Carlos Monsiváis
Elena Garro
Elena Garro fue y sigue siendo una gran escritora. Los recuerdos del porvenir es una de las mejores novelas de este siglo mexicano. Y ahí están presentes la perspicacia, la inteligencia, el instinto poético, la destreza narrativa, la capacidad de crear personajes que en alguna medida son al mismo tiempo metáforas de un paisaje onírico. Si en relación verdadera con el realismo mágico atenida a su creencia fervorosa en la poesía, Elena Garro describe esa provincia mexicana dividida por la guerra cristera y la delimita utilizando los rencores de las pasiones amorosas y la belleza que a pesar de la guerra continúa, su libro de cuentos La Semana de siete colores es excelente y en especial La culpa es de los tlaxcaltecas es un obra maestra. Las siguientes novelas de Elena Garro no poseen la fuerza ni la convicción de Los recuerdos de el porvenir, aunque es muy interesante Andamos huyendo Lola, pero aun en sus momentos más débiles siempre hay fragmentos de gran vigor expresivo; como dramaturga es de primer orden y sólo la equiparo con Sergio Magaña. Un hogar sólido y Felipe Angeles son en verdad dos obras notables. Quizá la parte más débil de su obra sean las memorias y su libro sobre la Guerra de España no es convincente. Si hay necesidad de un resumen de su vida, diré que fue una persona difícil y contradictoria y siempre una gran escritora, y ése es el legado incesante de Elena Garro.