La Jornada martes 4 de agosto de 1998

Astillero Ť Julio Hernández López

La derrota de Héctor Hugo Olivares Ventura en Aguascalientes incrementará el despecho de la vieja clase política priísta contra la élite tecnocrática dominante, y habrá de ser parte de la motivación pasional que, en la próxima asamblea nacional del partido tricolor, buscará frenar los proyectos de continuidad del zedillismo y abonará el camino a los dinosaurios más duros y probados.

Detrás de Héctor Hugo, y sintiéndose agraviados por lo que entienden como una concertacesión más -esta vez en aras del voto blanquiazul para el asunto del Fobaproa-, está una importante franja de militantes priístas, quienes consideran que a Olivares Ventura se le sacrificó intencionalmente.

Dos nombres destacan de entre quienes preparan desde ahora el motín de la próxima asamblea nacional: Manuel Bartlett y Roberto Madrazo.

Para ellos, y para otros de la misma línea, Héctor Hugo es un emblema del priísmo que desean rescatar. Baste recordar que el hijo del profesor Enrique Olivares Santana ha sido todo dentro del PRI: múltiples veces miembro de comités ejecutivos nacionales, dirigente del sector campesino, diputado y senador, delegado en una veintena de estados y, sobre todo, gran especialista en asuntos electorales.

En ese largo caminar, el derrotado de Aguascalientes hizo una importante clientela personal que ahora busca culpables de la derrota de quien antaño fabricó tantas victorias.

La gran imagen de Otto

Marcado de origen por la sospecha de que se le enviaba a perder, Olivares Ventura debió pelear al interior de su partido con varios factores, entre ellos sus propias convicciones.

La primera que Héctor Hugo debió doblegar fue la de mantener su rechazo y crítica al gobernador Otto Granados Roldán, cuyas primeras acciones al llegar al poder, cuando el salinismo refulgía a plenitud en el firmamento nacional, fueron las de perseguir y encarcelar a miembros del clan Olivares.

Sin embargo, en aras del triunfo electoral, en una plaza evidentemente difícil para el Revolucionario Institucional, Héctor Hugo fue conminado a cobijarse bajo la sombra del gobernador en funciones, Otto Granados Roldán.

Según las previsiones hechas en las alturas (por inocencia o por perversión), si Olivares Ventura se enganchaba a la imagen de Otto Granados podría ganar los comicios. El gobernador, se decía, tenía un gran respaldo de los ciudadanos por la buena obra material realizada. En el tramo final de las campañas, el gobierno gastó cuanto pudo en difundir los grandes logros conseguidos durante el sexenio que está por terminar.

Pero los asuntos de imagen resultaron tan falsos como en su momento lo fueron para Carlos Salinas de Gortari. Ocasiones hubo, al final del mandato del ahora residente en Dublín, en las que las encuestas ordenadas desde Los Pinos mostraban a un pueblo entero postrado de hinojos agradeciendo a su presidente los milagros recibidos.

La realidad fue otra, al igual que en Aguascalientes. Héctor Hugo pactó con quien había sido el verdugo de su familia, pero ni así pudo lograr la victoria. Fue una víctima más de los espejismos del manejo de medios al estilo Granados Roldán.

Con esa derrota, por lo demás, queda desactivado uno de los enclaves salinistas con pretensiones de continuidad. Granados Roldán mantiene incrustados en puestos clave de las oficinas de comunicación del gobierno federal a varios de sus leales (por cierto, don Oscar Ignorosa, ¿qué pasó con el marcaje personal a este columnista? ¿Qué no va a haber nada de nada?), y pretende seguir su carrera política en esa amplia franja de tierra entreverada que forman el zedillismo y el salinismo. Es posible que el arribo de un gobierno panista frene sus ambiciones.

Pero a cambio de tantas desazones hay otro político que respira a plenitud y sonríe satisfecho: Felipe Calderón Hinojosa, el presidente nacional del PAN en cuya cuenta ya no cabía una derrota más.

Con esta victoria se da un respiro estratégico al grupo de Calderón Hinojosa, Diego Fernández de Cevallos y Carlos Castillo Peraza (un activo del PAN aunque ya no sea militante activo, definió don Diego en el caso del yucateco), con el fin de que mantengan el control del proceso interno para la postulación de candidato presidencial.

También, por si hiciese falta, los panistas podrían ser así, con el sabor del triunfo todavía presente, más... amables a la hora de discutir el asunto del Fobaproa.

No todos los Cantón Zetina están con Roberto Madrazo

Carlos Cantón Zetina, director general de la revista Polémica, ha enviado a esta columna una carta en la que se deslinda del trazo hecho aquí ayer en relación con ``la familia Cantón Zetina'', el diario México Hoy y las aspiraciones presidenciales de Roberto Madrazo Pintado.

``En virtud de que reiteradamente en el periódico donde tú escribes se involucra a `toda la familia Cantón Zetina' cuando se hace referencia a un solo medio informativo, en este caso el diario México Hoy, me permito hacer de tu conocimiento que yo no participo en ningún otro proyecto periodístico aparte de la revista Polémica, que fundé y dirijo desde 1995, y de la que soy único dueño y responsable. Por lo demás, como verás en los ejemplares de Polémica que te anexo, desde 1995 he denunciado corruptelas y arbitrariedades de Roberto Madrazo.''

Carlos es hermano de Miguel y de Guillermo, quienes a su vez son director general y asesor de la dirección del México Hoy. En los ejemplares de Polémica (semanario publicado por la Editorial Dinastía) enviados a Astillero hay, efectivamente, una actitud permanente de denuncia de los excesos y abusos de Madrazo.

El más reciente, fechado el 11 de mayo del presente año, lleva una fotografía a toda plana del rostro del gobernador de Tabasco con una sola palabra como título principal: ``Hampón''.

Astillas: Un pajarito recientemente llegado de Veracruz ha dejado en el buzón de Astillero el siguiente recado: que a la medianoche de este domingo, doña Lolita de la Vega transmitía, entusiasta y resplandeciente, una entrevista en vivo con Miguel Alemán Velasco luego de su victoria electoral; que estando la dama en plena conversación, le llegó la solicitud de un mando superior de Televisión Azteca para que le permitiese hacerle unas preguntas al gobernador televiso; que la doña se negó aduciendo que ella estaba en su programa y que en ese espacio nada más ella podía entrevistar a sus invitados; que el alto mando se indignó; que la señal del programa de Lolita de la Vega fue interrumpida sin explicación alguna, y que hay que ver cómo acaba esta bronca... La postura del dirigente nacional del partido del sol azteca, Andrés Manuel López Obrador, respecto a Guerrero es muy clara: el PRD tiene una oportunidad cierta, alcanzable, de ganar la gubernatura, con todo lo que implicaría para el sistema perder el poder en una entidad tan especial. Pero, para ello, es necesario mantener la unidad. En ese sentido, se explorarán las posibilidades de una candidatura ``de consenso''. Por lo pronto, el CEN del PRD hará una encuesta para saber cómo anda la popularidad de cada uno de los aspirantes. El senador Félix Salgado Macedonio, que es el principal obstáculo para la candidatura perredista de unidad, estuvo conciliador durante el desayuno de los siete precandidatos con López Obrador, la semana pasada... La doctrina Pérez Jácome, dada a conocer ayer, estipula que al PRI poco le importa perder estados pequeños como el de Aguascalientes si gana entidades grandes como la de Veracruz. Con esos ideólogos valdría preguntarse para qué quiere enemigos internos el partido tricolor...