La Jornada 20 de agosto de 1998

MERCADOTECNIA

David Brooks, corresponsal, Nueva York, 19 de agosto Ť En este país, el mundo desapareció durante las últimas 48 horas --igual que cuando en enero comenzó el escándalo Lewinsky-- y sólo existe el sexo, la mentira y la insistencia de que se trata de un asunto clave para todo el planeta.

Pero los políticos, los medios institucionales, los ``expertos'' y las ``figuras públicas'' no se cansan de insistir en que no se trata de sexo, sino de una traición a algo llamado ``la confianza nacional''. El delito central: el presidente ``mintió'' al pueblo estadunidense.

Sin embargo, ese mismo pueblo, a nombre del cual tantas figuras importantes de este país dicen estar hablando, rechaza esta interpretación, y lo ha hecho desde el principio. Desde que comenzó esta crisis, hace más de siete meses, las encuestas han mantenido una misma tendencia: la mayoría (siempre superior a 60 por ciento) aprueba el desempeño de Bill Clinton al frente del Ejecutivo. Además, en semanas recientes, hasta 70 por ciento o más estaba convencido de que Clinton había mentido sobre su relación con la joven Monica Lewinsky.

Después del mea culpa público del presidente, estas tendencias no cambiaron sustancialmente. Hoy, encuestas, tanto la del Wall Street Journal-NBC como la de CNN-Time, indican que menos de un tercio de los encuestados cree que se debe iniciar un proceso para impugnar al presidente. De hecho en estos últimos días, antes y después del mea culpa del lunes, hay un indicador fundamental en la opinión pública: la mayoría quiere que este asunto termine.

Estas expresiones populares parecen frustrar a los políticos demócratas y republicanos, porque no saben qué hacer. Por el momento, los republicanos no pueden capitalizar políticamente el asunto, ya que el público no los acompaña ni en sus posibles deseos para destituir al presidente ni para seguir investigándolo.

Pese a que varios políticos republicanos han solicitado la renuncia de Clinton, su liderazgo y los legisladores que estarían encargados del proceso de investigación del asunto en el Congreso han sido cautelosos. Los demócratas no saben si distanciarse políticamente de su presidente o mantener su apoyo a un dirigente político que aún cuenta con un altísimo nivel de aprobación popular.

Los medios, que también han insistido en que el escándalo es de lo más importante, siguen publicando detalles del sexgate, y sus editoriales y comentarios continúan alimentando esta nota. Todo esto a pesar de que los estadunidenses dicen estar hartos de todo esto, y más de 70 por ciento tiene una opinión negativa de los mismos medios de información por la forma en que ha manejado esta noticia.

La prensa sigue, aunque no quieran

Sin embargo, la tendencia sigue, y los medios informaron este miércoles que durante su interrogatorio, Clinton admitió que Lewinsky ``le hizo'' sexo oral, pero rehusó contestar si él ``le hizo'' algún acto sexual a ella. También se informó que Lewinsky declaró haber tenido sexo oral, sexo ``manual'' y sexo telefónico con el presidente.

Y todo nuevo acontecimiento del escándalo es proyectado de inmediato a los hogares del país. Hoy, el fiscal Kenneth Starr solicitó una muestra del ADN del mandatario; este jueves todos esperan la segunda vuelta del interrogatorio de Starr a su testigo estrella, Monica Lewinsky.

``Estoy furioso de que mi hija de ocho años sepa quién es Monica'', comenta un corredor de bolsa de Nueva York a La Jornada. ``Yo era uno de los pocos idiotas que le creía a Clinton, pero ahora, lo único que me pregunto es qué tantas otras mentiras hay. Sin embargo, todo esto si se trata de algo privado, y finalmente ¿qué tanto nos debe de importar?''.

Para las mujeres, el asunto es más difícil aún. Mientras Hillary Clinton declara que ama a su esposo, varias mujeres entrevistadas en las últimas horas consideran que Bill Clinton siempre ha sido un tipo de hombre poco confiable en los asuntos personales. Según la ultima encuesta CNN-Time, 63 por ciento de las mujeres expresó su satisfacción ante el discurso de Clinton del lunes, contra 43 por ciento de los hombres. Algunas feministas deploran este nuevo caso de un hombre con poder explotando a una joven. Pero varias activistas de los derechos de la mujer señalan que políticamente este caso es difícil, ya que incorporarse al ataque general contra Clinton es ``hacerle el juego'' a los enemigos políticos, en particular al liderazgo republicano y sus posiciones conservadoras en torno a asuntos clave para el movimiento feminista.

En las entrevistas de La Jornada, muchos estadunidenses dijeron que les importa poco la vida personal del presidente. Eso se refleja en la última encuesta de CNN-Time, que encontró que más de dos tercios creen que todo es un asunto de la vida privada del presidente, por lo que una mayoría piensa que es hora de concluir la investigación.

Y esto pese a que las mayorías relativas opinaron que el lunes Clinton, en su breve discurso ante la nación, no dijo toda la verdad. Nadie sabrá el potencial daño real que esta investigación puede tener en el ámbito político hasta que el informe de Starr se presente ante el Congreso y se revele qué tanto y que tipo de evidencias contiene. Pero el sentir general, en entrevistas tanto con maestras como con corredores de bolsa, abogados, activistas en el movimiento de mujeres, entre otros sectores, así como en lo manifestado en las encuestas, es que ``ya basta''.

También hay señalamientos de que existe un cambio generacional en la opinión pública. La encuesta de CNN-Time difundida hoy inquirió a los encuestados si en el año 2000 votarían por un candidato a la presidencia que hubiera sido infiel en su matrimonio.

La mayoría dijo que sí. ``Votaría por alguien así, ya que en eso sería igual que cualquier otro perro; perdón, hombre'', comentó una mujer a CNN. O sea, pocos creen que ese aspecto sea algo que tenga impacto en el mundo político.

Que un político mienta no es ninguna revelación para los estadunidenses. La opinión pública sigue distinguiendo entre lo público y lo privado, y sólo se molesta porque ahora algo privado tiene influencia en los asuntos públicos del país. Para un académico en California, ``la gente no debería sorprenderse. Lo único que hay que preguntar es cómo Clinton fue tan torpe y tan irresponsable como para ser detectado en sus actos personales''.

Para muchos, la pesadilla es que este asunto continuará durante los próximos dos años, hasta la próxima elección. El columnista Frank Rich, del New York Times, dice que esta historia ``ha ensuciado a todos los que la han tocado''. Agregó que ``sólo la mayoría bipartidista del pueblo estadunidense que ha estado gritando `Basta' durante meses... ha quedado limpia''.

Hoy, Bill Clinton celebró su cumpleaños número 52. Pocos desean compartir su pastel (personal).


Monica Lewinsky volverá a declarar este jueves ante el gran jurado presidido por el fiscal independiente Kenneth Starr, quien solicitó al presidente Bill Clinton que entregue muestras de su ADN, cosa que el mandatario hizo, informaron esta noche las cadenas televisivas ABC y NBC, mientras seguían trascendiendo detalles de la declaración que Clinton realizó ante los fiscales el lunes pasado.

Clinton --indicó CNN-- fue interrogado en torno al vestido de Lewinsky presuntamente manchado con su semen, y, tras presiones de los fiscales, admitió haber tenido sexo oral y ``manual'' con la joven, lo que eliminaría la necesidad de analizar mediante el ADN las supuestas manchas en la prenda de Lewinsky.

Además, The New York Times publicó este miércoles que los fiscales creen que el presidente trató de enviar un mensaje en clave a Lewinsky el día que la ex pasante de la Casa Blanca compareció ante el gran jurado. En una ceremonia televisada desde la mansión presidencial el 6 de agosto, Clinton lució una corbata dorada y azul marino regalo de Lewinsky.

La corbata

Según la joven, ella sabía que los dos no habrían de verse a diario, de manera que cuando Clinton vistiera la corbata, ella sabría que estaba cerca de su corazón. Los fiscales sospechan, escribió el Times, que usar la corbata pudo haber sido una señal en clave de Clinton a Lewinsky. Otros detalles sobre el escándalo, referidos por la agencia Ap, indicaron que Clinton, su esposa y sus abogados mantuvieron durante todo un día un debate sobre lo que contendría el discurso del presidente tras su declaración jurada. En esa alocución, el mandatario admitió haber mantenido relaciones ``impropias'' con Lewinsky, y de acuerdo con la agencia, el primer borrador de ese discurso contenía duras críticas a Starr, que finalmente fueron eliminadas.

No obstante, Clinton criticó al fiscal independiente sin nombrarlo y señaló que en su investigación ha gastado 40 millones de dólares de los contribuyentes. Ahora el fiscal, aparentemente furioso por el desarrollo del testimonio presidencial el lunes y por haber sido puesto en tela de juicio en el discurso de Clinton, parece decidido a utilizar toda su artillería jurídica contra el presidente.

De esta manera, si el testimonio de este jueves de Lewinsky, sobre sexo o sobre presunto perjurio u obstrucción de la justicia, difiere ampliamente del de Clinton, Starr podría decidirse a emitir un citatorioa al mandatario para un nuevo interrogatorio, aunque eso pueda generar un prolongado forcejeo legal, dijo un experto.

Y aunque los índices de aceptación del desempeño de Clinton se mantienen estables, pero la percepción de los estadunidenses de su presidente ha decaído, algunos legisladores demócratas como Paul McHale están pidiendo su dimisión. Asesores presidenciales prevén que la opinión de los estadunidenses comenzará a cambiar en los próximos días, sobre todo al analizar que Clinton pasó de negar el romance con la joven a admitirlo.

Los asesores han dicho en privado que Clinton y su equipo jurídico, en especial su abogado David Kendall, se equivocaron al permitir que el mandatario atacara a Starr durante su discurso, escuchado por más de 67 millones de estadunidenses.

``Clinton actuó como acusado, en vez de como presidente'', indicó uno de sus asesores. El presidente celebró este miércoles su cumpleaños 52 junto con su familia en Martha«s Vineyard, y ahí su vocero Mike McCurry desestimó cualquier sugerencia de que Clinton renuncie. ``El presidente --dijo el portavoz-- está optimista, porque goza de la confianza del pueblo''. (Reuters, Ap y Afp)