La Jornada 20 de agosto de 1998

Espinosa: no meto las manos al fuego por Peña Garavito ni por nadie

Rosa Elvira Vargas Ť Oscar Espinosa Villarreal, secretario de Turismo, consideró que las afirmaciones del convicto Gerardo de Prevoisin sobre sus aportaciones millonarias al PRI para la campaña presidencial de Ernesto Zedillo, son ``cortinas de humo'' que extienden normalmente quienes se encuentran en situaciones desesperadas o preocupantes.

Además, descartó que la aprehensión de Fernando Peña Garavito forme parte de alguna venganza política de las actuales autoridades capitalinas, y estableció que él no mete las manos al fuego por nadie, pues sólo se atiene a la justicia.

El ex jefe de gobierno capitalino respondió a interrogantes, luego que el presidente Ernesto Zedillo instalara en el Museo de Antropología la comisión que preparará las celebraciones para la llegada del tercer milenio. Insistió en que las finanzas del tricolor durante la campaña presidencial de 1994 han sido oportunamente presentadas y aprobadas por las autoridades correspondientes. ``Pero en todo caso -cortó-, si ustedes tienen más preguntas hay que dirigirlas al PRI''.

Expresó que él no da ningún valor a las declaraciones de De Prevoisin. ``Soy un simple espectador como ustedes. Me parece que quienes enfrentan una situación ante la justicia, digamos un poco desesperada o preocupante, acuden a crear `cortinas de humo' y a inventar cosas que les puedan ayudar en su proceso. Fuera de eso no tengo ningún comentario'', señaló.

Sobre el proceso que se sigue a Peña Garavito, descartó que se trate de alguna venganza política por parte de las autoridades perredistas. Dijo no tener ninguna evidencia en ese sentido y sí, en cambio, una gran confianza en la justicia.

-¿Metería las manos al fuego por Peña Garavito?

-No, no meto las manos al fuego por nadie, porque no creo que esa sea la forma de resolver las cosas. Simplemente meto las manos al fuego por la justicia.

-¿Confía en quienes fueron sus funcionarios en el Distrito Federal?

-Claro, pues por eso eran mis funcionarios, si no, no lo hubieran sido.