Ofensiva rebelde en Colombia; 76 muertos y 80 lesionados
Afp, Dpa, Ap y Reuters, Santafé de Bogotá, 4 de agosto Ť La guerrilla colombiana comenzó la noche del lunes una ofensiva en diversas regiones del país que hasta el momento ha dejado 76 muertos, y que según el presidente electo, el conservador Andrés Pastrana, ``es una despedida'' al gobierno saliente de Ernesto Samper.
``Esto es una despedida al actual gobierno y no una bienvenida al mío, porque me la hubieran dado en otra forma'', dijo Pastrana al referirse a la reciente reunión sostenida con los líderes de la guerrilla para hablar sobre el posible acceso a la paz en el país sudamericano.
La ola de ataques a objetivos militares y policiales --que comenzó con el estallido de un coche-bomba en la ciudad de Medellín-- a lo largo y ancho del país dejó un elevado número de muertos.
Las autoridades no han dado cifras pero otras fuentes sitúan el saldo entre 63 y 76.
Entre los muertos se encuentran nueve civiles y siete rebeldes, así como unos 80 heridos y 72 elementos de las fuerzas de seguridad secuestrados, en ataques ocurridos en al menos 16 de los 32 departamentos del país, que incluye también la infraestructura energética y petrolera.
Samper lamentó la ``sangrienta celebración'' con que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) des- pidieron los cuatro años de su gobierno, que concluye el próximo viernes.
El mandatario, quien saldrá del país apenas entregue el poder a Pastrana, subrayó que ni los acercamientos con la sociedad civil, ni las declaraciones sobre el respeto al derecho internacional humanitario, ni los contactos del presidente electo, sirvieron para abandonar esta maligna costumbre de celebrar los cambios de gobierno.
Un comandante guerrillero de las FARC dijo a un grupo de periodistas retenidos, liberados luego, que la ofensiva tiene como objetivo despedir el gobierno de Samper que, aseveró, no tuvo ninguna legitimidad.
Indicó que aunque es esperanzadora la llegada de Pastrana al gobierno y pese a que el máximo jefe de la organización guerrillera, Manuel Marulanda Vélez, se haya reunido con el mandatario electo, no bajarán la guardia ante el gobierno.
El ministro de Defensa, Gilberto Echeverri, tras restar importancia a la oleada de violencia rebelde, aseguró que con estos actos la guerrilla quiere demostrar presencia militar para sacar ventaja en las futuras negociaciones.
Pastrana, tras admitir que es triste lo sucedido, confió en que la guerrilla comience a dar muestras de buena voluntad una vez que asuma el poder; sin embargo, expresó que el proceso de paz será difícil, aunque insistió en concertarlo.
Los ataques
Uno de los peores ataques se registró esta noche en el municipio de La Uribe, departamento del Meta, donde rebeldes de las FARC mataron a 17 miembros de las fuerzas militares y a tres policías, y secuestraron a ocho más.
En el estado de Guaviare, otro ataque de las FARC a una base policial antidrogas y a una militar causaron la muerte de nueve miembros de las fuerzas armadas, mientras que la ofensiva en Antioquia dejó 15 representantes de las fuerzas militares muertos, y sólo en un ataque que se produjo en las inmediaciones de la central hidroeléctrica de Jaguas perdieron la vida siete soldados y 23 resultaron heridos.
Las acciones rebeldes también sacudieron la ciudad de Cúcuta, donde comandos del ELN detonaron tres autobombas y realizaron otros nueve ataques contra instalaciones del ejército y la policía, con un saldo de dos detectives, un policía y un civil muertos; en Medellín, un auto cargado con 150 kilos de explosivos estalló frente a la cuarta brigada militar y mató de un soldado, ocasionó heridas a ocho y semidestruyó unas 60 edificaciones.
La ofensiva rebelde, una de las más fuertes en los últimos meses, se extendió al puerto de Buenaventura, sobre el océano Pacífico, donde las FARC mataron a tres policías y un civil, a la vez que en la población de Mistrató, en Risaralda, seis policías murieron, mientras en ataques a la población de Córdoba perecieron cinco civiles y un policía.
Fuentes de seguridad reportaron la desaparición de 50 policías y 22 militares en Guaviare, y no descartaron la posibilidad de que hayan sido secuestrados por los insurgentes, que también privaron de su libertad a seis policías en Antioquia.
Pastrana, de otro lado, declaró que se inició un proceso de ``desnarcotización'' de las relaciones con Washington, enmarcadas hasta hace poco por la política de la imposición, con lo cual se pasó de la política del garrote a la de la conciliación.
Pastrana se reunió ayer con el presidente estadunidense, Bill Clinton, y confirmó que formuló al mandatario de Estados Unidos una invitación para que participe en una cumbre antidrogas, que se realizaría el próximo año, en Colombia, para rediseñar la estrategia contra los cultivos ilícitos y el consumo de narcóticos.
Insistió, finalmente, en que habrá un cambio en las relaciones con Estados Unidos y negó que Washington haya impuesto condiciones a su administración como aprobar la extradición de los encarcelados jefes del cártel de Cali.