La Jornada 15 de agosto de 1998

Presencia o influencia eperrista en más de la mitad de estados mexicanos: Roderic Ai Camp

Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 14 de agosto Ť En el Congreso estadunidense y en diversas partes de este país hay un creciente debate sobre la situación en Chiapas, pero dentro del sector militar existe mayor preocupación por el Ejército Popular Revolucionario, según varios analistas entrevistados esta semana.

``Aquella gente bien informada que está asesorando a los que toman decisiones en asuntos de defensa está mucho más preocupada por el EPR, y probablemente debería estarlo'', comentó el profesor Roderic Ai Camp, profesor en Claremont McKenna College, en California.

Camp, experto en asuntos militares mexicanos y autor de más de 20 libros sobre México, agrega que la presencia o influencia del EPR ``se extiende a través de la mitad de los estados de México, incluyendo uno o dos estados fronterizos''.

Esta opinión fue compartida por varios analistas del sector militar estadunidense, aunque ninguno permitió usar su nombre por considerar el tema delicado en la relación bilateral. ``Yo creo en la amenaza del EPR, dado que está operando en la mitad de los estados de México, y (es en ese tema) donde la gente debe enfocarse'', comentó a este diario un oficial castrense.

Esta fuente distinguió la diferencia entre la amenaza representada por el EZLN y el EPR. Señaló que aunque ninguno de esos movimientos tiene la capacidad para derrocar o desestabilizar al gobierno federal, el EPR cuenta con una mayor capacidad de realizar acciones armadas que impacten sobre segmentos más amplios de la población mexicana.

El doctor Graham Turbiville, analista civil de la Oficina de Estudios Militares Extranjeros del Ejército de Estados Unidos con sede en el Fuerte Leavenworth, Kansas, también ha escrito varios informes, los cuales sugieren que el EPR es una amenaza particular por su vínculo con el Partido Democrático Popular Revolucionario (PDPR). ``Casi ningún especialista ha afirmado que el EPR-PDRP o el EZLN puede derrocar al gobierno mexicano por la fuerza'', escribió Turbiville en su ensayo Los otros insurgentes de México, publicado en julio de 1997 en la revista Military Review.

``Sin embargo -añade- es evidente que los movimientos armados de resistencia en México son mucho más complejos de lo que se reconoce, de que elementos del EPR-PDPR mantienen vínculos fuertes con movimientos míticos del pasado y de que estos grupos constituyen una respuesta violenta ante las perdurables quejas''. Aunque Turbiville señala que el EPR no representa ``una amenaza armada seria'' al gobierno, agrega que si tiene la capacidad para generar inestabilidad local y hasta nacional.

Todos los analistas consultados subrayaron que en ninguna parte del gobierno de Estados Unidos prevalece una gran preocupación por la situación militar en México. ``Yo diría que parte del problema es que ninguno de los funcionarios de alto nivel siguen esto'', explicó un oficial militar estadunidense. ``Ni siquiera está en sus radares'', agregó.

Los analistas generalmente están de acuerdo en que el factor de motivación para que los altos funcionarios estadunidenses presten atención a esos fenómenos en México no parte de una evaluación estratégica del EPR o el EZLN, sino de la atención pública que estos conflictos han recibido tanto en México como a nivel internacional, en especial entre las agrupaciones de derechos humanos.

Ancestral situación en Chiapas

En la entrevista con La Jornada, Camp señaló que las violaciones de los derechos humanos en Chiapas han ocurrido durante décadas. ``No hubo un solo incidente (como el) de una masacre de 45 personas, pero sí había asesinatos de cientos de personas cada año durante décadas'', dijo. ``Pero es ahora, porque la gente sabe de Chiapas, que cuando sucede algo relacionado con los zapatistas es noticia en los ámbitos nacional e internacional''.