La Jornada 21 de agosto de 1998

Insta el organismo a reiniciar el proceso de diálogo en Chiapas

Kyra Núñez, especial para La Jornada, Ginebra, 20 de agosto Ť La Subcomisión de Prevención de Discriminaciones y Protección a las Minorías de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU pidió al gobierno mexicano que ``dé alta prioridad a la lucha contra la impunidad de los autores de violaciones graves de derechos humanos'', en particular a ``los miembros de las poblaciones autóctonas'', demandó confianza para la labor de los defensores de garantías individuales mexicanos e hizo un llamado a los signatarios de los acuerdos de San Andrés Larráinzar.

La resolución emitida por la subcomisión, que sesionó este jueves a puertas cerradas, fue aprobada por 12 votos a favor, seis en contra y seis abstenciones, pese al intenso cabildeo que realizó la Secretaría de Relaciones Exteriores por evitarla.

Este órgano dependiente de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, adoptó este mediodía la resolución L. 18 titulada ``Desarrollo de la situación de los derechos humanos en México'' en la que, además, se pide que en su próximo periodo de sesiones, dicha comisión examine con ``fines preventivos'' la problemática de los derechos humanos en México y decida, en caso de no poder hacer un seguimiento, ``que la subcomisión prosiga este análisis''.

Júbilo entre representantes de organizaciones no gubernamentales

El anuncio de los resultados de la votación secreta de los expertos de la subcomisión causó un verdadero júbilo entre los representantes de organizaciones -mexicanas e internacionales- defensoras de los derechos humanos en México.

La resolución fue introducida y defendida por los expertos José Bengoa (Chile), Asbjorn Eide (Noruega), Francoise Jane Hampson (Reino Unido), Louis Joinet (Francia) y Paulo Sergio Pinheiro (Brasil), habiendo obtenido el apoyo de otros siete de los 24 (de 26) integrantes de la subcomisión presentes en esta sesión; los expertos trabajan en su calidad individual y no representan a los gobiernos.

La resolución adoptada en sus párrafos concluyentes está basada en la ``convicción'' de que la Comisión de Derechos Humanos de la ONU es uno de los órganos más seguros, mientras haya tiempo, de prevenir que violencia e impunidad caucen un daño irreparable al estado de derecho''.

En el primer punto del documento, la subcomisión ``demanda a las autoridades mexicanas asegurar el respeto total a los instrumentos internacionales de los que México es parte signataria y que le conceda la más alta prioridad a dos puntos esenciales: a) el combate de la impunidad de los perpetradores de las más serias violaciones a los derechos humanos, especialmente aquellos que han sufrido numerosos miembros de las poblaciones indígenas; b) que promueva la acción de los defensores de los derechos humanos y la garantía de su seguridad personal''.

En el punto número dos de la resolución, se hace un ``llamado a las partes signatarias de los acuerdos de San Andrés, a reasumir el proceso que favorezca el diálogo'' y, finalmente, en su tercer y último punto, ``solicita a la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas, que en forma preventiva considere en su próximo periodo de sesiones (marzo/abril de 1998) el desarrollo de la situación de los derechos humanos en México y, si la comisión no pudiera hacerlo, que la subcomisión continúe la consideración de estos eventos en su próxima sesión''.

La resolución adoptada está incluida en el área ``Cuestión de las violaciones de los derechos humanos y libertades fundamentales'', incluyendo las políticas de discriminación y segregación racial y del apartheid en todos los países, con particular referencia a los territorios colonizados, y será sometida a la propia comisión de la ONU.

Al fundamentar en seis párrafos sus conclusiones, la subcomisión resaltó, entre otros puntos, que ha tomado nota de la información sometida por fuentes corroboradas que indican que la situación de los derechos humanos en México resulta cada vez más inquietante, sobre todo y hasta donde se sabe, en los casos de las poblaciones indígenas.

Reconocen recomendaciones sobre diversas problemáticas de la niñez

La subcomisión reconoció igualmente los datos y las recomendaciones ofrecidas por los relatores especiales de la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas en los temas de tortura, venta de niños, prostitución infantil y pornografía de menores, luego de sus visitas a territorio mexicano.

Tomó nota de que México apoyará la Declaración sobre los Derechos y Responsabilidades de los Defensores de Derechos humanos en la Asamblea General de la ONU.

Consideró igualmente como un signo esperanzador lo dicho por la delegación mexicana observadora ante la subcomisión, en cuanto a la estrategia general decidida por el gobierno para resolver el conflicto en Chiapas por medio del diálogo y sin que se demande que para ello el Ejército Zapatista de Liberación Nacional entregue las armas, en busca de una reconciliación de paz digna y justa, mediante el restablecimiento y el mantenimiento del estado de derecho, incluyendo el desarme y el reasumir el diálogo con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, así como hacer frente a las causas estructurales de marginación y extrema pobreza, ligadas al subdesarrollo de esa región del país.

Antes de presentar sus tres acciones a seguir, la subcomisión reiteró su seguridad en que la acción preventiva de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, es la forma más segura de prevenir que la violencia y la impunidad inhabiliten el estado de derecho.

Los expertos no sucumbieron a las presiones políticas. La decisión adoptada por la subcomisión, de poner formalmente en monitoreo directo a México por la inquietante situación de los derechos humanos que en general es grave en todo el país, no solamente en la región del sureste, pasó por una encrucijada de naturaleza política, puesto que no pocos de los expertos fueron contactados por miembros de la delegación diplomática mexicana a fin de ser convencidos de que los eventos en Chiapas son de carácter local y de ninguna manera se trata de una situación generalizada.

La votación demostró, dijo uno de los expertos, que la fuerza de los expertos radica en su postura personal precisamente ante temas para los cuales han sido invitados a colaborar con Naciones Unidas.

A diferencia de la comisión de la ONU, donde el voto lo tienen únicamente los Estados miembros y por lo tanto se trata de voto político que lleva a la conclusión de alianzas regionales o bilaterales, la subcomisión otorga el voto a los 26 expertos que la componen, y así el sufragio es razonado con base en la información que de primera mano se recibe, o la que trasmiten las llamadas ``fuentes corroboradas''. La evidencia en el caso de México es apabullante, según uno de los expertos entrevistados.

Varios de los miembros de la subcomisión que votaron a favor se sintieron ``atacados'' por lo que llamaron una especie de cacería de brujas emprendida por la delegación mexicana y por algunos expertos contrarios a la resolución.