SEMINARIO INTERNACIONAL SOBRE EL VOTO DE MEXICANOS EN EL EXTRANJERO
José Gil Olmos Ť La posibilidad de que voten los mexicanos que radican en el extranjero para el año 2000 es real y cerca de 7 millones de connacionales podrían hacerlo --15 por ciento del padrón nacional actual--, manifestó el consejero del Instituto Federal Electoral (IFE) Emilio Zebadúa, aunque advirtió que esa institución habrá de actuar con objetividad y seriedad por la complejidad del proyecto.
Por su parte, el presidente consejero del IFE, José Woldenberg, destacó que dicho proyecto debe considerar una legislación exhaustiva que detalle y proteja minuciosamente la limpieza de cada paso de la organización electoral.
Al inaugurar los trabajos del seminario internacional sobre el voto en el extranjero, destacó que la iniciativa implica una obra política, jurídica y operativa extraordinariamente compleja, sobre todo por la enorme población de mexicanos que viven en Estados Unidos y que estarían en posibilidades de emitir su sufragio en el próximo proceso electoral.
Al iniciar el evento al que asisten expertos de 12 países, Daniel Zovatto, consultor externo del Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEA), resaltó la complejidad que traería permitir el voto de 7 millones de mexicanos que radican fuera del país; sin embargo, reconoció que sería la primera nación en el mundo en lograrlo con esas magnitudes.
En tanto, Michel Ayala, representante del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en México, indicó que éste es uno de los temas de mayor relevancia a nivel internacional, porque se trata de extender los derechos políticos de los nacionales más allá de las fronteras.
Zebadúa, responsable del comité de apoyo del IFE al grupo de 13 especialistas que elaboran un informe técnico y jurídico sobre el voto de los mexicanos en el extranjero, aportó los datos sobre el enorme sector que vive tras las fronteras que podrían sufragar en el 2000. De acuerdo con el Estudio binacional México-Estados Unidos sobre migración, la población nacida en México que vivía en el vecino país del norte hace cuatro años se calculaba entre 7 millones y 7 millones 300 mil, de los cuales entre 4 millones 700 mil y 4 millones 900 mil eran residentes y el resto indocumentados.
Según las estimaciones, para el 2000 habrá poco más de 7 millones de mexicanos en edad de votar sólo en Estados Unidos, cifra que representa 15 por ciento del padrón electoral de 1997. Hacia el 2006 la cifra aumentará a cerca de 9 millones.
El consejero manifestó que este reto obliga el IFE y al sistema político mexicano a actuar con extrema objetividad y seriedad en la elaboración de las modalidades para el voto bajo esas condiciones Precisó que el instituto no debe decidir o decir si se puede sufragar o no, sino informar de los mecanismos que deben ser integrados en la ley y en el funcionamiento de los organismos públicos respectivos para que este derecho pueda ser ejercido.
Consideró que ésta es una gran oportunidad y un enorme desafío para la clase política mexicana y replantear el alcance de la democracia de México y la relación del país con sus ciudadanos que viven en el extranjero.
En ese sentido Daniel Zovatto, consultor del IDEA, atajó la posibilidad de negar este nuevo camino de la democracia por la naturaleza de su complejidad. ``Podríamos estar quizá en el primer país donde el voto de los nacionales en el extranjero tendría un efecto concreto en el resultado final de la elección presidencial, lo cual suma a las anteriores complejidades una trascendencia política de carácter prácticamente inédito''.