Ya sancionó el IFE las erogaciones, insiste el CEN priísta
El CEN del PRI dijo que los señalamientos que hizo anoche la dirigencia del PRD son ``totalmente falsos'' y acusó a ese partido de recurrir a ``afirmaciones sesgadas para confundir a la opinión pública nacional'', ante la falta de propuestas serias.
El tricolor insistió en que sus gastos de campaña en 1994 fueron ya sancionados por el IFE, que en su oportunidad analizó la fuente, el destino y los montos de las aportaciones recibidas --que en el caso de los particulares no debía ser mayor a 1.8 millones de pesos-- ``comprobando el correcto origen y aplicación de los recursos financieros... para esa campaña electoral''.
En un comunicado, el PRI recurrió al mismo argumento que ya utilizó cuando se conoció que Gerardo de Prevoisin aportó ocho millones de dólares para financiar la campaña presidencial de Ernesto Zedillo: el dictamen de la autoridad electoral, publicado el 11 de diciembre de 1995 en el Diario Oficial, y del que sólo retoma los puntos en el que el organismo afirma que ``presentó en forma y tiempo los informes requeridos por ley; los renglones de ingresos adicionales a los públicos, que en conjunto resultan relevantes para sus ingresos y campañas, donaciones e ingresos por productos financieros''.
Además, el tricolor alega que la presentación de sus comprobantes de ingresos ``fue la adecuada y estuvo sujeta a los patrones ordenados por los lineamientos. Del lado de sus egresos también fueron presentados en forma correcta''. Siempre recurriendo al dictamen del IFE, el Revolucionario Institucional dice que su informe de gastos fue ``un reporte correcto, pormenorizado y sujeto a una exposición adecuada''.
Sin embargo, no hizo referencia a que la información del PRD se basa en auditorías internas de Banca Cremi-Unión y BCH, instituciones que concedieron diversos créditos a empresas, algunas de ellas fantasmas o insolventes, que a su vez canalizaron esos recursos a los fideicomisos del PRI, y cuya cartera forma parte de los pasivos del Fobaproa.
El PRI concluye: ``El dirigente del PRD, ante la falta de propuestas serias sobre las cuales construir los consensos que requiere el país para lograr estabilidad y crecimiento económicos, nuevamente recurre a afirmaciones sesgadas para confundir a la opinión pública nacional. Reprobamos este hecho y conminamos respetuosamente al PRD a asumir una posición responsable en la solución de los problemas que están afectando al pueblo de México''.
Las revelaciones del PRD provocaron reacciones diversas. Desde convocatorias inmediatas a reuniones de cúpula como en el propio Revolucionario Institucional y en Acción Nacional, hasta el mutis que hicieran en Hacienda, el Senado y en Nafin. En fuentes gubernamentales se indicó que lo único que comprueba la información aportada por el PRD es que hubo aportaciones diversas a la campaña del PRI, pero en modo alguno que hayan sido ilegales. Con sus denuncias, señaló la misma fuente, el PRD está lanzando una bola de humo. ``Suponiendo que las aportaciones al PRI hayan provenido de personas que -como De Provoisin o Cabal Peniche- realizaron hechos ilegales ello no vincula al partido con sus actos fraudulentos''.
Felipe Calderón, presidente del CEN panista, habló con los coordinadores parlamentarios y el resto de su comité y los instruyó a esperar el resultado de las deliberaciones internas y resultados del análisis de la información antes de fijar una posición partidista.
En Nafin se buscó a Carlos Sales, quien fuera secretario de Finanzas del CEN priísta y habría recibido, según el PRD, el dinero que algunos bancos depositaron en los fideicomisos creados para financiar las campañas del partido oficial en 1994. La oficina de prensa de Nafin indicó que su titular no estaba en la ciudad. En Hacienda, con desdén, sus voceros se limitaron a decir: ``no hay comentarios. Nosotros ya nos vamos a nuestras casas''. En el Senado, se buscó a Fernando Ortiz Arana, pero no fue posible localizar al legislador y ex dirigente del PRI en 1994. El asunto de la denuncia perredista pasó inadvertido en noticieros nocturnos de televisión. (Enrique Méndez, Rosa Elvira Vargas, Georgina Saldierna, Juan Manuel Venegas y Roberto González Amador)
El 11 de diciembre de 1995 el Instituto Federal Electoral (IFE) reconoció en un informe publicado en el Diario Oficial de la Federación que le fue ``imposible'' auditar con precisión el origen de los recursos privados que recibieron los partido políticos para financiar sus campañas en 1994.
El argumento del órgano electoral fue que la limitaciones jurídicas en la materia le obligaron en ocasiones a ``atenerse a la palabra de los partidos'' sobre las fuentes de sus ingresos no públicos, por ello sólo pudo ``aproximarse'' a una fiscalización real.
De acuerdo con la información proporcionada ayer por el PRD, Banca Unión habría financiado una tercera parte de los gastos de campaña del PRI en 1994. Según este partido, dicha institución --propiedad de Carlos Cabal Peniche y rescatada por el Fobaproa-- entregó al priísmo 30 millones de dólares de los 95, que erogó en sus campañas (presidencial, senadores y diputados).
La comisión especial de consejeros del IFE que elaboró el dictamen sobre el financiamiento de los partidos políticos --realizado siete meses después de la elección de 1994-- resaltó ``la notable disparidad entre los gastos efectuados por el PRI y los otros partidos que participaron en la contienda''.
El Revolucionario Institucional fue el partido que contó con la bolsa más grande de recursos: 324 millones 681 mil 340 pesos, equivalente a 95 millones de dólares al tipo de cambio de julio de 1994, frente a los 43 millones 3 mil 758 pesos de Acción Nacional. Es decir, el tricolor gastó 7.5 veces más que Acción Nacional, cuyo recursos equivalían a 12. 6 millones de dólares.
La brecha presupuestal se ensancha si la comparación se hace con los llamados chicos y el del sol azteca. El PRD erogó 6 millones 286 mil 604 pesos, es decir, 1.76 millones de dólares, cifra que representó 1.52 por ciento de lo gastado por todos los partidos (417 millones 780 mil 951 pesos). El Revolucionario Institucional gasto 78.28 por ciento, y el partido que menos erogó, el Verde Ecologista, alcanzó apenas los 3 millones 349 mil 219 pesos, ni siquiera uno por ciento del total.
Este informe del IFE, al que ha recurrido el PRI para justificar que el órgano electoral no encontró irregularidades y por lo tanto considerar el asunto cosa juzgada, señala en referencia al partido oficial: ``Era conocida la situación distorsionada en la que un partido político tiene erogaciones de campaña desproporcionadas en comparación con sus competidores, pero por primera vez esta desigualdad ha sido cuantificada''.
Fue hasta los comicios de 97 cuando se establecieron en la ley nuevas reglas para regular los gastos de campaña de los partidos. Ahora se les obliga a llevar libros contables, situación que no soluciona del todo la desproporción de los recursos que se allega cada instituto político. (Mireya Cuéllar y Roberto Garduño)