La Jornada 29 de agosto de 1998

A 27 años de Avándaro, dos conciertos de la promotora Ocesa

El vigésimo séptimo aniversario del Festival de Avándaro se celebrará con dos conciertos organizados por Ocesa y Armando Molina, los días 11 y 12 de septiembre, en el teatro Metropolitan, con un costo por boleto mínimo de $80.00 y máximo de $250.00, más cargos extras.

Participarán, entre otros, Javier Bátiz, Los Dug Dug's, Peace and Love, La Máquina del Sonido y las autodenominadas Estrellas de Avándaro, además de los legendarios grupos Canned Heat y Big Brother & The Holding Company, que hicieran historia en los grandes festivales de los años sesenta, particularmente en el de Woodstock.

Hoy, Bátiz y Matta; luego, Fito de la Parra y Armando Nava

Con motivo del aniversario del festival, publicaremos una serie de entrevistas con algunos de los protagonistas. Iniciamos con Javier Bátiz y Carlos Matta, quienes curiosamente no participaron en el concierto de 1971 en el estado de México. Así es la vida.

Sólo fuimos unos poquitos los músicos verdaderos: Javier Bátiz

Benjamín Anaya Ť Feliz de participar en el próximo Festival de Avándaro, aunque hace 27 años no estuvo en el original, en entrevista telefónica desde Tijuana, Javier Bátiz nos dijo: ``Ha cambiado mucho la vida y el destino de cada quien. Solamente fuimos unos poquitos los músicos verdaderos, que fuimos los que empezamos la onda de la música de rock en México y que seguimos adelante, como yo, a punta de flecha''.

``Fíjate, va a estar Canned Heat y Big Brother & The Holding Co., dos bandas que hicieron historia en Estados Unidos''. Sin embargo, el guitarrista confiesa que para darse de mejor manera el festival y todos los festejos, los grupos tendrían que mantenerse activos: ``Ojalá que todavía existieran las otras bandas. Pero Peace and Love, por ejemplo, yo hablé con ellos porque por acá está Felipe Maldonado y Ramón Torres; viven acá en San Diego y no; están ya en un plan completamente desligado de la música. Uno es jefe de mantenimiento de un edificio y el otro también anda en otra onda''.

Con el orgulloso signo de resistencia de los rockeros veteranos, nos señala que actualmente ``estoy grabando, componiendo mis canciones y todavía a todo lo que doy. Estoy en la marca Denver''. Cuando se le inquiere sobre la situación de las regalías de su música, que le señalamos es difícil de conseguir en México, nos indica: ``Los tirajes de esos años, de las compañías como Orfeón o Perless eran tirajes de 500 discos, que es una cantidad ínfima bajo los estándares de cualquier mercado. Pero es que no había promoción'', además de que ``mucha de la música era en inglés, aunque también grabé en español'', y obviamente no había regalías para un músico que es citado en forma unánime como pilar en el sonido del rock mexicano de fines de los sesenta y principios de los setenta. ``Ahora estoy tocando en un lugar aquí en Tijuana, que se llama Las Pulgas, el mejor lugar de Tijuana, sobre la avenida Revolución. Ayer tocamos Javier Bátiz, Los Apson, Los Solitarios y los Freddy's, grupos locales, por más de cinco horas''.

Con su peculiar sentido del humor, relata algunas de las cosas que actualmente realiza: ``Fito de la Parra y yo vamos a hacer unos trabajos acá en Los Angeles y estamos ahorita trabajando muy juntos. Vamos a hacer muchos discos, una gira afuera de Estados Unidos. ``La información de todo eso la tiene Fito, porque es el que produce ahorita. En ese sentido, yo no puedo irme a Alemania y a Australia y esas ondas. Lo más lejos que voy ahorita es a Tecate y a Ensenada (irrumpe en risas), incluso hasta Mexicali''.

El festival fue la muerte del rock mexicano: Carlos Matta

Benjamín Anaya Ť Para Carlos Matta, guitarrista y compositor principal del grupo Nuevo México, el concierto para celebrar los 27 años de Avándaro es un asunto de intereses: ``Siempre nos dejaron afuera y en esta ocasión nos volvieron a dejar. Nunca se me tomó en cuenta, ni siquiera de palabra. Desde el festival original, en el que hubo muchos ausentes: Javier Bátiz, Los Spiders, La Revolución de Emiliano Zapata, Enigma y nosotros, Nuevo México. No se nos tomó en cuenta... nos mandaron a la goma. Siento que en este caso Ocesa, que es la del billete, tenía que haber considerado a bandas como Nuevo México o Enigma, que siempre hemos estado vigentes, como sea, en el subterráneo o donde sea''.

Carlos Matta reflexiona sobre la trascendencia del festival, a casi 27 años de acontecido: ``Quizá a mí no me metieron en esa tocada, porque yo siempre he manifestado que Avándaro fue la muerte del rock mexicano, porque para unos fue un negocio, pero para las verdaderas bandas de rocanrol fue condenarnos al subterráneo y después de 27 años seguimos ahí, porque se nos negó el apoyo y las disqueras nos congelaron, y Gobernación dio aviso de que no se podía ya pasar rock en español en los medios. Los músicos nuevos deben aprovechar ahora que está esa apertura, porque en ese tiempo a nosotros se nos cerró la boca y no pudimos ya más que tocar en los hoyos fonqui y creo que ahí es la valía de Alejandro Lora''.

Para el líder de la banda en la que tocara Jorge Reyes (``a quien ya sólo le interesa el dinero''), el organizado por Molina es un festival ``poco representativo'', ya que, ``por ejemplo, Mayita Campos se encuentra en activo y nadie la toma en cuenta. El viejo Three Souls se podría reformar y podrían tocar, por ejemplo Charlie Hauptvogel, El Oso Melchorena, Ernesto de León, que siguen vivos y tocando y nadie los toma en cuenta.

``Yo creo que Armando Molina, para los que lean esto, es muy gandalla, porque incluso en la propaganda se pone como Máquina del Sonido y pues realmente, para los que saben de esto, La Máquina del Tronido (porque tronó inmediatamente) nunca estuvo, ni siquiera en esas fechas. No es un grupo representativo, no estuvieron en ese movimiento. Incluso --continúa--, el argumento que me dio Armando Molina, a quien se le considera de todo, menos músico, después de que había repartido los adelantos, fue de que no había metido a Enigma porque no le gustaban los tríos, lo cual es un argumento muy pendejo''.