La Jornada 16 de agosto de 1998

SON YA DOS MUERTOS EN MILPA ALTA; CARDENAS RECORRIO LA ZONA

Elia Baltazar Ť María perdió a su hermana Virginia y a su cuñado Aureliano. Don Francisco Melo no sólo vio arrasada su casa de tabique y cartón, sino también a su burro Chacho, que lo auxiliaba en las labores del campo. Virgina Andrade y Reynaldo Martínez por poco mueren ahogados, junto con su hijo, dentro de su automóvil Ford Galaxy 74. Joaquín buscó a su hermano Ernesto durante toda la noche del viernes y hasta la mañana del sábado no había noticias de él.

Allí donde el viernes por la noche corrieron ríos de agua y lodo, ahora se precipitan las historias por las calles de barrios y pueblos de Milpa Alta, alfombradas de lodo, piedras, restos de ropa y animales, por donde fueron arrastrados más de 40 automóviles, animales, muebles y algunas personas que al huir fueron atrapadas por la corriente.

``Salí de mi casa cuando el agua botó la puerta y la barda de atrás. Intentamos correr, pero resbale y me jaló el agua como 30 metros. Ya me estaba ahogando, cuando me jaló de la ropa un señor y me salvó'', cuenta Sonia Rodríguez.

El auxilio

No hubo manos que bastaran para ayudar al vecino, al amigo, al familiar que el viernes por la noche se vio sorprendido por un torrente de aguas negras provenientes de las barrancas del monte. Bomberos, policías y elementos de Protección Civil, voluntarios y fuerzas del Ejército (la Sedena puso en marcha el Plan de Emergencia DN-III), que sumaron cerca de 500, no fueron suficientes para dar respuesta a la demanda.

Un grupo de taxistas de Milpa Alta, agrupados en la organización Bloque Sur, se sumó también a las tareas. ``Comenzamos a trabajar desde las diez de la noche del viernes y acabamos hasta pasadas las cinco de la mañana, porque las piernas el frío ya no nos dejaron seguir'', narra Aurelio Morales.

Fueron cerca de 100 unidades de taxistas que colaboraron con las labores de rescate. Incluso se sumaron de Tláhuac y Tulyehualco, luego de escuchar por radio lo que pasaba. ``Ayudaron a trasladar gente al albergue, pero hasta allí había lodo y la gente sólo se quedó un rato, porque les preocupaban sus pertenencias''.

Los ojos de los más viejos nunca habían mirado pasar con tal furia las aguas de la barranca que conocen como Ramirezca, donde confluyó el torrente de seis más y al lado de la cual se encontraba la casa de don Francisco Melo, cartero jubilado, originario de Milpa Alta, quien perdió la mitad de su casa de tabique y cartón, sus pocas pertenencias y su burro Chacho, al que vio morir ahogado. ``Era mi única ayuda para el campo y para llevar el nopal al mercado... No se crea, a veces la vida no basta para estar conforme''.

En la casa del cartero, como lo conocen sus vecinos, viven nueve de familia en lo que antes eran dos cuartos y hoy solo uno. El viernes por la noche sólo recibieron de la delegación cinco cobijas y hasta la tarde del sábado les llegó un garrafón de agua potable de manos de los voluntarios.

Don Francisco esperaba que llegara, hasta su casa del barrio de Los Angeles, Cuauhtémoc Cárdenas, jefe de gobierno del DF, para pedirle ayuda y ``aunque fueran unas láminas de cartón, porque nos prestaron unos palos para levantar una casita, pero no tiene techo. No vaya ser que vuelva a llover''.

El torrente se llevó a su paso, entre otros, el Cendi número 35 Benito Juárez, de Santa Cruz, uno de los barrios más dañados, donde murieron arrastrado por el agua Virginia Escalante y Aureliano López, quienes permanecían dentro de su casa de cartón, junto a los lavaderos del barrio, que quedaron totalmente cubiertos de lodo. Sólo salvó la vida la hija del joven matrimonio, Silvia, de 5 años, quien acompañó a sus padrinos al baile del pueblo. Una hermana de María mira la barranca en silencio, alejada de la gente. ``Yo me salvé porque vivo en la parte alta del camino.

Feliciano recuerda ``venir el agua bien fuerte, trayendo carros con gente y solos, que vino a azotar en los árboles y en las bardas''. La corriente alcanzó al hospital regional, donde tumbó una barda y de donde fueron evacuados los cerca de 30 enfermos, que fueron trasladados a un kínder de San Francisco. Ya volvieron, pero el susto sigue a flor de piel.

Pero fue el miedo que sintieron Virginia Andrade y Reynaldo Martínez, de San Agustín Otenco, quienes al percatarse de la corriente subieron a su auto Ford Galaxy para escapar. En el camino el agua los alcanzó, los arrastró hasta el crucero de San Francisco y comenzó a filtrarse hasta llenar el interior del carro. Apenas lograron salir por las ventanillas para correr y pedir ayuda a los vecinos de San Antonio Tecómitl.

De su casa fueron arrastrados dos cerdos --``que valían como 500 pesos''--, sus gallinas, tanques de gas y dos hectáreas de cosecha de nopal, ``que era lo que nos dejaba como 200 pesos diarios para vivir''. Hasta la tarde de ayer no habían recibido la visita ni la ayuda de las autoridades.

No hubo descanso desde el viernes por la noche para los habitantes de los barrios de Santa Cruz, La Concepción y Los Angeles, y de los pueblos de San Agustín Otenco, San Lorenzo, San Francisco Tecoxpa, Santa Ana y San Antonio Tecómitl, lo más afectados por la tromba.

Aunque las autoridades hablan de aproximadamente 90 casas que sufrieron daños, de muchas más no cayeron paredes o bardas, pero quedaron totalmente inundadas por el agua y el lodo, que alcanzó hasta dos metros de altura. Así sucedió en las calles de Puebla, Veracruz y Del Trabajo, en los barrios de La Concepción y de Santa Cruz, y en Mina, Allende y Barranca Seca, en Tecómitl, entre muchas más.

Vibraban los cristales, se cimbraban las casas. La gente intentó detener el agua con costales de arena y atrancó sus puertas, pero todo fue inútil. La presión y la fuerza de la corriente tiró puertas, rompió vidrios y se instaló en el interior, donde sólo quedaban restos de muebles, papeles y paredes arcilladas. Hubo que hacer boquetes en las construcciones para darle salida al agua. ``Nosotros tuvimos que salir por el techo de la casa, porque el agua nos arrinconó y nos llegó hasta el cuello. Mi hijo levantó la lámina de asbesto y por allí nos subimos'', cuenta la familia.

Aunque Sonia Rodríguez admite que la presente administración capitalina limpiaba cada ocho o 15 días los cauces de las barrancas, hay quienes argumentan que no hicieron lo suficiente para prevenir el desastre. ``Hasta ahora vienen todos para ver en qué ayudan, pero ora sí que ya ahogado el niño...''. Rafael Rivera sólo espera que se lleven todo el lodo que fue retirado, ``porque si vuelve a llover a lo mejor no la contamos''.

Mientras seguía incesante el ir y venir de carretillas, camiones y pipas, el choque de palas y picos sobre superficies comprimidas de lodo seco que iban formando montañas al pie de la banqueta, se levantaba el ánimo sobre la tristeza. Las puertas de las casas sobrevivientes del diluvio se abrieron para seguir la fiesta regional del pueblo de Villa Milpa Alta, que ayer tronaba cuetes, celebraba misas, recibía invitados y curiosos y repartía los platos de mole con arroz.


A consecuencia de las fuertes lluvias que se precipitaron ayer en la ciudad de México, 60 colonias de la delegación Tlalpan sufrieron inundaciones; en diez de ellas el nivel del agua llegó a entre 50 y 70 centímetros. En tanto, la calzada de Tlapan, a la altura de la salida a Cuernavaca, se convirtió en el cauce de un río que afectó gravemente la vialidad.

También ocurrieron inundaciones en la colonia San Miguel Chapultepec, donde por espacio de dos horas, por la tarde, la lluvia cayó con fuerza principalmente en zonas de las delegaciones Cuauhtémoc, Venustiano Carranza, Miguel Hidalgo, Azcapotzalco, Tlalpan y Alvaro Obregón.

La Secretaría de Seguridad Pública, Protección Civil del gobierno capitalino y el cuerpo de Bomberos no reportaron daños materiales.

Informaron que las arterias viales más afectadas fueron el Periférico, a la altura de Observatorio y San Antonio, y el Circuito Interior. Asimismo, se registraron inundaciones y encharcamientos en las calles de Minas y San Antonio, en Alvaro Obregón, Granjas y Santo Tomás, en el barrio del Jagüey de la delegación Azcapotzalco, así como en el sur de la ciudad, principalmente por el rumbo de San Pedro Mártir.


Ricardo Olayo Ť Los pobladores de Milpa Alta recibieron ayer al jefe de gobierno, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, con la exigencia de ayuda para superar la situación por la tromba que se abatió en los pueblos de este lugar el viernes en la noche, que quitó la vida a una pareja, y afectó a entre 70 y 90 casas.

Por más de tres horas recorrió la amplia extensión afectada de calles con pendiente, áreas de cultivo e instalaciones oficiales. Ante la insistente petición de algunos colonos entró a domicilios y calles que fueron dañadas por la lluvia. A otros vecinos que le hacían la misma solicitud, Cárdenas les respondió que con ver no se soluciona nada, y les ofreció que atenderá con recursos las demandas de la gente para rehacer los muros de sus viviendas, desalojar las toneladas de lodo en calles y casas, y ayudar a los damnificados.

El gobernante giró instrucciones a fin de que las autoridades de la delegación y de la Secretaría de Obras revisen el drenaje, analicen proyectos para colocar puentes en algunas de las calles con mayor pendiente y terminen el censo para establecer daños y necesidades de las familias.

``Se va a invitar a las familias que estén en zonas federales a que se reubiquen para que no sigan expuestos a riesgos'', indicó en entrevista al final del recorrido que hizo en la demarcación y que inició minutos antes de las 14:00 horas en el Hospital General de Milpa Alta.

No se puede evitar este tipo de daños ``porque desafortunadamente no manejamos la lluvia''; además, la precipitación fue la mayor en Milpa Alta en los últimos 60 años, respondió el gobernante a los reporteros que le preguntaron si es posible evitar estos efectos, luego de que hace tres semanas ocurrieron destrozos y la pérdida de una vida en San Mateo Tlaltenango, Cuajimalpa.

Informó que hay entre 70 y 90 casas dañadas y que se destinará personal para limpieza, además de productos para los damnificados. En su recorrido por el Hospital General se le informó que fue invadido la noche de la tormenta por ríos de lodo y ante el embate del agua una barda limítrofe se derrumbó parcialmente, lo que curiosamente sirvió para desviar el curso de la lluvia y evitar mayores daños. A pesar de que el viernes hubo escenas de pánico por la lluvia, la situación está bajo control y la prestación del servicio es normal, aseguraron autoridades del hospital.

Cuadrillas de colonos, trabajadores de la delegación, de Protección Civil y del Ejército Mexicano participaron en las labores de limpieza, en los pueblos de San Lorenzo, Villa Milpa Alta, San Agustín Othenco, San Jerónimo Miacatlán, San Francisco Tecoxpa y San Antonio Tecómitl, en parques públicos, en el interior de comercios y viviendas y sobre todo en las calles llenas de lodo, piedras y ramas de árbol.

Incluso ayer por la mañana fue encontrado el segundo cuerpo sin vida, el de Virginia Escalona Villega, de 27 años, que se sumó al de su esposo Aureliano López Argüello, de 30 años, encontrado a decenas de metros de su domicilio. La pareja vivía en una casa de láminas de cartón aledaña a la cañada en Villa Milpa Alta.

En San Pedro Tecoxpa, los vecinos le pidieron ``ayúdenos en lo que se pueda'', y ``queremos más apoyo'', pues hay 42 viviendas cercanas a la pequeña Barranca Seca que resultaron afectadas, pues el terreno sirvió como cauce para el agua que creció más de un metro en algunas casas.

En ese lugar, la capacidad de las alcantarillas fue rebasada y por ello el jefe de gobierno pidió al secretario de Obras, César Buenrostro, que se revise el drenaje y le indicó que quizá en algún tramo tenga que ir ``en cauce abierto'' para facilitar el paso del agua.

Al visitar algunos de los domicilios en ese pueblo, recibió aplausos de una familia cuyo mobiliario fue dañado severamente y que lo invitó a pasar para atestiguar los daños.

Luego se dirigió a San Antonio Tecómitl, donde los pobladores fueron más demandantes. La gente le contó que el lodo que llegó hasta los patios o zonas bajas de sus casas, iba mezclado con animales, por lo que el olor es insoportable y requerían de palas y carretillas para desalojarlo de sus casas. ``Viene para ayudarnos, esa es su obligación'', y ``queremos hechos'', le decían algunos, y Cárdenas les respondía que ``no se ponga en ese tono, vamos a atender los problemas de la gente''.

Secundaba Buenrostro, ante los colonos, que las autoridades escucharían los reclamos de la gente en el edificio delegacional después de las cinco de la tarde de ayer mismo. Cuauhtémoc llegó también a un Cendi dañado severamente, pues los muros se desprendieron, quedando sólo en pie las columnas, además de otras casas en la misma situación. En la primera parte de su gira, Cuauhtémoc estuvo acompañado por su esposa Celeste y su hija Camila, quienes recorrieron algunas de las calles afectadas.


Ricardo Olayo Ť Aún sin decidir si en la temporada de lluvias habrá desalojo de familias asentadas en forma irregular, el gobierno capitalino realiza reuniones con funcionarios de siete secretarías del DF para analizar la problemática, indicó ayer el director de Protección Civil, Luis Wintergerst Toledo, durante un recorrido por la zona afectada de Milpa Alta.

En tanto, el delegado en jurisdicción, Francisco Chavira Olivos, aseguró que hace dos meses se notificó por escrito a las familias de Barranca Seca sobre la necesidad de reubicarse, pues estaban muy cerca de los márgenes y ello podría conllevar riesgos.

Según dijo, el también cronista de la demarcación, la lluvia del viernes pasado fue la más severa desde 1935, pero se ha apoyado a la población que solicita alimento, cobijas o camastros, además de que hay coordinación con la Secretaría de la Defensa Nacional que puso en operación el Plan de Emergencia DN-III.

Los funcionarios fueron entrevistados minutos antes de la llegada del jefe de gobierno, Cuauhtémoc Cárdenas, a Milpa Alta para iniciar un recorrido por la zona afectada. El director de Protección Civil dijo que a pesar de que se han reunido en varias ocasiones, incluido el viernes al mediodía. No hay una definición sobre si habrá desalojos en casos de riesgo inminente.

La primera fase de los trabajos de la comisión que analiza este problema, agregó, fue la de ``invitar'' a la gente a reubicarse, luego de que se les demostró que están en áreas federales, cerca de los márgenes de los cauces de ríos y que sus vidas corren peligro. Sin embargo, no dijo que hubiera habido algún grupo de familias aceptaran la invitación para dejar sus casas.

La segunda etapa, explicó, es la fase operativa, consistente en reuniones de los directores y responsables siete secretarías del DF, para analizar el tema. Se le interrogó sobre el retraso de estos trabajos si se considera que la temporada de lluvias está en pleno, y sólo dijo que la Dirección de Protección Civil a su cargo únicamente está dedica a ``mitigar'' los efectos y tareas de prevención.

El secretario de Obras, César Buenrostro, informó que muchas de las personas sufren las afectaciones de las lluvias porque se asientan en el terreno en forma irregular, por lo que se debe enseñar a la gente los peligros de esta situación. En este momento lo urgente es ``restituir los servicios básicos'' para que las personas ya no sigan en riesgo ante una nueva tormenta.

Explicó que hay un crecimiento anárquico de la ciudad, pues se invaden tierras, por lo que es necesario ``hacer respetar los cauces'', como una estrategia que representa 90 por ciento de solución del problema de riesgos, pues los cauces quedan libres para el paso de las lluvias.


Jesús Narváez, Angeles Velasco, Víctor Guerra y Raúl López, corresponsales Ť Las tormentas ocurridas en la zona pesquera de los municipios Rosamorada y Santiago Ixcuintla, Nayarit, provocaron la muerte a dos pescadores que realizaban sus labores en la región conocida como Pescadero, y en la laguna ubicada a un costado de la isla de Mexcatlán.

La Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM) de Rosamorada informó que el pescador Armando Reyes, de 24 años, murió cuando la lancha en la que extraía camarón fue arrastrada por el aumento de las corrientes, y posteriormente ``desapareció de las aguas''. El accidente involucró a tres compañeros del hoy muerto, que lograron salir con vida.

El otro hombre de mar que falleció fue Regino Contreras, de 22 años. Según la DSPM de Santiago Ixcuintla, compañeros del pescador declararon haberlo visto vivo por última vez mientras trabajaba cerca de la isla de Mexcaltitlán, cuando fue sorprendido por una tormenta; horas después se halló su cadáver, el cual flotaba junto a la desembocadura al mar de uno de los brazos del río San Pedro.

En tanto, a raíz de las fuertes lluvias registradas en el estado de México, se abrió una grieta de seis kilómetros de largo en el municipio de Chalco, que afectó la carretera Tlapala-Miraflores, dos casas y parcelas, en los poblados de Huexoculco Tlapala y San Andrés Metla.

No obstante que el supervisor de la zona Texcoco de la Junta de Caminos, Gregorio Sigüenza, aseguró que la fisura fue producto ``del acomodamiento del suelo'', vecinos de los poblados mexiquenses mencionados manifestaron su inquietud, pues es la tercera ocasión que ocurre un fenómeno similar y las autoridades no solucionan las malas condiciones del suelo.

Por otra parte, el titular de la oficina de la Comisión Nacional del Agua (CNA) en Baja California Sur, Pedro Castro, informó que las lluvias de los últimos días dañaron la red de agua potable en el municipio de Los Cabos.

El funcionario indicó que la dependencia otorgará recursos extraordinarios por más de 1.5 millones de pesos para corregir los daños ocasionados por las precipitaciones de la actual temporada de huracanes. Agregó que por lo pronto se destinarían 350 mil pesos a las reparaciones, y que la CNA ``podría liberar en unos meses un millón 250 mil pesos, para crear infraestructura de protección en pasos de arroyo''.

Continuará el mal tiempo en el Pacífico mexicano

La CNA reportó que la onda tropical 14 persiste sobre el océano Pacífico, por lo que durante las próximas 24 horas se presentarán lluvias y tormentas eléctricas en los estados de Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Chiapas.

Aunque la capitanía del puerto de Acapulco, Guerrero, recomendó precaución al navegar por el Pacífico mexicano, la terminal marítima se mantuvo abierta a todo tipo de embarcaciones.

En tanto, a pesar que el huracán Georgette dejó de representar peligro para el territorio nacional, la capitanía del puerto de Mazatlán, Sinaloa, recomendó precaución al navegar por el Pacífico norte de México, ante la aparición del noveno meteoro de la temporada.

Este nuevo ciclón afectará la franja costera comprendida entre Guerrero y el sur de Sinaloa con lluvias y tormentas eléctricas. A su vez, el Servicio Meteorológico de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural (Sagar) pronosticó para hoy temperaturas de hasta 40 grados centígrados en Mazatlán, así como lluvias en Nayarit y el sur de Sinaloa.

Mientras que el Instituto de Vivienda del gobierno del estado de Michoacán informó que unos 9 mil habitantes de la zona oriente y costa de la entidad se vieron afectados por las lluvias recientes, autoridades locales de la CNA informaron que unos 25 ríos michoacanos ``corren el riesgo de desbordarse'' ante las precipitaciones.

Entre los afluentes considerados como puntos críticos por la CNA se encuentran los ríos Grande y Chico, que cruzan por Morelia, capital de Michoacán, así como vertientes en los municipios de Queréndaro, Chucándiro, Maravatío, Sahuayo, Jiquilpan, Cotija y Apatzingán.