Año uno del gobierno perredista en la ciudad de México. El vicecoordinador de la mayoría en la Asamblea Legislativa y secretario general del PRD capitalino, René Arce, propone que las marchas se realicen sólo en ciertos horarios y en calles exclusivas, que se sancionen las que tengan móvil partidista, que se obligue a los organizadores a avisar de las movilizaciones con 48 horas de anticipación y que se prohiban los bloqueos.
En la Asamblea, su partido, el PRI y el PAN le dicen que no. El diputado Arce insiste y reta: en un referéndum, su propuesta ganaría, porque los ciudadanos del DF ``ya no aguantan''.
-¿Y dónde queda la libre manifestación, diputado?
-Se puede convertir en libertinaje. Se abusó de este derecho. Por más justificada que esté una demanda no tiene por qué lesionarse a cientos de miles de personas que van a su trabajo o a la escuela.
-Eso dicen los grupos conservadores.
-Sí, igual que en la seguridad pública. Muchos planteamientos del partido coinciden con esos grupos, pero no es un asunto de ideologías. Hay cosas que tienen que ver con el estado de derecho, y cada gobierno sabrá cómo aplicarlas.
Hace veinte años, recuerda de sí mismo, René Arce era un magonista convencido y militaba en el trotskista Partido Revolucionario de los Trabajadores. Ya marchaba y lo siguió haciendo durante mucho tiempo. Eso sí, dice, nunca participó en bloqueos de calles.
``Yo marcho desde 1971. Admito que no soy químicamente puro, pero entiendo el problema: que las marchas ya no generan la simpatía de la gente. Además, tengo rato meditando las cosas que la ciudad necesita''.
-¿Limitar derechos, por ejemplo?
-Es la limitación de un exceso. Uno tiene que ser realista, sopesar cuando la gente apoya o repudia un recurso. Y no se habla de limitar derechos, sino de ajustar los de unos con los de los otros, de conciliar intereses.
-El PRI, el PAN y tu partido ya rechazaron la propuesta.
-Todo mundo ve por sus intereses coyunturales, pero además en el PRD es un asunto de cultura política, porque el partido se formó en la movilización. Por eso se les hace increíble que el asunto se pueda plantear. Lo que digo es: consultemos a la gente.
Algo que no dice Arce es que la llegada del PRD al gobierno ha coincidido, sin necesidad de reglamentos, con una disminución de las manifestaciones populares. En los primeros seis meses del año se registraron 176 marchas o movilizaciones, contra 474 del mismo periodo de 1997. Es decir, una reducción de 62.8%.
En sus tiempos de líder de colonos, Arce recuerda haber organizado cuatro marchas de Iztapalapa a las oficinas centrales del DDF. ¿Desde entonces pensaba que era incorrecto?
``Pensaba que me obligaban a hacerlo. No me gustaba que la gente tuviera que dejar sus ocupaciones para demandar servicios. Además, siempre he creído que las grandes movilizaciones tienen que ser por motivos mucho más generales, como la paz o la solidaridad con ciertas cosas en el mundo''.
-¿Y entonces por qué marchaste para pedir agua y luz?
-El gobierno estableció una relación perversa con los ciudadanos, atendía al que llegaba a patear puertas.
-¿No será que para algunos vecinos de Iztapalapa el problema del agua es un buen motivo?
-Eso no justifica que se pare la circulación de todo Zaragoza y se afecte a cientos de miles de automovilistas por varias horas.
-¿Se lo dijiste a tus compañeros?
-Por supuesto.
-¿Y?
-Bueno, siempre debe ser el último recurso. Pero finalmente no hubiera pasado nada si alguien nos dice que marchemos a tal hora y por tal carril.
-¿Qué hubieras dicho hace 20 años de la idea de reglamentar?
-Seguramente me hubiera manifestado en contra de una propuesta así, pero las condiciones eran otras.
-¿Tú eras otro?
-Sí, por supuesto. Yo creía en la Revolución Cubana, en los sandinistas... Si hoy me pidieran que los apoyara, lo pensaría. Mi formación política era totalmente diferente; es más, si alguien me hubiera dicho que tendría que convivir con militares y policías, hubiera dicho una grosería. Y ahora son mis compañeros de partido.
-Lo que son las cosas...
-Hay que reconocerlo, hacer un ajuste de cuentas con nuestro pasado. Es lo que falta a muchos en la izquierda, reconocer que cometimos errores y que no hay problema; asumirnos como personas que pudieron tener concepciones equivocadas. A mí, por ejemplo, me hubiera gustado leer a Octavio Paz hace 20 años. Si lo hubiera hecho, a lo mejor mi mundo sería otro.
-¿Por qué no lo leíste?
-Porque me metí a una religión en la que leías solamente el marxismo puro, ibas al cine con quienes pensaban como tú. Y los pleitos eran de a deveras, imagínate, yo iba a las marchas con palos y garrotes, pero no para la policía, sino para defenderme de los compañeros.
``Que haya justicia para otras personas que merecen transitar por las calles''. Toda esa clase de ``bandidaje y anarquía'' debe quedar reglamentada.
José Manuel Cruz, vocero de Pro-Vida.
``El derecho constitucional de manifestación no debe sufrir alteraciones; además, lo único que se puede reglamentar ya está hecho, es decir, el asunto de los plantones y bloqueos''.
Armando Quintero, presidente del PRD capitalino.