Masiosare, domingo 9 de agosto de 1998


EL SONORO RUGIR


El ejército
de Alemán


sin nuevos soldados

Miguel Alemán ofreció un gobierno plural. Y más tardó en hacerlo que en divulgarse la especie de que el conferencista Luis Pazos y el ex procurador Ignacio Morales Lechuga, sus adversarios en la contienda electoral, serían integrados a su gabinete.

La idea se alimentó con declaraciones de ellos mismos, que ahora dicen que no es cierto. Prefieren otros caminos.

Pazos se dará a la titánica tarea de intentar que los panistas del sur dejen de descansar (cosa que hace todo el sur según el gobernador electo, y panista, de Aguascalientes). Pronto se hará militante activo del partido y estará una semana cada mes en Veracruz, pues espera contender por la senaduría en el 2000. También dictará conferencias, de Yucatán a Guerrero, a las bases panistas.

Entre los allegados a Morales Lechuga se maneja que ``no es un buscachambas y puso condiciones que sabía que nunca iban a aceptar''.

En la futura disputa por una curul, Pazos y Morales enfrentarían al priísta Fidel Herrera, quien ya se descartó como secretario de Gobierno, porque dice que va a reorganizar a su partido en la entidad jarocha.



México bárbaro
¿ayer?

A propósito de la edición en español del México bárbaro de John Kenneth Turner, escribía hace algunos lustros Daniel Cosío Villegas:

``... como panfleto político es de una gran eficacia, pues aun sabiendo que no es sino eso, difícilmente puede uno sustraerse a la impresión agobiadora de un México en que el 70% de la población vive en la ignorancia y en la miseria más espantosa, y el 30 ó 40% no son hombres libres, sino esclavos o siervos.

``Quedaría por averiguar qué impresión dejará el México bárbaro en el lector de hoy, aquel en cuyas manos cae por primera vez ahora, después de casi medio siglo de su publicación original en inglés. Nadie podrá sustraerse a la sensación de horror que crea la vida revivida de los mayas, de los yaquis y de los peones de Valle Nacional; tampoco el miedo a la imagen de un gobierno que persigue implacablemente a sus enemigos, asesinándolos, encarcelándolos u obligándolos a salir del país... Horror, miedo, sobresalto, indignación... todo eso podrá crear la lectura de México bárbaro.

``Pero el lector de hoy recordará en seguida que Turner habla del México de 1910, del México de Porfirio Díaz... El horror, el miedo, el sobresalto, la indignación, son pues, del pasado; aquello fue una pesadilla nacional, una pesadilla que, al concluir, al despertar, al volver a la vida real de hoy, puede arrancar el grito del consuelo. ¡Bendito sea Dios que no existen ya semejantes cosas, tal horror, tal miedo, ese sobresalto, aquella indignación!

``Ojalá que el lector de hoy, llegado a ese punto de satisfacción, se preguntara súbitamente; ¿estamos hoy tan lejos de aquella desgraciada situación? ¿Nos hemos alejado tanto de ella que podamos dormir tranquilos? ¿Es el indio maya de hoy tan dueño de sus destinos?

``Y saquemos otra lección del libro de Turner. Se aboga ahora por dejar enteramente libres a los productores de henequén para sembrar o no sembrar, para vender o no vender y a cuánto; se dice ahora que la intervención ``socialista'' del Estado ha matado la economía yucateca; pero los productores de henequén fueron libres en el Porfiriato y lo que crearon fue lo que pinta Turner. No es esa, pues, la solución, aun cuando tampoco sea la que después se ha aplicado''.

La pregunta se puede repetir en este 1998 del centenario de Cosío Villegas: ¿Es el indio maya de hoy tan dueño de sus destinos?

(El artículo de Cosío Villegas apareció en Problemas agrícolas e industriales de México).



Los pasos de
un diputado

Su larga relación con Hugo Andrés Araujo -a quien nadie parece recordar en la CNC- lo hizo diputado federal priísta. Es integrante y ha sido presidente de la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa). Se llama Javier Gil y algunos cocopos creen que es el sustituto ideal de Oscar López Velarde en el papel de hombre duro e imbatible defensor de las posiciones del gobierno federal.

Lo que nadie puede negar es que el diputado Gil es un conocedor de Chiapas. Llegó a esa entidad en 1977, como parte del grupo de ``los bárbaros del norte''. Hizo base en Betania y San Quintín, donde tenía presencia la organización Quiptic ta lecubtesel (Nuestra fuerza para la liberación).

Muy pronto, a fines de 1978, Gil y los demás norteños entran en conflicto con los catequistas de la diócesis de San Cristóbal, a quienes acusan de fomentar el paternalismo y de crear una nueva élite indígena que acapara las decisiones.

Por esas fechas, una asamblea conjunta de la Quiptic y la Unión de Ejidos Tierra y Libertad decide que no quiere nada con los asesores norteños, ``porque no respetan a las comunidades''.

Sin el apoyo de las organizaciones, a los norteños les resulta imposible quedarse.

En 1979, Javier Gil lo intenta por otro lado: trabaja con cafetaleros de la región de Motozintla.

Ya como militante de Línea Proletaria, en 1980 Gil participa en la formación de la Unión de Uniones Ejidales, que abarca 11 municipios oaxaqueños.

Entre 1981 y 1982, Gil se pelea a fondo con Adolfo Orive -nombre que para los lectores de Masiosare no requiere mayores explicaciones-. De ese pleito derivará, en parte, una larga historia de rupturas que continúa hasta ahora en las organizaciones campesinas chiapanecas.

Siempre desde fuera -porque es ``vetado'' por el obispo Samuel Ruiz- el hoy diputado Gil mantiene la mira en Chiapas.

La época de los ``bárbaros del norte'' queda atrás. Javier Gil se involucra con el proyecto salinista del ``nuevo movimiento campesino''. El presidente Salinas lo hace consejero de la CNDH. En 1992, una asamblea de la UNORCA lo desconoce como dirigente por firmar el famoso manifiesto campesino de Salinas. Se refugia en la CNC, donde lo nombran representante para Chiapas. Ahí está de nuevo. En calidad de cocopo.



Fallaron las cuentas

Que si Otto jugó chueco, que si la Iglesia favoreció al PAN, que si la guerra suciaÉ en el PRI nadie atina a explicar qué pasó en Aguascalientes.

Héctor Hugo Olivares apostó a un ejército de 20 mil promotores, pero al llegar a las urnas, los electores invitados cambiaron su preferencia. El colmo sucedió en los municipios rurales, donde el ex dirigente campesino tenía cifradas un tercio de sus esperanzas y fue derrotado.



Sin escoltas

Rebotes de las amenazas de muerte al líder perredista Andrés Manuel López Obrador: 1) seguirá, como siempre, sin guardaespaldas, y 2) su teléfono celular se bloqueó por la gran cantidad de llamadas de apoyo.

El perredista continuará promoviendo la consulta nacional sobre el Fobaproa y cubrirá su apretada agenda que lo obliga a estar en dos entidades el mismo día.