Fraguaron bancos líderes embate contra el peso
Roberto González Amador Ť Una acción concertada contra el peso, promovida por las tesorerías de los principales bancos privados del país, restó posibilidades de éxito a los esfuerzos del Banco de México para contener la depreciación de la moneda nacional, en una operación que obligó a la autoridad monetaria a retirar más liquidez del mercado, aseguraron ayer fuentes financieras.
Después de que el Banco de México anunció el lunes pasado una tercera ampliación del llamado corto monetario, los operadores de las mesas de dinero de los principales bancos del país se pusieron de acuerdo para demandar bonos gubernamentales a una tasa de interés inferior a la de las expectativas del mercado, lo que en la práctica anuló la restricción de liquidez aplicada por el banco central para frenar la caída en el valor del peso frente al dólar.
El llamado corto monetario consiste en que el Banco de México proporciona a los intermediarios bancarios 70 millones de pesos menos que su demanda diaria de dinero. Con esta medida, la autoridad induce un incremento en las tasas de interés internas que vuelve más rentable la inversión en instrumentos en moneda nacional y resta atractivo a la compra de divisas.
No obstante la aplicación de los cortos, no se ha dado un incremento importante en las tasas de interés porque las mesas de dinero de los grandes bancos ``bloquearon'' el alza de los réditos a corto plazo (representados por los Cetes a 28 días) mediante mecanismos sencillos, según explica un operador enterado de esos movimientos, que los explicó a condición de no ser citado por su nombre.
El mecanismo para bloquear el efecto de los cortos consiste en que las mesas de dinero de esos bancos -que en medios financieros comienzan a ser conocidos como ``el cártel de bancos''- colocan posiciones por montos millonarios en las pantallas de los operadores del Banco de México encargados de recibir las posturas de compra de los intermediarios a una tasa de interés deliberadamente baja y luego compran los bonos de las subastas primarias de Cetes, que se realizan todos los martes, a tasas equivalentemente menores.
Así, las mesas de dinero de los bancos fondean con tasas bajas en el mercado secundario de dinero, donde se realizan las transacciones diarias con bonos del gobierno, y luego compran en la subasta primaria a tasas menores.
La lógica del comportamiento de los intermediarios bancarios ``es muy comprensible'', según la fuente consultada, pues muchas mesas de dinero tienen posiciones de papel a largo plazo y en el rally alcista de las tasas en el mercado secundario de los últimos dos meses han tenido grandes pérdidas o minusvalías.
Las mesas de dinero de los bancos tenían posiciones largas en bonos del gobierno y con un incremento en las tasas de interés resienten grandes minusvalías de las que se pueden recuperar manipulando las tasas de interés. Sin embargo, el daño es para el Banco de México, que ve anulado el efecto de sus medidas de restricción de liquidez porque el fondeo barato desestimula la entrada de dólares.
Para poder contrarrestar los mecanismos empleados por las mesas de dinero, el Banco de México decidió limitar a partir de ayer el monto de los créditos interbancarios que contratan entre sí las propias instituciones.
El banco central espera que esta medida, que consistirá en reducir 5 por ciento el monto de los créditos interbancarios a partir del nivel alcanzado el viernes pasado, que fue de 9 mil millones de pesos, contribuya a elevar las tasas de interés internas al reducir la circulación de dinero.
Así, los mecanismos empleados por las mesas de dinero de los bancos para presionar a la baja las tasas de interés podrán ser acotados y se elevarán los rendimientos internos para frenar la depreciación del peso.
Según el operador consultado, las mesas de dinero tienen prohibido ponerse de acuerdo para demandar Cetes a una tasa de interés inferior a la proyección del mercado. Sin embargo, el banco central no ha admitido que los bancos realizaran una acción concertada.
``El Banco de México no va a reconocer que los bancos se pusieron de acuerdo para reducir los efectos del corto. Admitir ese hecho, que ha ocurrido en los últimos días, implica que el banco central deba sancionar a esos bancos y, en este momento, la autoridad lo último que desea es confrontarse con éstos'', explica la fuente consultada.
La medida de limitar en 5 por ciento el monto de los créditos interbancarios intenta frenar a especuladores, y de esta manera evitar que el cártel de bancos continúe nulificando las acciones del Banco de México mediante los diversos cortos.
``Esta acción concertada para impedir que un alza de tasas de interés frenara las presiones cambiarias fue promovida por las mesas de dinero de los principales bancos'', dijo el operador enterado del movimiento, quien no quiso identificar las fuentes de la acción. Sin embargo, las principales mesas, por el volumen que mueven en el mercado, son las de Banamex, Bancomer, Serfin, Inbursa, Banorte e Internacional.
Un funcionario del Banco de México dijo ayer que ese organismo desconoce que haya algún tipo de acuerdo de las mesas de dinero para contrarrestar el alza en los réditos promovida por la autoridad.
``El mercado es demasiado grande para que un grupo de bancos mantenga una tasa de interés fuera del precio de equilibrio. Si lo hacen, tarde o temprano revientan'', señaló.
-¿Está enterado el Banco de México sobre la acción realizada por las mesas de dinero?
-A mi conocimiento no lo están haciendo.
Sin embargo, los cortos aplicados por el instituto central no han logrado frenar las presiones cambiarias. Incluso, el Banco de México decidió inducir una alza en las tasas de interés en el mercado secundario de bonos para el próximo lunes. ``Hay tanto nerviosismo en los mercados que los instrumentos de política monetaria pierden efectividad en el día a día, pero hay que juzgarlos por sus efectos en varias semanas'', señaló el funcionario.
En 1994 las mesas de dinero de los principales bancos hicieron acopio de posiciones en Tesobonos, un instrumento indexado al tipo de cambio, y cuando estalló la crisis comenzaron a venderlos, lo que les generó altas ganancias y una pérdida al erario nacional por casi 30 mil millones de dólares.