¡EUREKA!
Por sus barbas...
En tiempos de las antiguas Grecia y Roma, las barberías fueron centros para el intercambio de opiniones y chismes. Durante seis siglos los ``barberos sangradores'' de Europa fueron los practicantes de la medicina empírica, con la realización de sangrías y cirugías, y formaban parte de la plantilla de todo hospital importante.
Algunos barberos estaban autorizados para sacar dientes y muelas, sangrar, poner ventosas y sanguijuelas, y los médicos de aquel tiempo dejaban en sus manos tareas como extirpar abscesos y tratar heridas.
En 1895, el canadiense de origen francés King C. Gillette ideó el primer rastrillo de seguridad con hojas (navajas) intercambiables. Lo que parecía un negocio ruinoso -en 1903 Gillette sólo vendió 168 hojas de afeitar y 51 rastrillos- se convirtió con la Primera Guerra Mundial en un filón: en 1917, el gobierno estadunidense adquirió 3.5 millones de rastrillos para equipar a sus fuerzas en Europa.
En dos décadas, las navajas desechables se convirtieron en la base del afeitado masculino y los barberos empezaron a perder clientes.
El rastrillo de dos hojas nació en 1971, y en 1986 se perfeccionó con una banda suavizante para hacer más placentero el afeitado. Los expertos sabían que colocar una tercera hoja era el desarrollo natural del invento. El problema era evitar que provocara cortadas en la cara.
Así, bajo estrictas medidas de seguridad que rivalizaban con las del Pentágono, un equipo de ingenieros, diseñadores industriales, especialistas siderúrgicos, técnicos en digitalización de imágenes, dermatólogos y ejecutivos trabajaron incansablemente durante los últimos siete años en el laboratorio de Gillette hasta que lograron desarrollar un rastrillo dotado de tres cuchillas -Mach3-, recientemente lanzado a la venta en Estados Unidos después de múltiples pruebas en laboratorios, en los que se estudiaban las características de los pelos de la barba con rayos infrarrojos.
Más de 500 de los mejores ingenieros de Estados Unidos, con doctorados del MIT y Stanford, trabajaron en la construcción y diseño del rastrillo. El próximo proyecto es un modelo similar para mujeres que acostumbran afeitarse piernas y axilas.