Astillero Ť Julio Hernández López
Han abierto fuego entre sí los figueroistas y los aguirristas, que son las dos corrientes principales de la actual política priísta guerrerense.
Nerviosos por los indicios de que la convocatoria para elegir candidato del PRI a gobernador podría salir este fin de semana, los dos gobernadores del estado sureño (uno, Rubén Figueroa Alcocer, con licencia; otro, Angel Aguirre Rivero, sustituto) han roto lanzas impulsando cada cual a su gallo: Figueroa, el del poder real, a René Juárez Cisneros, el actual secretario de Planeación y Presupuesto del gobierno estatal; Aguirre, el del menguante poder prestado, a su primo Manuel Añorve Baños, presidente municipal de Acapulco.
Figueroa, un poder vigente
La apertura oficial de hostilidades es simplemente una fase crítica del largo proceso de lucha interna que se ha dado desde que Figueroa Alcocer fue obligado a dejar formalmente el gobierno del estado, a causa de la masacre de Aguas Blancas. Contando con el poder suficiente para decidir los términos de su remplazo, Figueroa instaló como su sucesor a quien entonces presidía el comité estatal del PRI, Angel Aguirre Rivero. Se trataba, desde luego, de sostener el poder de Figueroa mediante una especie de prestanombres; el figueroismo sin la presencia física inmediata de Figueroa.
Rodeado de figueroistas, y abiertamente supervisado por el Gran Cacique, Aguirre Rivero intentó en algunas ocasiones hacer su propio juego, favoreciendo a su grupo político regional, el de la Costa Chica, y a su próspera familia.
Figueroa lo dejó hacer hasta los límites en los que Aguirre saciara sus intereses y ambiciones, pero también lo atajó oportunamente siempre que traspasó los límites que Rubén consideraba infranqueables. Figueroa mantuvo el control necesario, estratégico, en la política de la entidad, tanto en las áreas gubernamentales como en las de su partido. Aguirre se vio en más de una ocasión en la penosa necesidad de hacer a Figueroa las caravanas y las demostraciones públicas correspondientes al peso de su fuerza.
Una de esas concesiones fue la de coincidir en la precandidatura de René Juárez como el presunto elemento de unidad entre los intereses de Figueroa y de Aguirre (y de un elemento externo muy influyente en este proceso: Carlos Rojas, ahora secretario general del PRI nacional y entonces secretario de Desarrollo Social).
La verdadera carta de Aguirre
Pero, en realidad, el gobernador sustituto deseaba (desea) que su sucesor fuese su primo Manuel Añorve Baños, quien antes había sido síndico del ayuntamiento de Acapulco, director del organismo distribuidor de agua potable de ese puerto y secretario de Finanzas del gobierno estatal.
Añorve entró al relevo en la presidencia acapulqueña luego del desplome de Juan Salgado, el torpe alcalde al que se acusó de que el huracán Paulina lo había tomado descansando en Disneylandia y, luego, ya en tierra porteña, en alegres desparpajos etílicos. Condenado por el supremo enojo presidencial, Salgado renunció, y Aguirre aprovechó para meter a su emparentado delfín. Hubo en ese momento protestas de abogados por considerar que la designación de Añorve era inconstitucional, pues habiendo sido síndico del periodo anterior, ahora era electo por el Congreso como alcalde sustituto.
De la alcaldía de Acapulco a la gubernatura del estado sólo había, entonces, un paso que el primo Aguirre habría de alfombrar.
Pero Figueroa movió sus piezas, y arregló que en la lista oficial de precandidatos al gobierno sólo aparecieran nueve nombres, entre ellos, desde luego, el de René Juárez, pero no el de Añorve Baños. Manuel Garza, el famoso Meme que no usa sombrero de tamaulipeco sino gorro de Merlín, anunció en días pasados a la prensa de Guerrero que sólo había nueve precandidatos y que no habría ningún otro más. La postura del Meme, quien es coordinador del CEN del PRI para la quinta circunscripción electoral, que comprende a Guerrero, fue entendida como un triunfo de Figueroa y una derrota de Aguirre.
Precandidato a fuerza
Sin embargo, este domingo 16 por la tarde, dos personajes antaño ligados a Figueroa dieron la enorme sorpresa al destapar a Añorve Baños y generar en su favor una cargada creciente. Zótico García Pastrana, quien fue coordinador de los diputados locales y secretario general de gobierno con Rubén, se manifestó en Acapulco a favor de Añorve y contra Juárez. En Chilpancingo hizo lo propio Raúl Salgado Leyva, quien había sido titular de la contraloría con el mismo Figueroa.
De esa manera, Aguirre está generando un movimiento adverso al figueroismo y al gallo de éste, René Juárez.
En tanto, René combina con maestría su condición de hombre repartidor de dinero para los muchísimos necesitados de la entidad y de precandidato en campaña. No se trata, como harían suponer los casos de Manuel Bartlett, Roberto Madrazo o Vicente Fox, de actos de proselitismo de alguna manera disfrazados de conferencias, reuniones en locales cerrados o encuentros formales, sino de mítines en forma, con jilgueros, acarreo, templetes, marchas y demás. Un virtual candidato los fines de semana que de lunes a viernes despacha ayudando a los mismos que sábado y domingo estarán en sus demostraciones de fuerza.
El clásico tercero en discordia
Por otra parte, mientras Figueroa y Aguirre se pelean a causa de sus cachorros, en el centro del país se analiza con cuidado el caso del coordinador de los diputados locales, Florencio Salazar Adame, quien aparece como una solución conciliadora para los dos grupos en pugna y, además, como una propuesta pacificadora en el agreste panorama político y social de Guerrero, pues Salazar Adame es el político local sin fuerza corporativa ni apoyos caciquiles pero contanto en su favor con una actitud más moderna y tolerante hacia la oposición.
Los otros precandidatos priístas son: el senador cetemista Porfirio Camarena, la senadora Guadalupe Gómez Maganda, el cetemista Nezahualcóyotl de la Vega, Humberto Salgado, Amín Zarur Ménez, Javier Vega Memije y Efraín Zuñiga.
¿Consulta a las bases priístas, o consulta abierta a la ciudadanía, o candidato de unidad? ¿el gallo de Figueroa, el de Aguirre o el neutral enviado desde el centro?
Este fin de semana se sabrá. Si usted quiere apostar, esta columna le sugiere escoger el renglón de que habrá candidatura de unidad y de que Rubén Figueroa volverá a cantar aquella de ``sigo siendo el rey''.
Astillas: ¡Orale! No prendió la idea del debate sobre el aborto, pero el gobierno federal ya tiene nuevo tema para que se entretenga el respetable público: la pena de muerte. Agil, dispuesto siempre a atender con prontitud las exigencias del caprichoso monstruo de la opinión pública, el secretario de Gobernación ha convocado a los mexicanos a polemizar sobre pros y contras de la implantación de la pena de muerte. ¿Chiapas, el Fobaproa, la crisis económica? Hombre, eso es lo de menos, lo importante ahora es saber si convendría o no sentar en la silla eléctrica (o matarlo a garrotazos, o asfixiarlo con un concentrado especial de aire del D.F., o subirlo de noche a un taxi ecológico pirata) a Daniel Arizmendi, el delincuente tan largamente buscado y tan oportunamente capturado. Y luego dicen que no hay sen- sibilidad en Gobernación... Por cierto, Jorge Carrillo Olea puede estar tranquilo, Arizmendi le dijo a Roberto Garduño, de La Jornada, que no conoce ``ni en fotografía'' al ex gobernador del estado en el que siempre vivieron el secuestrador y su familia. Ni en fotografía...
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