La relación entre Ejecutivo y Legislativo, aún lejos del equilibrio

Alonso Urrutia y Víctor Ballinas Ť El presidente Ernesto Zedillo llega a su cuarto Informe de gobierno sin haber logrado normalizar la relación con el Poder Legislativo. Desde los dos extremos de la oposición, PAN y PRD denuncian una parálisis legislativa que mantiene en la congeladora iniciativas como la del referéndum, iniciativa popular, consulta pública, y el voto de los mexicanos en el extranjero, situación que deteriora cada vez más la comunicación entre los distintos partidos.

PRD, PAN y PRI coinciden en que la Cámara de Diputados atraviesa por una parálisis legislativa, sin embargo, sus razones son diversas. Mientras que el PAN y el PRD responsabilizan al Ejecutivo y a su partido de boicotear y retrasar los trabajos en las comisiones de dictamen, el PRI aduce que la oposición prefiere la estridencia y el escándalo, en lugar de legislar.

En medio de esta disputa legislativa el avance democrático del país está detenido. No se trata sólo de procesos electorales, sino de relaciones institucionales, valoran los panistas. En este contexto, la reforma del Estado está empantanada y se ha circunscrito solamente a una reforma electoral y otra al Poder Judicial. Faltan aún el conjunto de modificaciones que adecuen el funcionamiento de las instituciones a la nueva pluralidad política.

Según el presidente de la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados, el panista Santiago Creel Miranda, ``falta voluntad política del Ejecutivo para avanzar en la transición que requiere el país; quieren vivir en el pasado (el Ejecutivo y el PRI), no tienen visión o proyecto de país y quieren guardar aún privilegios''.

Desde la óptica priísta, una conformación política no vista antes en la Cámara de Diputados, como la que hoy se tiene, ``ha motivado que las relaciones se revisen en el marco de la nueva realidad política, pero no tienen por qué ser traumáticas o de improductividad, debe ser relación de autonomía y de colaboración''.

Creel opina que el diálogo entre el Ejecutivo y el Legislativo se ha abierto, pero todavía falta mucho camino por recorrer para el entendimiento, asegura, pues esta incipiente comunicación no ha estado exenta de fricciones y confrontaciones.

Chauyffet, obstáculo

Después del primero de septiembre de 1997 -cuando el Ejecutivo y el PRI se negaban a reconocer la legitimidad de la instalación de este órgano legislativo-, durante nueve meses no se pudo establecer relación alguna entre ambos poderes. No fue sino hasta que fue relevado de la Secretaría de Gobernación Emilio Chuayffet Chemor. Hoy la relación va mejorando, con el secretario Francisco Labastida Ochoa , ``pero todavía se tienen desencuentros y no se alcanza aún la etapa de relación productiva'', reconoce Creel Miranda.

En el Congreso, los partidos ``no logramos ponernos de acuerdo en lo esencial, en lo de fondo; hay una ruptura de diálogo entre la oposición y el gobierno. Yo creo que para el gobierno es muy incómodo un Poder Legislativo sobre el cual no tiene control'', sostiene el subcoordinador del PRD en la Cámara de Diputados, Demetrio Sodi de la Tijera.

Históricamente el Ejecutivo ejerció el control del Poder Legislativo, y a pesar de que durante el sexenio pasado la situación del país ya exigía acuerdos políticos para establecer una relación más sana entre el Legislativo y el Ejecutivo, el ex presidente Carlos Salinas optó por mantener el tradicional control del Congreso de la Unión -ambas cámaras-, así como de los gobernadores y del Poder Judicial.

Ahora es al revés, ``el presidente Zedillo se da cuenta de que no puede controlar al Legislativo, y en lugar de buscar el diálogo empieza a descalificarnos'', dice Sodi de la Tijera.

El vicecoordinador priísta, Fidel Herrera, argumenta por su parte que con la reunión de la Mesa Central -integrada por los coordinadores parlamentarios de ambas cámaras y el secretario de Gobernación-, efectuada en el Senado la semana pasada, donde se acordó que en 15 días se empezarían a discutir en 4 paquetes 70 iniciativas, para acabar con la parálisis legislativa, se concluye la etapa de ``remozamiento'' de las relaciones entre los poderes Ejecutivo y Legislativo.

Por haber sido partido en el poder, y partido con mayoría absoluta en el Congreso, las prácticas de relación, ``como se supone en cualquier democracia con partido en el poder, y en ambas cámaras, hacían muy ágil, dinámica y productiva la relación, incluso la interacción era muy fácil'', precisa el priísta .

Mucho trecho por recorrer

Asegura Fidel Herrera que la relación entre el Ejecutivo y el Legislativo, en los próximos días y ``semanas va a ser más fluida y poco a poco se irá normalizando''.

Esta nueva conformación política en la Cámara de Diputados es lo que da ahora un mayor equilibrio en la relación Ejecutivo-Legislativo, pero todavía falta un trecho para poder consolidarla, asevera el vicecoordinador panista, Francisco José Paoli Bolio.

Para éste, la parálisis legislativa obedece a que se está frente a tiempos políticos distintos, a los cuales ``no estamos habituados; estamos preparados para ver tiempos más rápidos en la toma de decisiones para aprobar las iniciativas, y eso es lo más normal en las dictaduras, el dictador dice por aquí nos vamos, y sin más se aprueba, pero hoy estamos frente a tiempos difíciles que son más lentos para negociar, para obtener consensos''.

No es la oposición la que busca trabar y paralizar al Congreso, sostiene Paoli y detalla: ``Es el PRI, quien por órdenes del Ejecutivo, paraliza las iniciativas. Y este partido (el PRI), que aún tiene un peso importante en la Cámara, y como ha perdido la mayoría se ha encargado de transmitir el mensaje de que no estamos trabajando, de que no producimos, de que cuando el PRI no tiene mayoría todo es desorden y anarquía, y por su parte el Ejecutivo nos dice ¡pónganse a trabajar!''

Los causantes de ese bloqueo, acusa el vicecoordinador del blanquiazul, son los priístas. ``Bloquean, traban, entorpecen e impiden que se tomen decisiones. Los priístas trabajan en dos direcciones: con su peso, mayoritario como fracción, aun y cuando son menos de la mitad, por eso perdieron la mayoría en la Cámara, todavía bloquean los trabajos, los neutralizan. Y en segundo lugar, están trabajando en su estrategia para el 2000, acusando a la oposición de ser incapaz, irresponsable e incompetente''.

La oposición tiene mayoría en la Cámara de Diputados; ``entonces -se pregunta el priísta Carlos Jiménez Macías-, ¿por qué no aprueban las iniciativas ellos? Nosotros (PRI) no tenemos el control. Lo que ocurre es que como oposición han vivido la etapa de aprendizaje político, muy intenso por cierto; tuvieren excesos y una conducta errática y han dejado de lado temas fundamentales para la conducción del país, no han sabido aprovechar su condición de fuerza mayoritaria porque ni ellos mismos se logran poner de acuerdo''.

Hay parálisis legislativa, sostiene Jiménez Macías, pero ellos son responsables, acusa. ``Los priístas hemos dicho, les hemos pedido que si no hay acuerdo en el tema del Fobaproa, avancemos en otras iniciativas, como la del órgano superior de fiscalización, en las reformas a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, en la autonomía del Banco de México, y no quieren''.

El Presidente ha sido el primero en dar pasos para establecer una relación de colaboración entre ambos poderes. ``Los ha dado el presidente Zedillo, en una actitud cortés, respetuoso de ambas cámaras. Acotó muchos de los poderes legales, extralegales y metaconstitucionales que la Presidencia ha tenido en el desarrollo del sistema político mexicano, y ha ofrecido condiciones para que los poderes del país y los órdenes de gobierno contribuyamos a la unidad necesaria para atender los graves problemas del país''.

Sin embargo, en los hechos las iniciativas se encuentran paralizadas en el Congreso de la Unión, tanto las que envió el Ejecutivo como los que han presentado los propios partidos. Fuera de la reforma electoral y la del Poder Judicial, no han avanzado los otros temas de la reforma del Estado, están detenidos.

Es urgente, sostienen los legisladores del PRD y el PAN, Sodi de la Tijera, Paoli Bolio y Creel, redefinir la relación entre los poderes Ejecutivo y Legislativo y también entre el gobierno federal, los estados y municipios; ``estas dos redefiniciones son urgentes ante la nueva pluralidad política que se tiene en el país''.

En el paquete financiero se perdieron cinco meses desde que fue presentado a la Cámara a finales de marzo, sin que se haya discutido. Este paquete incluye la conversión en deuda pública de los pasivos del Fobaproa y su desaparición; en su lugar el Ejecutivo propone la creación del Fogade y la Corebi, las modificaciones a la CNBV y la autonomía al BM.