La Jornada 27 de agosto de 1998

Convocó el Ejecutivo a iniciar la cruzada para abatir la delincuencia

Rosa Elvira Vargas y José Gil Olmos Ť El estado de inseguridad pública en que está México es resultado de la ineficacia y corrupción de los cuerpos policiacos, pero también de muchos años de negligencia, descuido, simulaciones y reformas legales que han sido rebasadas por los hechos, admitió el presidente Ernesto Zedillo al dirigirse a todo el país para convocar a una Cruzada Nacional contra el Crimen y la Delincuencia.

``Hemos fallado, pero no fracasaremos'', resaltó el mandatario, luego de anunciar nuevas iniciativas legales para combatir la criminalidad y hacer más severas las penas contra los llamados delitos de cuello blanco.

Así, al asumir que las reformas legales realizadas en esta materia han resultado insuficientes ante la dimensión del problema, el titular del Ejecutivo recordó que en el Poder Legislativo se encuentran iniciativas mediante las cuales se busca reducir los espacios que usa la delincuencia para evadir la acción de la justicia.

Las propuestas que enviará ahora, precisó, se refieren a la acumulación de penas para los reincidentes; suprimir los beneficios de preliberación y reducción parcial de penas en los delitos de más peligrosidad, y castigar con mayor rigor a quienes realicen ilícitos de carácter financiero y fiscal.

En el Museo de Antropología, sitio que ha elegido en repetidas ocasiones para hacer pronunciamientos y dar a conocer acciones relevantes de su administración, el jefe del Ejecutivo reiteró su llamado a fincar una cultura de ``cero tolerancia'' ante cualquier infracción a la ley, así sea leve, pues disculpar faltas menores, dijo, ``es el camino a la justificación de los delitos graves''.

Insistente, el mandatario habló de hacer colectiva la lucha contra la violencia y estableció que los mexicanos, ``no permitiremos que esta lucha la ganen los delincuentes. No será fácil; por el contrario, tomará tiempo y mucho esfuerzo''. Sin embargo, confió en que en un par de años y a partir de las nuevas medidas, empiecen a verse claramente los resultados y dar de ese modo al país, ``una nueva seguridad''.

Con gobernadores, funcionarios de su gabinete, procuradores de justicia de los estados, algunos alcaldes, representantes religiosos y miembros del cuerpo diplomático, Ernesto Zedillo partió de asumir que la sociedad mexicana se encuentra indignada y con temor de ser víctima y testigo del crecimiento de la violencia, pero también de la ineficacia de los cuerpos de seguridad y la corrupción que con demasiada frecuencia existe en ellos y que en muchos casos es el origen de la impunidad, señaló.

``La sociedad exige, con toda razón, que se actúe ya con decisión y con eficacia; tiene razón cuando exige, con firmeza, resultados claros en el combate a la delincuencia. Para ello hoy se tiene, por vez primera, un claro mandato constitucional y se sientan las bases para una coordinación efectiva entre la Federación, los gobiernos estatales y el Distrito Federal que establece formas concretas de actuación, subrayó el Presidente.

Así, dijo, se construirá un verdadero sistema que permita combatir la delincuencia que no conoce fronteras entre los estados, un Sistema de Seguridad Pública que contará con una red de radiocomunicación para permitir el enlace entre autoridades, un registro completo de los delincuentes y sentenciados para facilitar la investigación criminalística y otro de los servidores policiacos para evitar su recontratación si antes fueron cesados en alguna corporación, por mala conducta.

La expectativa presidencial es que se llegue a tener policías bien capacitados y mejor pagados, como corresponde a la relevancia de su labor. También existen en el país policías honestos, capaces y orgullosos de servir a la sociedad, pues ha podido comprobarse que sí es posible combatir el crimen y atrapar a los delincuentes, por peligrosos que sean, señaló el mandatario.

Por ello, esos guardianes del orden deben tener buenas prestaciones de ley y certidumbre laboral y, en ese sentido, se establecerá el Servicio Social de Carrera en Seguridad Pública.

Hoy en México se vive -admitió Zedillo- el resultado de muchos años de negligencia en el reclutamiento de los cuerpos de policía. Además, los agentes del Ministerio Público y los jueces se enfrentan a la necesidad de aplicar leyes insuficientes para retener a los criminales o para aplicarles castigos acordes con los delitos que cometen.

En el apartado de precisiones a sus diversas propuestas para restablecer la seguridad pública, el jefe del Ejecutivo planteó que deben encontrarse formas para proteger mejor los derechos de las víctimas, pues éstos no pueden ser menos importantes ante la ley que las prerrogativas de los delincuentes.

Al referirse al aumento en las sanciones para quienes cometan delitos financieros y fiscales, resaltó que a los mexicanos les resulta indignante ver a personas sobre las que se presume fundadamente que han defraudado a instituciones financieras, a inversionistas y a ahorradores, ``refugiarse en los recovecos e insuficiencias de las leyes vigentes, para quedar impunes''.

En síntesis, de acuerdo con lo anunciado, el gobierno fortalecerá, a partir de ahora, su capacidad de investigación de crímenes y de persecución de delincuentes y dotará para ello de tecnologías modernas a los responsables de esas tareas. Se trata de contar con un Sistema de Seguridad Pública que se traduzca ``por primera vez'' en una estrategia completa e integral para cumplir con la ``primerísima'' obligación con la sociedad, que es la de proporcionar seguridad y la certeza de que cuando ésta falle, se castigará a los responsables de infligir la ley.

Fue en ese punto cuando el presidente habló de la cruzada e hizo la exhortación para sumarse a ella a todos los ciudadanos, con la finalidad de generar una nueva cultura de estricto apego a la ley, y a denunciar todos los delitos de que son víctimas, pues una de las razones importantes de la impunidad es que sólo se denuncia una proporción muy baja de los ilícitos que se comenten a diario.

El mandatario también llamó a los medios de comunicación, pues en estos tiempos, dijo, nadie como ellos para formar y transformar la cultura de las sociedades y difundir la conveniencia para todos de observar las normas.

Precisó entonces la importancia de ``no convertir la inseguridad y el crimen en espectáculo, ni exaltar aun inconscientemente a los criminales, como lamentablemente ha ocurrido en los últimos días''.

El llamado del presidente llegó también a los organismos civiles no lucrativos para que participen en los Comités de Consulta y Participación de la Comunidad, los cuales trabajarán en coordinación con los Consejos Locales de Seguridad Pública.

De acuerdo con el presidente Zedillo es mucho lo que la sociedad organizada puede aportar al trabajo de las autoridades, y para que los ciudadanos adopten precauciones que reduzcan la posibilidad de ser víctimas de la delincuencia.