La Jornada 23 de agosto de 1998

Exculpa Daniel Arizmendi al joven Morgan; ``yo daba las órdenes''

Agustín Pérez Aguilar, corresponsal, Toluca, Méx., 22 de agosto Ť Daniel Arizmendi López reconoció por segunda ocasión en dos días, en el interior del penal de máxima seguridad de Almoloya de Juárez, ser parte de una organización de secuestradores, durante la segunda diligencia judicial desde que fue recluido, en espera de que se inicien los cinco procesos que existen hasta el momento en su contra; admitió además que era el jefe.

El trámite efectuado hoy para tomar la declaración preparatoria de Arizmendi, Dulce Paz Vanegas Martínez y Armando Miguel Morgan Hernández, ahora concerniente al proceso por delincuencia organizada y posesión de armas de fuego de uso exclusivo de las fuerzas armadas, incluyó un improvisado careo entre el secuestrador y su presunto cómplice.

El suceso fue motivado por las declaraciones de Morgan Hernández, de 19 años de edad, quien rechazó que las armas encontradas en su casa por la policía le pertenecieran, y acusó al Mochaorejas de haberlo amenazado de muerte para obligarlo a colaborar con su banda, además de dejar las citadas armas en su domicilio.

El juez tercero de distrito en materia de Procesos Penales Federales, Ricardo Ojeda Bohórquez, ante las diferencias entre lo dicho por el presunto responsable y lo indicado en las declaraciones ministeriales que lo acusan de posesión de armas de fuego prohibidas, llamó a Daniel Arizmendi para que ratificara o negara esta situación.

A dos metros de Armando Morgan, sin verse las caras directamente, Arizmendi López dijo que el armamento efectivamente era de él, que lo había comprado ``al señor que ya está en el expediente'', y afirmó: ``No me acuerdo si alguna vez se las presté (las armas) a Armando''.

Por este motivo, el abogado que defiende de oficio a los tres presuntos responsables solicitó a Ricardo Ojeda que conceda el auto de libertad a Morgan Hernández por el delito de posesión de armas de fuego.

Ahí también, con el mismo tono de voz sereno e indiferente, Arizmendi reconoció que sí amenazó de muerte a quien había sido su cómplice: ``Fue cuando el papá de Dulce Paz estaba en el hospital, y por eso yo estaba tomando con sus hermanos. Ahí le dije, ahí le hice la amenaza''.

A pregunta expresa del juez Ojeda Bohórquez, Arizmendi dijo ante un funcionario del juez que él era quien daba las órdenes en su organización de secuestradores, con lo que terminó el careo y el indiciado fue regresado a su celda.

Morgan Hernández sí declaró, y además aceptó ser interrogado por los agentes del Ministerio Público Federal, ante quienes aseguró que Daniel Arizmendi le ordenó hacer tres llamadas telefónicas a un hombre de apellido Segura, para negociar el que presumiblemente fue el rescate del fallecido empresario Raúl Nieto del Río.

Morgan relató: ``El señor Daniel me dijo lo que tenía que decir y yo sólo llamé. Llamé unas tres veces. La primera fue para decir que recogieran un paquete en una plaza de toros en Querétaro. Después, para que recogieran unas tortas y un paquete en un lugar llamado Hipocampo''.

Agregó que en la primera llamada se acordó pagar 70 por ciento de la suma requerida por los plagiarios, aunque nunca se especificó si fue entregada alguna cantidad de dinero.

El presunto cómplice aceptó asimismo haber recibido dinero de Daniel Arizmendi en pago por su colaboración en diversas acciones, pero aclaró que él no participó en ningún secuestro. ``Sólo estuve con ellos una o dos veces'', aseguró.

Afirmó que el jefe de la banda avisaba con una hora y media de anticipación a sus compinches que iba a realizarse ``una operación'', y quince minutos antes les proporcionaba los detalles.

Morgan Hernández señaló que él sólo acompañaba ocasionalmente a Daniel Arizmendi y recalcó que su primo Josué Vanegas Martínez, quien se encuentra recluido en el penal estatal ubicado también en Almoloya de Juárez, eventualmente conducía el automóvil, ``pero no iba armado''.

En cuanto a la participación de Dulce Paz Vanegas, amante de Daniel Arizmendi y también prima del indiciado, éste dijo no conocer si aquella estaba directamente involucrada, aunque manifestó haber vivido con ella en una casa de Cuernavaca de enero a mayo de este año, donde recibía la visita del secuestrador una vez por semana.

El próximo lunes se definirá la situación legal de los tres inculpados en este proceso en particular, y se espera que en los próximos días continúen integrándose las diversas causas que se le siguen a Daniel Arizmendi López, por lo que según algunos abogados ``no tendrá el tiempo que pidió para dormir''.