La Jornada viernes 14 de agosto de 1998
Comentarios acerca del ejercicio de la abogacía
Señora directora: Mucho agradecería la publicación de esta carta.
Los tiempos actuales son difíciles, estamos en plena efervescencia en la discusión de los criterios para las reformas penales, por lo que considero de suma trascendencia el artículo del doctor Luis de la Barreda, publicado en el diario que usted dirige el día 13 de agosto, que se titula ``El corazón de la abogacía'' y se refiere a la ética del abogado.
Considero que debemos retomar la propuesta del jurista italiano Luigi Ferrajoli cuando sostiene que el objeto del derecho penal debe ser el delito y no la desviación criminal en cuanto a sí misma inmoral o antisocial, porque ello nos lleva a castigar según la persona del delincuente, la maldad o antisocialidad del delito y no el acto en sí mismo. Reconoce que la pena tiene un carácter aflictivo y coercitivo, es un mal, sin que se le deba encubrir con finalidades filantrópicas de tipo reeducativo o resocializador. Pero la pena es justificable solamente si se reduce a un mal menor respecto a la venganza o a otras reacciones sociales y al condenado se le sustrae de castigos informales imprevisibles, descontrolados y desproporcionados.
La ética del abogado no radica en el saber de la culpabilidad o no de su defenso, sino el de asumir la defensa a pesar de que pueda ser culpable, porque conforme a los Principios Básicos de la ONU para la función de los abogados, éstos deben defender los intereses del cliente. Al mismo tiempo que disponen el no identificar al abogado con su cliente ni la causa del cliente por el solo ejercicio de su profesión.
Me pregunto si en realidad el abogado puede asegurar al inicio del caso si sabe la verdad. Trabajo me costó aceptar, en últimas fechas, que lo humano está también en lo deplorable, lo injusto y lo corrupto. Cuestionar la ética de una defensa de quien ``no se detuvo ante ninguna consideración de humanidad'' implica el obligar a un abogado a realizar una labor que no le corresponde: juzgar lo moral o antimoral del acto de su cliente, y además, elimina de plano el derecho de toda persona a contar con una defensa eficaz, no simplemente la defensa formal del defensor de oficio, quien en última instancia también debe actuar éticamente.
Pilar Noriega García
Reflexiones acerca del Fobaproa
Señora directora: Quiero compartir con los lectores la siguiente reflexión respecto de la propaganda oficial del Fobaproa.
Si fue necesario ``gastar'' --palabra empleada por el líder de los banqueros-- 552 mil millones de pesos para proteger el ahorro bancario de 95 millones de mexicanos, seguramente no se quiere decir que cada mexicano tenía en el banco 5 mil 810 pesos con 52 centavos, y aún en el supuesto de que así hubiera sido, después de socializar este gasto, que no pérdida, habrá desaparecido ese patrimonio (patrimonio = bienes y derechos menos obligaciones).
En estricta lógica, la única forma de que salgan las cuentas sería la de salvar a quienes sí teníamos dinero en el banco endeudando a quienes no lo tenían. Pero, si como acaban de decirnos, el ``rescate'' no lo vamos a pagar todos los mexicanos sino sólo los contribuyentes, entonces, por un lado, los únicos que salvan sus ahorros son los no contribuyentes, y no todos, sólo los que tienen tales ahorros, y por el otro lado, lo que se ``gastaron'' algunos --contribuyentes, no contribuyentes o seudo contribuyentes-- hará que irremediablemente se pierda parte o la totalidad de los ahorros de los contribuyentes actuales y futuros.
¿Entendí bien?
Enrique Gómez Haro Ruiz
Critica la moralina de radiodifusores en asuntos como el sida
Señora directora: Mucho agradeceré que publique los siguientes comentarios en relación con la negativa del señor José Laris Rodríguez, director general del grupo radiofónico RASA, para difundir el disco Un mundo, una esperanza, realizado por la Fundación Mexicana para la Lucha contra el Sida, AC, con canciones enfocadas a la prevención del síndrome y con la participación de notables artistas como Alejandra Guzmán, Stephanie Salas, Eugenia León, Betsy Pecanins y Tania Libertad, por considerar que ``el contenido del mismo no es apto para ser difundido, ya que atenta contra los principios de las buenas costumbres, que nosotros como medio de comunicación debemos cuidar''.
Es importante que no consideremos al sida como un asunto de supuesta moral sino como problema de salud pública. El lenguaje usado por las artistas es el mismo de los y las adolescentes a quienes va dirigido el mensaje..
Actitudes como las del señor Laris Rodríguez atentan contra los esfuerzos de prevención de la sociedad civil y otras instancias, preocupadas por este grave problema que a todos nos afecta.
Ojalá que el señor Laris Rodríguez recapacite y permita que a través de su medio de comunicación fluya este importante mensaje de prevención, que fue posible gracias a la colaboración de gran número de personas que donaron tiempo y trabajo, conscientes de la urgencia de detener el avance de la epidemia en nuestro país.
Amigos Contra el Sida, AC, David Alberto Murillo, presidente
Plantean involucrar a la comunidad artística en el proyecto del Bosque
Señora directora: Mucho agradeceríamos se publique en El Correo Ilustrado, la presente.
Señor Rafael Tovar y de Teresa, presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes
Leímos con atención el comunicado que dio a conocer a la opinión pública el 28 de julio del presente, referente a la construcción de cines, teatros, estacionamiento y otros servicios en la actual Unidad Artística y Cultural del Bosque. En él convoca a la comunidad teatral a expresarse y pronunciarse con propuestas, a propósito de la participación de inversionistas privados en el proyecto de reconstrucción de los teatros. Por todo ello señalamos lo siguiente:
En principio, la propuesta de reconstrucción de los teatros con la intervención de la iniciativa privada nos parece interesante y viable, siempre y cuando se cumplan cabalmente los principios a los que se compromete en su comunicado. En especial a la utilización de los seis espacios conservando su original vocación artística.
Por lo mismo nos parece desafortunada la comparación de este proyecto con el Auditorio Nacional, el cual se maneja de acuerdo con la ley de la oferta y la demanda, con claros fines de lucro.
No podemos soslayar que la grave crisis de confianza que vivimos permea la opinión de una buena parte de la comunidad artística. De ahí, en alguna medida, un posible rechazo al proyeco. Por tanto consideramos que:
No sólo se necesitan espacios alternativos para las compañías Nacional de Teatro y la de Danza durante la construcción del proyecto. También necesita dar salida a los grupos independientes que tradicionalmente coproducen en los espacios del INBA. Nos parece indispensable que los trabajos de demolición no inicien hasta no existir un proyecto terminado y aprobado que cuente con el financiamiento necesario.
Señala usted que ``el proyecto arquitectónico definitivo y sus realizadores sólo podrán determinarse después de que se defina quiénes participarán como inversionistas''. Al respecto, manifestamos la necesidad de que también la comunidad artística participe activamente y de manera definitiva en la realización del proyecto, desde su inicio hasta su conclusión, no sólo mediante consejos sino a través de la supervición y decisión en todas las etapas que lo conforman.
Proponemos que se designe un grupo de destacadas personalidades del medio escénico para representar los intereses de los artistas. Este grupo vigilaría y participaría en el proyecto financiero y la construcción de los espacios junto con las autoridades y los inversionistas, con el fin de evitar los errores que se cometieron en la construcción del Centro Nacional de las Artes.
No es suficiente la renovación de los espacios arquitectónicos. Necesitamos una renovación en el cuidado, operación y financiamiento de la unidad como parte del Instituto Nacional de Bellas Artes. Las autoridades y el grupo de artistas estudiarían y propondrían los cambios pertinentes.
Sólo a partir de la información clara y constante se podrá garantizar el buen fin de este proyecto. Por lo cual las partes involucradas se obligarían a comunicar puntualmente a la comunidad acerca de los avances del mismo.
Sabemos que nuestros espacios escénicos están en penosas condiciones. Es posible que por medio de la convivencia inteligente con la iniciativa privada logremos arreglarlos. Pero es posible, también, desvirtuar los objetivos para los que fueron construidos y perder años de tradición. La responsabilidad es grave. Estamos en condiciones de compartirla con la participación activa en el proyecto. Es nuestro derecho y nuestra obligación.
Martín Acosta, Laura Almela, Philippe Armand, Sabina Berman, Antonio Castro, Juliana Faesler, Sandra Félix, Tolita Figueroa, Mauricio García Lozano, Daniel Giménez Cacho, Eugenia Leñero, Teruca Matta, Héctor Mendoza, Luis Mario Moncada, David Olguín, Jesús Ochoa, Anilú Pardo, Gabriel Pascal, Víctor Hugo Rascón Banda, Antonio Serrano, Enrique Singer, Laura Sosa, Iona Weissberg
Aclaración de la Secretaría de Salud
Señora directora: El objetivo de la presente es saludarla muy respetuosamente y precisar la información contenida en la nota publicada el martes 13 del presente con el titular ``Ante De la Fuente, jóvenes piden que se despenalice el consumo de droga''.
La precisión es muy simple, pero relevante a la vez, pues en el diálogo con los jóvenes de México por la prevención y control de adicciones que se efectuó ayer en la calzada de la Juventud Heroica en ningún momento los jóvenes allí presentes le plantearon al Secretario de Salud, doctor Juan Ramón de la Fuente, que se despenalice el consumo de drogas.
Los jóvenes manifestaron su preocupación, en términos generales, por combatir el consumo de drogas y resaltaron el daño a la salud física y mental que su uso conlleva. Es ante esta disposición de organizaciones y grupos de jóvenes por participar en la lucha contra las adicciones que la Secretaría de Salud efectuará este tipo de diálogos incluyentes no sólo en el Distrito Federal, sino también en diversas entidades del país, a fin de incorporar esta formidable fuerza social a las tareas prioritarias de la Ssa.
De antemano agradezco la publicación de la presente.
Lic. Alberto Pérez Blas, director general de Comunicación Social de la Secretaría de Salud