Cuatro de los citados, entre los más ricos del mundo, según Forbes
Fortunas fast track, financiamiento privado a campañas presidenciales priístas e indiscriminada cesión de empresas públicas a intereses particulares, son la trilogía que sustenta una sola figura: el Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa).
La lista del PRD relaciona la cartera vencida de cinco instituciones bancarias, cuatro de ellas (Unión, Cremi, Oriente y Banpaís) intervenidas gerencialmente por el gobierno, y una (Obrero) declarada oficialmente en quiebra.
Los datos parciales proporcionados por los perredistas suman 101 mil 62 millones 79 mil 336 pesos en créditos absorbidos por el Fobaproa. Es decir, sólo 310 créditos representan 20 por ciento del total de cartera vencida adquirida por el fondo hasta 1996, incluidos los intereses generados.
Entre los nombres de empresas que aparecen en la lista que dio a conocer ayer el PRD, destacan:
Sidek y Synkro, que preside Jorge Martínez Güitrón, y uno de cuyos socios es Eduardo Legorreta, El Bayo, con inyecciones del Fobaproa por 3 mil 144 millones de pesos y 671 millones, respectivamente; Salinas y Rocha, de Jorge Eugenio Ortiz Salinas, 2 mil 814 millones; Gutsa, de Juan Diego Gutiérrez Cortina (World Trade Center), mil 45 millones.
Asimismo se cuentan la empresa de transporte federal de pasajeros Estrella Blanca, de Raymundo Gómez Flores, y la familia Alcántara, mil 489 millones; Grupo El Asturiano, de Antonio del Valle Ruiz, cabeza del Grupo Financiero Bital y ex presidente de los banqueros, 240 millones; Latinlac, de Carlos Barrón, 231 millones; Cintra (que agrupa Mexicana de Aviación y Aeroméxico), que encabezó Gerardo de Prevoisin Legorreta y hoy a cargo de Ernesto Martens Rebolledo, 230 millones; Argos, la refresquera presidida por Benito Fernández Campos, 229.7 millones.
También destaca el rescate ejecutado por el Fobaproa al Grupo Escorpión, del empresario yucateco Enrique Molina Sobrino, integrante de la comisión de financiamiento del PRI para la campaña presidencial de Carlos Salinas, uno de los multimillonarios de Forbes, accionista en el Grupo Financiero Banpaís-Asemex, de El Divino, y el mayor franquicitario de Pepsi Cola en el mundo, fuera de Estados Unidos, dueño además de cuando menos 10 ingenios azucareros.
Se enlista además el grupo mueblero K2, de la familia Vázquez Raña, la cual entre otras cosas es propietaria del hospital Angeles del Pedregal y de la cadena periodística Organización Editorial Mexicana.
En el caso de Angel Isidoro Rodríguez, El Divino, se relacionan 146.4 millones de la empresa Holding Fiasa, además de 529 millones por el rescate de una parte del Grupo Financiero Banpaís-Asemex.
Grupo Financiero Havre, con Julio Mariscal Domínguez a la cabeza, 343.5 millones (dos créditos); Transportes Aéreos Ejecutivos de Alejandro Morales Mega, con intereses en el Grupo Financiero Arka y Aviacsa, 433 millones.
Continúa la lista con la Arrendadora Financiera Reforma, de Carlos Cabal Peniche y Raymundo Gómez Flores (el último presidente del Grupo GEO, dueño, entre otras, de DINA), 251 millones; Banca Unión, presidida por el primero, 361 millones; Factor Cremi, dirigido por el segundo, 130 millones; Tubacero, de Jaime Woldenberg Marcovich, 310 millones (dos créditos).
Asimismo, Fernando Obregón González de la Casa de Bolsa Estrategia Bursátil, 30 millones. Esta casa de bolsa fue la operadora privada del fraude público que por 365 millones de pesos orquestaron contra el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Tomás Peñalosa Webb y Sánchez Pizzini.
Destaca en la relación perredista el rescate carretero a los tres grandes consorcios beneficiarios de las concesiones que en este renglón les otorgó Carlos Salinas de Gortari: ICA, con 9 mil 300 millones; Tribasa, de David Peñalosa y Carlos Hank Rhon, 6 mil millones, y Grupo Mexicano de Desarrollo, de la familia Ballesteros Franco, con 6 mil 500 millones. En la última empresa también es socio y miembro de su consejo de administración Eduardo Legorreta Chauvet.
Rescates individuales
Por lo que hace a empresarios rescatados con fondos públicos a través del Fobaproa destacan:
Raymundo Gómez Flores, ex dueño de Banca Cremi, socio de Carlos Cabal Peniche, presidente del Grupo GEO, y uno de los neorricos sexenales a partir de la administración de Carlos Salinas: 780 millones; Nicolás Xacur, empresario yucateco, ex consejero de Banamex, y dueño, entre otras cosas, de Aceitera del Golfo e Hidrogenadora Yucateca, 924 millones.
Se incluyen, además, José Gustavo y Enrique Masón López, del Grupo Empresarial de Sonora, mil 188 millones; Arturo Lomelí Villalobos, socio de Carlos Cabal Peniche, Raymundo Gómez Flores y Juan Arturo Covarrubias Valenzuela, mil 170 millones; Antonio y Juan José Leaño Alvarez del Castillo, propietario de la Universidad Autónoma de Guadalajara y del equipo de futbol Tecos, 705 millones; Abelardo Garciarce, dueño del grupo refresquero Aga, propietario de varios ingenios azucareros en Nayarit y Sinaloa, y accionista del Grupo Financiero Serfín, uno de los bancos que ha obtenido mayores beneficios del Fobaproa, 633 millones; José Luis Rangel de Alba, presidente del Grupo Financiero Ixe, 660 millones.
Sobresalen también Isaac Saba Raffoull, ex accionista de Televisión Azteca con Ricardo Salinas Pliego, y cabeza visible del Grupo Celanese, 466 millones; Jorge y José Luis Ballesteros Franco, cabezas del Grupo Mexicano de Desarrollo, recientemente suspendido del mercado accionario, 700 millones; Anuar Name Yapur, ex integrante de la comisión de financiamiento del PRI en la campaña presidencial de Carlos Salinas de Gortari, 239 millones.
Favio Covarrubias, presidente del consejo de administración del Grupo Cavarra, industria textil, del vestido y el cuero, 168.5 millones; familia Chedraui, propietaria de la cadena de tiendas del mismo nombre, con intereses en el Grupo Financiero Banamex-Accival, 330 millones.
El ex presidente del Grupo Financiero Abaco-Confía, Jorge Lankenau Rocha, aparece relacionado en varios créditos que suman, por lo menos, 231 millones; Justo Fernández, ex concesionario del Hipódromo de las Américas, 155 millones; Alvaro López Castro, dueño de la cadena hotelera Camino Real de México y socio de Carlos Cabal Peniche, 154 millones.
Primera relación
El largo listado que difundió ayer la dirigencia nacional perredista --que sería la primera entrega del resultado de sus investigaciones-- empieza con la presentación de los totales de la cartera comprada por el Fobaproa hasta octubre de 1996 con montos individualizados por más de 50 millones de pesos; los empresarios acreditados con saldos de cartera vencida mayores a 30 millones de pesos, al 31 de diciembre de 1996 en bancos intervenidos, así como los valores actualizados del rescate carretero adquirido por el Fobaproa.
En el renglón de cartera comprada por el fondo, se precisa que el número de créditos hasta octubre de 1996 es de 151, que representan dentro del monto del rescate 33 mil 417 millones 240 mil 986 pesos a esa fecha. Su valor actual con intereses se estima en 47 mil 284.7 millones.
Acreditados con saldo de cartera vencida en bancos intervenidos (Cremi, Unión, Banpaís, Oriente y Obrero) el PRD indica que se otorgaron 156 créditos, que representan al 31 de diciembre de 1996, 17 mil 221 millones 810 mil 437 pesos. Su valor actual se estima en 22 mil 930.8 millones.
Los que pasaron la charola salinista
En la lista de deudores rescatados por el Fobaproa aparecen, entre otros, algunos de los empresarios que asistieron a la cena del 23 de febrero de 1993 en casa de Antonio Ortiz Mena, en la que el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari pidió apoyo económico para la campaña presidencial priísta que empezaba ese año.
Del Grupo Sidek asistió su presidente, Jorge Martínez Güitrón, Raymundo Gómez Flores, protegido de José Córdoba Montoya, Juan Diego Gutiérrez Cortina, Antonio del Valle Ruiz,
La lista que el PRD dio a conocer de empresas y empresarios rescatados con recursos públicos, ratifica que la gran perdedora, de nueva cuenta, es la nación.
Los personajes relacionados por el PRD y rescatados por el gobierno están identificados con los proyectos de Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo, y forman parte del grupo que en su momento fue conocido como la familia feliz, mismo que promovió el surgimiento del México, sociedad anónima. (De la redacción)