Pese al discurso oficial persiste el atraso indígena: Samuel Ruiz

Alma E. Muñoz y Fabiola Martínez Ť La ``violencia institucionalizada'' generó en el país hambre, dolor, miseria y expulsión de sus tierras a ``muchísimas personas'' que viven pacíficamente pero no comparten el ``proyecto de mentira'' al cual debe hacer frente el Evangelio, acusó el obispo Raúl Vera durante una homilía en la Basílica de Guadalupe.

Mientras tanto, Samuel Ruiz denunció que las autoridades gubernamentales ``no han sido consecuentes'' en el discurso y los hechos respecto a los programas de desarrollo para las comunidades indígenas de Chiapas.

Al conmemorar el 50 aniversario de la congregación Las Hermanas Dominicas de la Doctrina Cristiana, Raúl Vera habló de la existencia de un ``antiproyecto'', encabezado por quienes buscan la ``acumulación del poder'' para mantener ``sojuzgados y engañados'' a los seres humanos.

Sin mencionar las palabras Chiapas o indígenas, el obispo coadjutor de San Cristóbal invitó a los integrantes de diversas órdenes católicas a enfrentar ``el misterio del mal'' que pervive entre las comunidades y por ello destacó la importancia por eregir una ``Iglesia pobre''.

Abundó: ``Nuestro Señor nos pide que tengamos en cuenta que somos corderos en medio de los lobos''. Nuestra labor, señaló, es hacer frente a quienes ``están viviendo en este plan mentiroso del bienestar placentero y egoísta; y quienes viven en la búsqueda del dinero y se la ingenian para producir todo tipo de injusticias, las cuales les reditúan muchísimo''.

El discurso gubernamental, repetitivo

En tanto, antes de viajar a Tuxtla Gutiérrez, el obispo de San Cristóbal de las Casas, Samuel Ruiz, calificó al discurso gubernamental como repetitivo cuando se trata de Chiapas porque, dijo, las autoridades siempre se refieren a la distribución de recursos para combatir la pobreza en la región, pero los indígenas siguen en las mismas condiciones.

En breve entrevista en el aeropuerto capitalino, el prelado dijo que en la búsqueda de alternativas que les permitan mejorar su calidad de vida, son los propios indígenas los que ya planean y ejecutan sus programas de desarrollo.

Al referirse a la próxima visita de Juan Pablo II a México, el jerarca católico aclaró que el Papa ``no tiene nada que ver'' respecto a la solución de los problemas que enfrentan los indígenas.