Grave, el problema de la pornografía infantil en México: experto de la ONU
Angeles Cruz Ť Sancionar la posesión de videos de pornografía infantil, incluir en el diseño de los programas a las víctimas de los abusos sexuales y diferenciarlas por edad, sexo y grupo étnico, así como recuperar para el Estado la responsabilidad de asegurar la asistencia social a las familias de escasos recursos, son los primeros pasos que deben darse para combatir la prostitución de menores, afirmó Vitit Munthaborn, experto de Naciones Unidas en la materia.
En México, la gravedad del problema es cada vez más visible, dijo. Esta opinión fue compartida por Mario Luis Fuentes, director general del DIF, quien anunció la puesta en marcha de un plan de acción nacional encaminado a la prevención y atención de prostitución y pornografía infantiles.
Dijo que uno de los aspectos más graves del problema es que no se cuenta con un diagnóstico preciso sobre su dimensión y que los 54 casos reportados el año pasado son apenas la punta del iceberg de una situación más amplia y compleja que en muchas ocasiones es consecuencia de la violencia intrafamiliar.
Luego de la inauguración del Seminario sobre Explotación Sexual Comercial de Menores, Experiencias Internacionales y un plan de acción para México, el funcionario detalló que se tendrá que hacer una reasignación presupuestal a fin de que pueda desarrollarse el programa ``que no se tenía considerado''.
La nueva estrategia plantea que este año estará listo el diagnóstico del problema de prostitución y pornografía infantil y en el primer trimestre de 1999 se concretarán las propuestas de reformas legislativas. Para ello, en breve tendrá lugar una consulta pública.
Durante 1999 se realizará una campaña nacional de sensibilización, además de que se diseñarán y aplicarán operativos interinstitucionales para vigilar y supervisar los lugares donde se ha detectado que se cometen ilícitos en contra de infantes.
El Plan Nacional de Acción para Prevenir la Prostitución y Pornografía Infantil en México admite como factores adicionales de este ilícito -además de la pobreza, la desintegración familiar, la migración, la conducta sexual masculina irresponsable- la corrupción y colusión de autoridades, la ausencia de un marco legal específico, la laxitud en el cumplimiento de la ley, las adicciones y la existencia de redes delictivas.
De su lado, Vitit Munthaborn subrayó la necesidad de que cualquier programa sea acompañado de recursos económicos específicos. No se vale, ni siquiera en los países más pobres, que se argumente escasez económica para no actuar en contra de quienes abusan de la infancia, dijo.
En una amplia exposición, el también asesor de Unicef llamó la atención sobre el hecho de que en el foro no estuvieran presentes los niños víctimas del problema, ni el sector empresarial. ``¿Cuántos de ustedes tiene menos de 18 años, o es de origen indígena o viene de la iniciativa privada? Nadie, pero estamos aquí humilde- mente decidiendo asuntos que afectan a los menores sin tomarlos en cuenta'', y sin haber asegurado la colaboración de los empresarios, indicó.
De acuerdo con un diagnóstico realizado por Unicef y planteado ayer por Munthaborn, la pobreza, el nulo acceso a las oportunidades, así como la imagen desvalorizada que del niño tiene la familia, propician la explotación sexual infantil en la que los menores son considerados una mercancía.
Otros factores que inciden en el fenómeno tienen que ver con los valores culturales que discriminan a las niñas y mujeres, lo que las coloca en una especial vulnerabilidad ante riesgos como embarazos no deseados, mortalidad por esa causa, lesiones físicas y daños psicológicos graves; éstos últimos también compartidos por los niños víctimas del abuso.
Ante funcionarios del DIF en los estados y representantes de organismos no gubernamentales que se dieron cita en el Centro Interamericano de Estudios de Seguridad Social (CIESS), el experto de Naciones Unidas subrayó la urgencia de emprender acciones inmediatas para combatir el fenómeno, para lo cual, dijo, ``no tenemos que inventar el agua tibia, se puede empezar con la infraestructura de alguna institución ya existente'' y basarse en las normas internacionales para garantizar el respeto a los derechos de la infancia.
Con base en los compromisos firmados en el Congreso Mundial contra la Explotación Sexual Comercial de la Infancia, que se realizó en Estocolmo en 1996, Munthaborn se refirió a la necesidad de impulsar acciones encaminadas a prevenir el problema, mejorando el acceso a la educación y los servicios de salud. Es importante, dijo, crear un entorno favorable a las familias y a los niños en circunstancias especiales, como desplazados, sin hogar, refugiados, ilegales, detenidos y/o recluidos en instituciones estatales.
Principalmente, dijo, habrá que incluir en los programas educativos y de capacitación todo lo relacionado con los derechos del niño y la perspectiva de género.
Con relación a las reformas al marco legal, destacó la pertinencia de valorar si, en el caso de México, se conformará con adecuar el código penal o hay la necesidad de crear una ley específica sobre prostitución y pornografía infantil. Cualquiera que sea la opción, tendrá que asegurarse que los niños tengan acceso a un ``proceso amigable'', acorde con sus necesidades, porque actualmente los menores también son ``víctimas del sistema'', pues les hacen interrogatorios diseñados para adultos y en muy pocos casos se toma en cuenta la afectación que sufren cuando tienen que encarar al responsable de la agresión.