Masiosare, domingo 30 de agosto de 1998



Los cruzados
y el miedo


El jueves pasado, un día después del arranque de la Cruzada Nacional Contra el Crimen y la Delincuencia, comenzó a transmitirse un programa especial en los principales canales de televisión.

Según los anuncios en la prensa, el especial, de poco más de diez minutos de duración, se difundió 27 veces. ``Tú y yo tenemos derecho a vivir en paz'', dice la voz fuera de cuadro, mientras transcurren escenas de violencia urbana. Pero, ¿no había comenzado la era de Ernesto Zedillo justo con la consigna de ``Yo voto por la paz''?

Parece un anuncio de la oposición. Se suceden imágenes urbanas: asaltantes detenidos, cuerpos tendidos en la calle, policías en acción. Los televidentes escuchan una voz fuera de cuadro.

voz en off: ``Hay muchos problemas, pero quizá el peor de todos, el que más nos lastima, es el grave problema de la inseguridad.

``Tú y yo tenemos derecho a vivir en paz. Y para eso debemos rescatar todas las cosas que hemos perdido o que nos han arrebatado. Quizá la más dolorosa es nuestra confianza y tranquilidad.

``En cualquier parte, el problema de la inseguridad nos asfixia. Nadie está salvo y nuestro sentimiento de impotencia se empieza a convertir en rabia.

``¿No que el que la hace, la paga?''

Ha comenzado la campaña gubernamental para, ahora sí, detener a la delincuencia. En la víspera de que se cumpla el cuarto año del sexenio. Y con un reconocimiento del propio presidente Zedillo: ``Varias de las estrategias que aquí se han presentado, requieren de uno o dos años para madurar''.

Mientras, deben suponer los televidentes, continuarán los males reconocidos en el diagnóstico oficial: disposiciones legales obsoletas; dispersión de objetivos, políticas y programas de las procuradurías y corporaciones policiacas; la falta de preparación de los policías y la nula participación social en los actos preventivos. Y, sobre todo, la sociedad aún vivirá con miedo.

Exterior. Día.

Combatir el crimen en medio de la tormenta económica.

Un grupo de ciudadanos mira las primeras planas en un puesto de periódicos. ``El hampa no nos ganará''. En la misma plana se informa que el dólar llegó a 10.15 pesos. En el Congreso, en los cuarteles generales de los partidos, en las oficinas de los banqueros, sigue la danza de los 525 mil millones de pesos del Fondo de Protección al Ahorro (Fobaproa). En las pantallas sigue el despliegue informativo sobre la Cruzada y el nuevo programa que, en los próximos tres años, tendrá una inversión de 13 mil 500 millones de pesos.

El criminólogo Lucio Mendoza examina el asunto de los dineros: ``La ONU considera óptimo destinar el 4% del PIB a la seguridad pública, la media internacional es de 2.5%, en nuestro país es de 0.7% y con el anuncio del presidente Zedillo llegará al 0.9%''.

Pese a todo, el experto concede: ``No es lo mejor, pero es un gran avance''.

Exterior. Día.

Museo Nacional de Antropología.

26 de agosto de 1998.

En la pantalla, el Presidente será visto en nueve medium shoot y seis close up. En vivo, los asistentes -gobernadores, gabinete, víctimas- son testigos de cómo se quiebra la voz del Ejecutivo federal: ``Como a todos aquí, me ha conmovido profundamente el relato de una madre que ha perdido, de la manera más cruel e injusta, lo más valioso que se puede tener en la vida, que es un hijo''.

De la voz quebrada, Zedillo pasa a la mano dura: ``Las ciudades del mundo en que han logrado combatir con éxito a la delincuencia, han adoptado políticas de cero tolerancia hacia cualquier falta contra las leyes''.

De paso, y como en otras ocasiones, culpa al Congreso de la Unión de la demora que amarra las manos de jueces y emepés. Nuevamente, la molesta Cámara de Diputados de mayoría opositora, frente a la cual, este martes, rendirá su cuarto Informe de gobierno.

Interior. Día.

Palacio de San Lázaro.

El Zedillo de Zedillo.

El flamante presidente Ernesto Zedillo despide a su antecesor Carlos Salinas, con este diagnóstico del 1 de diciembre de 1994: ``En los últimos tres años, sobre todo en los últimos meses, hemos vivido un clima de zozobra e inseguridad... son intolerables los asaltos a hogares y centros de reunión, el homicidio de hombres y mujeres que defienden su patrimonio, los secuestros que han proliferado en todo el país... el narcotráfico es la mayor amenaza a la seguridad nacional, el más grave riesgo para la salud social y la más cruenta fuente de violencia... Para hacer frente a la extendida criminalidad, a la frecuente violación de garantías individuales y derechos humanos, y la grave inseguridad pública, emprenderemos una honda y genuina reforma de las instituciones encargadas de la procuración de justicia''.

Casi cuatro años después, según las cifras y discursos oficiales, los asaltos a los hogares continúan en crecimiento, los homicidios también, autoridades de varios niveles han caído por sus vinculaciones con bandas de secuestradores.

Un impertinente personaje que se cuela en la imaginaria pantalla de Masiosare pregunta: ``¿Quién será el Zedillo de Zedillo el 1 de diciembre del 2000?''

Pantalla en cualquier hogar del país

(el programa especial).

A cuadro, una profesora del Distrito Federal divide a los capitalinos en dos grandes grupos: ``los que ya asaltaron y los que van a asaltar''.

Siguen dos comerciantes, un artesano y un ama de casa del estado de México: ``Ya no es posible salir a ningún lado''.

Los televidentes se sienten ya parte del programa.

Pantalla (el programa especial).

Tomas de policías en acción mientras la

voz en off pregunta: ``¿Cómo confiar en la policía, si en ocasiones los mismos que están para protegernos nos provocan pánico?''

Responden policías y ciudadanos:

``No sé. Yo creo que ha de ser porÉ compañeros que probablemente ya están coludidos'' (agente judicial del estado de México).

``Los policías sirven para dos cosas: para nada y para nada'' (artesano de Oaxaca).

Pantalla. Escenas de delincuentes detenidos.

Grave, la

voz en off pinta negro el panorama: ``Y quizá lo peor de todo es que en muchos casos no existe el castigo. Reina la impunidad''.

Exterior. Día.

Afuera del Reclusorio Sur. La aparición de El Divino (de nuevo el programa especial del gobierno de la República).

Aun cuando aparece con el rostro borrado, todos los televidentes saben que el personaje es Angel Isidoro Rodríguez, mejor conocido como El Divino. Por si hubiera dudas, dice la

voz en off: ``Dime si es justo. Los crímenes arteros cada día van en aumento y nuestro coraje también.

``Además, tenemos que soportar que los delincuentes de cuello blanco cometan fraudes multimillonarios. Y siempre encuentren una forma que les permita salir libres bajo fianza.

Hay que reconocer que en la ley existen huecos por donde escapa la delincuencia''.

Al día siguiente del arranque de la Cruzada, El Divino comparece ante diputados federales: no pierde su fabuloso peinado cuando acusa a ex funcionarios de haber malbaratado la Aseguradora Mexicana. En las imágenes de los noticieros sí aparece el rostro del acusado acusador.

Exterior. Día.

El solecito.

Rehiletes, escenas de la tranquila vida de la ciudad. Música que nos acerca al momento épico.

voz en off: ``Pero hay un dicho muy sabio de nuestro pueblo, tuyo y mío: Mientras más oscuro se ve el cielo, más próximo está el amanecer''.

¿Y qué se ve en la pantalla? Pues claro, un amanecer. Y luego la bandera nacional ondeando en el Zócalo. Y más imágenes de México y sus habitantes que sonríen.

La voz en off anuncia que llegó la hora de luchar contra el crimen y presenta al presidente Ernesto Zedillo, ``que comparte el mismo sentimiento de todos nosotros''.

Interior. Día.

Salón Mural del Centro Deportivo Israelita.

Lunes 18 de mayo. El presidente Zedillo agradece la hospitalidad y la comida. Luego, reconoce que México vive ``una gravísima crisis de inseguridad, una gravísima crisis de criminalidad''.

Dice más: ``Hoy la gente piensa que estamos peor que hace un año en materia de seguridad y en materia de criminalidad, y el gobierno lo sabe''.

Pasarán más de tres meses, sin embargo, para que se presente por fin la Cruzada, aunque muchos detalles del programa se desconozcan.

Secuencia de condensación.

México feliz. Imágenes varias para inventar la historia.

Llega el momento (en el programa especial) de cerrar con el llamado y las promesas.

voz en off: ``Por primera vez en nuestra historia, contamos con un verdadero proyecto integral de seguridad, que significa la oportunidad de vencer entre todos a la delincuencia.

``Todos tenemos una misión que cumplir: los medios de comunicación, las autoridades federales, los ministerios públicos y las policías, los gobiernos de los estados, y -desde luego- tú y yo''.

Antes, los gobiernos inventaban el país cada sexenio. Los plazos parecen haberse reducido. Sigue el anuncio:

``Por primera vez en nuestra historia, la policía será depurada mediante exámenes rigurosos y una capacitación profunda.

Y muchos etcéteras que incluyen avances tecnológicos, mejores salarios a los policías, registros de delincuentes y vehículos, y reformas legales.

Y claro, el coscorrón a los diputados a cargo, otra vez, de la

voz en off: ``La población confía en que sus diputados y senadores concluyan lo más pronto posible su trabajo legislativo''.

Aunque si no lo hacen será, seguramente, porque ``por primera vez en nuestra historia'' el PRI no tiene mayoría en la Cámara baja.

interior. día.

Cuartel general de la SSP. El relevo del coronel.

Apenas anunciada la Cruzada, un conductor de televisión muestra un pequeño listón blanco prendido en su solapa. Todos los conductores hacen lo mismo e invitan a la población a seguir su ejemplo. Es, dicen, el símbolo de rechazo a la violencia y el crimen.

Con sus listones al pecho dan la noticia, con esos gritos que parecen perseguir carteristas y que son ya el pan de todos los días en la TV pese a los regaños presidenciales: ``No pudo con la delincuencia y renunció el coronel Rodolfo Debernardi Debernardi''.

A cuadro, quien hasta el viernes fungía como secretario de Seguridad Pública del DF, en una imagen de archivo: ``No ha nacido todavía nadie que pueda acabar con la delincuencia''.

TV Azteca sella su información con un dato sacado de quién sabe dónde: la de México es ``la ciudad más violenta del mundo''.

En otro canal, los conductores de un programa de nota roja también se ponen su listón, mientras al fondo suenan las palabras del presidente: ``Es importante tratar de no convertir la inseguridad y el crimen en espectáculo, ni exaltar aun inconscientemente a los criminales como lamentablemente ha ocurrido en los últimos días''.

Será por eso que, en el anuncio oficial, El Divino salió con el rostro borrado.

interior.Día.

San Lázaro, 1994. la primera iniciativa.

Cinco días después de su toma posesión, Zedillo envió al Congreso de la Unión su primera iniciativa de reformas constitucionales destinada a renovar al Poder Judicial.

Apenas el arranque de un ambicioso proyecto que, según el dicho presidencial, terminará por hacer de México un país de leyes: frenar las violaciones a las garantías individuales y los derechos humanos, y devolver a las instituciones encargadas de procurar y administrar la justicia la credibilidad perdida.

El miércoles pasado, el presidente completó el cuadro: ``Trabajando con el Poder Legislativo hemos realizado reformas legales que, sin embargo, debemos reconocerlo, han sido claramente insuficientes''.

la realidad nacional.

Un botón.

El 23 de abril de 1996, la Suprema Corte de Justicia da a conocer el resultado de sus pesquisas: en Aguas Blancas se violaron de manera grave las garantías individuales consagradas en varios artículos constitucionales. Las autoridades del gobierno de Guerrero, frente a la gravedad de la masacre de 17 civiles desarmados, empezaron a crear una versión artificial de los hechos.

Los ministros consideraron: ``infortunadamente existe la propensión de incorporar a nuestra vida política la cultura del engaño, la maquinación y el ocultamiento''.

El gobernador Rubén Figueroa y su equipo, sigue la Corte, actuaron ``como grupúsculo detentador de un poder que había que conservar, aun cuando ello implicara ocultar la verdad y proteger a los responsables''.

La oposición plantea enjuiciar a Rubén Figueroa. La mayoría del PRI lo exonera.

exterior. noche.

ciudadanos en peligro.

La receta del programa presentado esta semana es la ``cero tolerancia''. ¿No era justamente eso el programa Respuesta Inmediata de Máxima Alerta (RIMA) del regente Oscar Espinosa. ¿Cuánto disminuyó la criminalidad con la detención de cualquier persona ``sospechosa''?

interior. día.

Residencia oficial de Los Pinos.

3 de enero de 1998. Un par de semanas después de la masacre de Acteal, Francisco Labastida Ochoa releva a Emilio Chuayffet en la secretaría de Gobernación. Una de sus primeras frases: ``La criminalidad y la delincuencia han crecido en todo el país''.

Pese a la urgencia, Labastida y su equipo emplean 35 semanas en anunciar la puesta en marcha de la Cruzada que por primera vez en la historia... etcétera.

No es, claro, el mismo programa que diseñaron. Se extraña, por ejemplo, la ausencia de la figura de ``policía nacional'', que según Labastida ya era un acuerdo con los gobernadores.

interior. día.

Bucareli. despacho del secretario de Gobernación.

La agenda de enero: Reforma del Estado, Chiapas y Seguridad Pública.

En sus primeras horas como secretario de Gobernación, Labastida enlistó las prioridades: depurar y mejorar los cuerpos policiacos, mejorar los ingresos de los policías y ministerios públicos, operar un modelo de comunicación de alta seguridad, construir más reclusorios, fortalecer el sistema de información de seguridad nacional... los mismos puntos del recién presentada Cruzada.

Claro, en el inter, el país conoció de la caída del gobernador morelense Jorge Carrillo Olea, porque funcionarios de su gabinete estaban coludidos con criminales. Y, por supuesto, también capturaron a el Mochaorejas.

Además de combatir por primera vez en serio a la delincuencia, la nueva estrategia integral sirvió para que el secretario Labastida se dejara ver por todo el país, en las firmas de los convenios del gobierno federal con los estatales. Y también le dio cancha para sugerir un debate sobre la pena de muerte.

Entrevista banquetera, 17 de agosto.

Francisco Labastida y Cuauhtémoc Cárdenas firman el convenio de colaboración en materia de seguridad pública.

``Pueden ver a dos servidores públicos cumpliendo con sus funciones'', respondió Labastida -con el aval de Cárdenas-, cuando le preguntaron si ambos serían protagonistas de la batalla electoral del 2000.

Antes, en su papel de firmante de los convenios a nombre del gobierno federal, Labastida estuvo en 10 entidades.

interior. día.

Oficina del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro.

Reflexiona Edgar Cortez, director del organismo: ``Nadie, por lo menos entre los mortales, sabe qué paso con el programa de seguridad pública anunciado por Emilio Chuayffet en 1996, ni dónde quedaron las sumas millonarias asignadas de ese año a la fecha. Entonces, ¿por qué ahora sí habría que creerle al presidente de la República? ¿Por qué hoy, a unos días de que rinda su cuarto Informe, en medio de una crisis económica, secuestros, el Fobaproa y otros escándalos, da a conocer esa ``nueva'' estrategia contra la delincuencia?

Siguen las preguntas del defensor de los derechos humanos: ``¿Por qué ahora? ¿Y cuándo evaluaron el anterior? Y los derechos humanos, ¿dónde los dejó?''

La ``nueva'' estrategia, sostiene Cortez, está construida en principio ``sobre mayor dureza al intentar convencer sobre las bondades de sus reformas penales detenidas en el Congreso. Con la propuesta y esas reformas existe el riesgo de llevar a México a un estado policiaco''.

Para este y otros defensores de los derechos humanos no hay ninguna sorpresa: ``Ernesto Zedillo repitió lo anunciado en 1996 por Emilio Chuayffet, aunque, ciertamente, lo bueno del Presidente fue reconocer algunas de las causas que generan la inseguridad''.

El investigador. El experto Lucio Mendoza, investigador por más de 20 años y ex director de investigación del CISEN, dice que el programa carece de una ``ruta crítica'', aunque considera que ``sí puede funcionar, pero hay que tener voluntad política para llevarlo a cabo''

Igual que los defensores de los derechos humanos, Mendoza cuestiona: ``El discurso del presidente fue novedoso, pero uno se puede preguntar: si se ha fallado en cuatro años, por qué en dos sí podrá hacerse algo''.

Entre los errores del programa, Mendoza ubica que no se incorpora el problema de la compra de policías que realiza el crimen organizado desde que ingresan a la academia y, sobre todo, que no se otorga a la ciudadanía un papel importante en el combate a la delincuencia.

Tampoco es claro, afirma, qué va a pasar con los policías ``depurados'', pues si no se les investiga y consigna ``de qué sirve el combate a la corrupción''.

pantalla.

La arenga final.

voz en off: ``La Cruzada Nacional contra el Crimen y la Delincuencia no es una fórmula mágica para resolver el problema de la inseguridad''.

``... problemas tan grandes no se pueden resolver de la noche a la mañana''.

Tampoco, dirá el aguzado televidente, en un sexenio entero. (Arturo Cano, Jesusa Cervantes y Alberto Aguirre)


El pastel presupuestal

Población, panismo, guerrilla y narco

Para este año, la Segob estableció un esquema de asignación presupuestal donde el estado de México y el Distrito Federal -las dos entidades más pobladas del país- recibieron, cada una, más de 220 millones de pesos.

Luego, curiosamente, siguen dos entidades que recibieron más recursos y tienen autoridades panistas: Jalisco (196 millones) y Nuevo León (136 millones).

En tercer término, aparecen las entidades con brotes insurgentes: Chiapas, con 127.5 millones; Veracruz, con 120 millones ; Puebla, 105 millones; Michoacán, 95.8 millones, y Oaxaca, 85 millones.

Y luego, los estados fronterizos o con añejos problemas de narcotráfico. Chihuahua, 99 millones; Tamaulipas, 85 millones y Sinaloa, 81 millones.


El presidente ante el crimen

Cinco momentos

1998

``Hemos fallado, pero no fracasaremos''.

1997

``La ciudadanía se siente impotente ante la delincuencia y percibe que la autoridad es ineficiente para combatirla. Se sigue temiendo tanto a quien comete un delito como a quienes deben perseguirlo, porque con frecuencia encubren o toleran los actos ilícitos''.

1996

``Los mexicanos queremos vivir en un país donde la justicia sirva a quien tiene la razón, y no se incline ante el dinero ni las influencias. Un país donde no haya lugar para privilegios, excepciones, ni impunidades. Un país donde no se toleren los abusos ni la corrupción''.

1995

``Estamos viviendo las consecuencias de muchos años de medidas insuficientes, negligencia y omisiones en los sistemas de procuración de justicia y de seguridad pública del país... Con toda franqueza reconozco que el retraso y la magnitud de este problema son graves; mucho muy graves.

``... Es indispensable que avancemos en una profunda transformación de los sistemas de justicia y de seguridad pública.

``Con la reforma constitucional hemos dado un primer paso al establecer fundamentos jurídicos claros para aplicar en todo el país una política integral de seguridad pública y procuración de justicia...''

``Con el Sistema Nacional de Seguridad Pública, conjuntaremos esfuerzos para establecer un marco regulatorio y adoptar medidas efectivas en los distintos ámbitos de gobierno que aseguren la depuración, profesionalización y mejoramiento de la capacidad técnica de los cuerpos policiales''.

1998, otra vez

``Vivimos el resultado de muchos años de negligencia en el reclutamiento de los cuerpos de policía''.


La receta

El esquema es simple. Las metas son: duplicar -para 1999- los elementos adscritos a las procuradurías y las policías judiciales en todo el país; ampliar la capacidad de los reclusorios; profesionalizar las corporaciones y estimular a su personal, con premios y becas, por buen desempeño.

Pero la buena marcha del esquema no será responsabilidad federal. Los ``diferenciales'' entre acciones gubernamentales e índices delictivos estarán marcados por lo que haga cada uno de los gobernadores, ha dicho el secretario Labastida.

Su pronóstico es que deberemos esperar un año para que se reduzcan -a la mitad- los índices delictivos.

En 1995, los recursos federales destinados al rubro fueron de apenas 200 millones de pesos. Para 1997, la erogación era de más de 2 mil millones.

¿Qué cambios hay? El anterior programa -vigente, desde la llegada de Chuayffet a la dependencia- privilegió al equipamiento de los cuerpos de seguridad (compra de patrullas y armamento).

Ahora, las prioridades fueron los recursos humanos y la infraestructura.

Tan sólo un ejemplo. Para Nuevo León se asignó una partida presupuestal de 136 millones de pesos, de los cuales casi 60% se gastarán en la creación de una Academia de Policía, la construcción de una cárcel de Cadereyta y la rehabilitación del Centro Penitenciario de Topo Chico.

El tercer rubro de inversión es la habilitación de redes de comunicaciones -con tecnología de punta y exenta de ``cuelgues''- y un sistema de nacional de información criminal.