben elevarse las penas, acumularse condenas y eliminar los beneficios de preliberación en algunos casos, porque ``no hay ninguna razón jurídica o moral para que los derechos de los delincuentes se privilegien a costa de los derechos de las víctimas''. Reiteró que enviará iniciativas que además de atacar lo anterior, impongan castigos ``mucho más severos a los delitos de carácter financiero y fiscal, pues inciden gravemente en la economía''.

Antes de abordar el tema económico, Zedillo se refirió a lo que denomina el nuevo federalismo económico y político que estimula su gobierno, mediante nuevos instrumentos para la distribución de participaciones a estados y municipios.

En materia social, anunció la puesta en marcha del seguro de protección al migrante y reconoció que aún hay mucho por hacer para lograr una sólida cultura de respeto y valoración, así como la cabal igualdad jurídica a la que tiene derecho la mujer.

Sobre el asunto agropecuario, el titular del Ejecutivo aseguró que un paso central ha sido consolidar la seguridad jurídica de todas las formas de propiedad rural y desplegar programas crediticios para apoyar a los productores y, de forma particular, a quienes enfrentan la caída en los precios internacionales de los granos básicos.

Para cerrar la hora con 40 minutos que tomó para leer su mensaje, Zedillo afirmó que ejercerá íntegramente las facultades que le otorga la Constitución y que todas las decisiones e iniciativas que emprenda tendrán como motivación, únicamente, ``el supremo interés de la República''.

Respuesta de Arturo Núñez

Cumpliendo al extremo lo que dispone el artículo 69 de la Constitución, Arturo Núñez, presidente de la Cámara de Diputados en septiembre, dio una respuesta ``general y concisa'' al texto presidencial. No le llevó más de un minuto hacerlo. Ofreció que por encima de las diferencias consustanciales a la pluralidad que se da en el Congreso, los legisladores trabajarán con patriotismo, anteponiendo siempre el interés de la nación.