La música de Silvestre Revueltas comprende directrices múltiples, dentro de las cuales es importante observar la manifestación de sus ideas de orden político. La diversidad de vertientes de contenido político en su música podría encontrarse en composiciones como La coronela, el Homenaje a García Lorca o Frente a frente, cada una con sello y dirección transparentes. La necesidad de distinguir en su obra el contenido político y la acción política es, no obstante, evidente. Al interior de la obra de acción política es conveniente no perder de vista la concepción artística de Revueltas, si se compara con producciones similares de la época. A diferencia del aire épico de la producción política de los compositores soviéticos Shostakovich, en Rusia, o Kostakovsky, en México, Revueltas evita en su música idealizar lo político. Por el contrario, tiende a convertirlo en una materia viva en la que la emoción que nace de lo expresado por los textos que adopta --en alguna ocasión de forma no explícita-- hace que el contenido y el continente parezcan fundidos vitalmente dentro de la pasión, el duelo o el humor políticos. Aun si es importante el distinguir contenido y acción política en las obras de Revueltas aquí señaladas, una de las esencias que dan originalidad a esa vertiente tan particular en su música es la unidad de estilo; véase, de imaginación creativa.
Algunos testimonios sobre el compositor serán útiles para pefilar su figura humana: Eugenia Revueltas, hace justo dos años, en una de las discusiones en ocasión del primer coloquio sobre Revueltas realizado en la Escuela Nacional de Música de la UNAM, decía con toda propiedad: ``Soy hija de un republicano'', en oposición a la idea de asociar al padre con un miembro activo del Partido Comunista (PCM). Revueltas parece haberse identificado profundamente, y de manera espontánea, con la clase proletaria, lo que le hará decir a su hermana Rosaura: ``Siempre vivió en la pobreza, en los rumbos viejos de la ciudad: en viviendas pobres, entre la gente pobre''. (En Los Revueltas, Rosaura Revueltas, 1980, p. 57). En las observaciones en el Diario de Revueltas sobre Guadalupe, una de las enfermeras del sanatorio en el que pasa largo tiempo a solas, apunta: ``Lupe la enfermera estuvo más comunicativa que de costumbre, sabe que me voy y quizá por eso me hizo desfilar su vida gris. No conoce los cines. Todo el tiempo lo da a sus enfermos todo el día. Es el verdadero ejemplo del trabajo sin tregua. Diré ¿stajanovismo? ¿Recompensa? Ignoro qué recompensa pueda alcanzar. ¿Sólo la recompensa de los que practican el bien? ¡Es tan poco marxista! En fin...'' (Ibid., pp.74-75).
La frase ``¡es tan poco marxista!'' parece reclamar una carencia de combatividad y de exigencia de la trabajadora. Si acaso Guadalupe y otras mujeres en el sanatorio le han enseñado a rezar, a lo cual no se ha opuesto sin ser practicante, se compadece de la ideología cristiana de hacer el bien sin pedir recompensa alguna en este mundo. Su reflexión pediría algo más para ella de lo que espera para sí misma. Su solidaridad y su ideología corren ahí en paralelo en una reflexión dialéctica sobre la realidad que da pleno espacio a la presencia del otro.
En cuanto a documentos y vida pública, he aquí algunos indicios de sus afinidades con la izquierda: Una carta del Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros de la República Mexicana le pide, ``conociendo su revolucionarismo indiscutible (...) amenizar nuestro acto de lucha con algo de música selecta y revolucionaria'' dentro de un mítin en octubre de 1933. Es de todos conocida la membresía activa de Revueltas en la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios (LEAR), la que preside en un momento y organiza la visita de adhesión de varios intelectuales y artistas mexicanos a la España republicana en 1937. Siendo director de la Orquesta Sinfónica Nacional, una carta del PCM lo invita a participar, ``dada su ideología izquierdista'', en el Congreso Nacional de enero de 1937. Dichos documentos no dejan considerar a Silvestre Revueltas como miembro formal del partido, si bien coincidirá en varios aspectos con la ideología comunista. Así lo dejará observar en Porras y Frente a frente, en las que su identificación es nítida con ideas de izquierda, como las de un ``frente sindical único'', un ``frente popular'' o el carácter ``antiguerrero, antifachista, antimperialista'' de éste. En Frente a frente, nombre a su vez del órgano informativo de la LEAR, el texto del canto habla de ``la dura lucha sin tregua final'', del ``avance de los leales contra todos los fascistas y ladrones del proletario mundial''.
Sin ser miembro del PCM, la línea política de Revueltas es de carácter stalinista, lo que entonces se entendía por una corriente progresista, postura frecuente entre la gente de izquierda en casi todo el mundo desde antes de la Guerra Civil española --cuando Stalin y Hitler no habían aún firmado el pacto de no agresión-- y cuando la URSS era identificada como líder internacional en la lucha organizada contra el capitalismo. El carácter prosoviético de las ideas que defiende Revueltas en dichas obras le hará disentir, junto con otros mexicanos en aquel momento, de la línea de Trotsky, como se podrá observar en la Adivinanza, segunda letra que añade a la revisión de la partitura de Frente a frente.
De forma resumida, puede decirse que el tono de la vida política de Revueltas parece ser el de un sólido militante, luchador dentro y fuera de su propia clase, manteniendo siempre su independencia como hombre solidario y como artísta solitario.