La Jornada 11 de agosto de 1998

EU ofrece 2 mdd por los autores de los atentados a sus embajadas

Ap, Afp, Dpa y Reuters, Washington, 10 de agosto Ť Estados Unidos no se dejará intimidar por atentados como los ocurridos contra sus embajadas en Kenia y Tanzania, advirtió hoy la secretaria de Estado Madeleine Albright, quien anunció una recompensa de dos millones de dólares para quien conduzca a la captura de ``los cobardes que cometieron esos actos''.

Entre tanto, la búsqueda de supervivientes bajo los escombros de los edificios cercanos a la embajada estadunidense en Nairobi fue suspendida por peligro de derrumbes, mientras que una docena de personas fueron detenidas en Tanzania en relación con el atentado a la sede diplomática estadunidense en Dar es Salaam.

Sin embargo, funcionarios del gobierno estadunidense desestimaron esos arrestos, y uno de ellos dijo que fue sólo una ``redada rutinaria''. La subsecretaria de Estado, Susan Rice, aconsejó ``no asignar mayor importancia a ese hecho'', aunque dijo que la investigación se desarrollará con rapidez, pues Estados Unidos tiene ``buen historial'' en investigaciones de ataques terroristas. Otro funcionario citado por Ap, que no fue identificado, dijo que entre los detenidos hay ciudadanos de Irak y Sudán.

Dos bombas estallaron casi simultáneamente el pasado viernes en las embajadas estadunidenses en Nairobi, capital de Kenia, y Dar es Salaam, capital de Tanzania, y dejaron aproximadamente 210 muertos, entre ellos 12 estadunidenses. Los atentados fueron reivindicados por el hasta ahora desconocido Ejército Islámico para la Liberación de los Lugares Santos Musulmanes.

En Kentucky, el presidente Bill Clinton --quien regresó este lunes a Washington antes de lo previsto para reunirse con su equipo de seguridad nacional-- insistió en que ``haremos todo lo que se pueda para llevar a los asesinos ante la justicia''.

Albright, por su lado, anunció que viajará el miércoles a Wiesbaden, Alemania, para visitar un hospital a donde fueron llevados algunos de los heridos, y regresar a Estados Unidos con los ataúdes de once de los 12 estadunidenses muertos, todos en la embajada de Nairobi.

``Estados Unidos, nación de principios y firmes propósitos, no se dejará intimidar'', dijo Albright, vestida de negro, ante el personal del Departamento de Estado. Agregó que los diplomáticos estadunidenses están dispuestos a luchar ``por la justicia y libertad'' en todo el mundo.

Por otra parte, James Foley, vocero de ese departamento, elogió a un guardia keniano que, según se informó, se negó a abrir un portón de acceso a la embajada estadunidense en Nairobi, a pesar de que le fueron lanzadas granadas de fragmentación para obligarlo, ``no sólo se desempeñó heroicamente, sino que además contribuyó a minimizar la devastación''. Trascendió que el guardia está con vida, pero no se reveló su identidad o si resultó herido.

En Nairobi, el presidente keniano, Daniel Arap Moi, dijo creer que no hay más sobrevivientes bajo los escombros de los edificios afectados por el atentado, poco antes de que se anunciara la suspensión de las labores de rescate ante la posibilidad de derrumbes de edificios. Un sonido entre los escombros de un edificio de cuatro pisos contiguo a la embajada, que quedó totalmente destruido, daba esperanzas a los trabajadores de rescate de encontrar a una sobreviviente, conocida como Rose.

Los daños fueron menos graves en Dar es Salaam, porque la embajada está en un barrio residencial. En esa capital, las autoridades anunciaron la detención de ``tres grupos'' de sospechosos en relación con el ataque, que dejó un saldo de diez tanzanianos muertos y más de 70 heridos.

Según la prensa local, que citó a un diplomático estadunidense, filmaciones de cámaras de seguridad instaladas en la sede diplomática muestran que el autor del atentado ingresó sin ser visto en el terreno de la embajada, adosado a la rueda de un camión cisterna.

Patólogos de la Oficina Federal de Investigaciones estadunidense (FBI) comenzaron a realizar las autopsias a los diez muertos, para encontrar posibles pistas sobre la identidad de los atacantes.

Entre tanto, continuaron las reacciones internacionales a los hechos: China condenó los ``atentados terroristas'', al tiempo que el dirigente libio Muamar Kadafi envió mensajes de condolencias a los presidentes de Kenia y Tanzania, pero sin hacer mención a las doce víctimas estadunidenses.

Y en París, Le Figaro consideró que si se confirma que los ataques fueron cometidos por integristas musulmanes, ``se podría hablar de una temible ironía de la historia'', ya que según ese diario, Washington ha sostenido o por lo menos respaldado diplomáticamente desde los talibanes de Afganistán hasta a los ``maniáticos argelinos'' del Frente Islámico de Liberación.