Sube el BdeM a $50 millones diarios el corto monetario
César Martínez Ť Por tercera vez en este año, el Banco de México restringió ayer la cantidad de dinero circulante, al aumentar el corto monetario de 30 a 50 millones de pesos diarios, debido a las expectativas sobre una inflación mayor a la prevista y a las fuertes presiones sobre el tipo de cambio, que alcanzó un nuevo máximo histórico. ``Es indiscutible que la inflación de 1998 estará por encima de la meta de gobierno, de 12 por ciento'', reconoció una fuente del banco central.
El objetivo del gobierno es contener la inflación y estabilizar los mercados financieros, especialmente el tipo de cambio, pues el peso ha experimentado una gran volatilidad, con una tendencia devaluatoria mayor a la calculada inicialmente, lo que a su vez genera aumentos de precios. Este comportamiento de los inversionistas, según el Banco de México, obedece al nerviosismo que ha provocado el entorno internacional adverso, particularmente la situación vulnerable de Japón, China y Rusia, por lo cual los flujos de divisas hacia los países emergentes se han contraído.
Si se toman en cuenta los tres recortes presupuestales aplicados este año y las advertencias de analistas sobre una desaceleración económica para el segundo semestre, el crecimiento podría ser aún menor.
La fuente agregó que, aunque el gobierno había mantenido su meta de crecimiento del producto interno bruto entre cinco y 5.2 por ciento para este año, luego del nuevo corto es posible que el PIB crezca apenas 4.5 por ciento. Sin embargo, el problema va más allá de este año. ``Habría que preocuparse para 1999'', pues las metas económicas para ese año deberán analizarse con mucho detalle, advirtió.
La moneda mexicana se devaluó ayer por segunda día consecutivo y el dólar alcanzó el máximo histórico de 9.115 para operaciones interbancarias, según el Banco de México, durante una jornada en la que se cotizó hasta en 9.15. Luego de abrir en 9.07. La noticia del corto no sirvió para evitar que aumentara el precio del dólar, que en el mercado al menudeo se compró en 8.90 y se vendió en 9.20, de acuerdo con Banamex.
La inflación acumulada a julio llegó a 9.32 por ciento, por lo cual los analistas advirtieron que será imposible lograr la meta oficial de 12 por ciento. Según la encuesta del Banco de México entre los especialistas económicos privados, correspondiente a julio, el promedio esperado para este año era de 14.61 por ciento.
No obstante, el mercado ya espera una inflación cercana a 15 por ciento y eso ``preocupa'' al gobierno, comentó la fuente del Banco de México.
Si bien la restricción de 50 millones de pesos no puede tener un efecto real, dado que la base monetaria era de 101 mil 346 millones de pesos al cierre de ayer, la intención del corto es enviar una señal a los mercados. En un comunicado, el Banco de México dice: ``Es necesario señalar claramente a los participantes de los mercados'' que no está de acuerdo con el tipo de cambio actual.
La primera restricción monetaria fue de 20 millones de pesos diarios y comenzó a aplicarse el 11 de marzo, cuando el banco central aclaró que regresaría a una posición neutral una vez que se estabilizaran los mercados. Ante las nuevas presiones inflacionarias, el 25 de junio se aplicó un segundo corto, que amplió la restricción a 30 millones de pesos.
El gobierno espera que el aumento de las tasas de interés que provoque el tercer corto sea transitorio y que los mercados financieros se estabilicen rápidamente. Para Gerardo Copca, director de Fondos de Inversión en Valores de Renta Variable de Finamex, el tipo de cambio podrá estabilizarse porque al aumentar las tasas de interés pagarán un premio mayor, y eso reducirá la compra de dólares.
No puede saberse si el corto va a continuar, dijo la fuente del Banco de México, porque si las cosas empeoran deberá mantenerse y ``no creo que las cosas vayan a cambiar'' en el corto plazo, admitió.
Antonio Vázquez S. Ť Mantener la restricción monetaria indefinidamente provocará aumento de las tasas de interés, reducción de la inversión nacional y extranjera y del crecimiento; asimismo, disparará la inflación y afectará de manera ``importante'' la política cambiaria, advirtió Vicente Yáñez Solloa, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra).
Por su parte, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) destacó que para evitar estos riesgos y ante la volatilidad de los mercados internacionales, las autoridades mexicanas deben concentrarse en controlar la inflación y defender el peso.
El presidente de la Canacintra insistió en que las medidas para hacer frente a enfrentar la volatilidad de los mercados internacionales deben tomarse con mucho cuidado, pues ``si se empiezan a mandar señales negativas la economía nos cobrará la factura más temprano que tarde''.
El dirigente industrial dijo estar preocupado por las ``malas señales'' que se envían a los inversionistas extranjeros. ``Cualquier acción que tomemos deberá generar un entorno de certidumbre que nos permita planear a largo plazo sin caer a cada rato en este tipo de descalabros'', señaló.
Yáñez Solloa admitió que el país tiene serios problemas de ``inestabilidad'', derivados en gran parte de los mercados externos. Por ello, ``no existe un modelo económico alterno. Es muy fácil pedir que venga otro programa económico; debemos tener una política de largo plazo que nos dé el entorno de certidumbre que necesitamos''.
El CEESP coincidió en que la incertidumbre en los mercados internacionales ha empezado a alterar diversas variables internas como las tasas de interés, el tipo de cambio y el valor de las acciones en la Bolsa Mexicana de Valores.
El organismo afiliado al Consejo Coordinador Empresarial (CCE) afirma en su análisis semanal que las expectativas de inflación siguen deteriorándose, lo que ha impedido que bajen las tasas de interés. ``La continuidad de este tipo de situaciones hará mella en el ritmo de la actividad económica en los próximos meses'', advierte.
El CEESP aseguró que la presión inflacionaria sigue en aumento pese al endurecimiento de la política monetaria. Esto, señaló, puede deberse a la devaluación y a que los agentes económicos prevén aumentos a los precios y tarifas de bienes y servicios.
Con estos incrementos, agrega el CEESP, el gobierno podría tratar de aumentar sus ingresos o compensar la pérdida del valor del peso. ``El escaso progreso de la lucha contra la inflación y el deterioro de las expectativas inflacionarias se retroalimentan, especialmente si no se aprecian acciones efectivas para contrarrestarlos''.