La Jornada 1 de agosto de 1998

Homenaje a Gabriel Vargas en Veracruz; Pitol exalta su legado

Guadalupe López Espinosa, corresponsal, Jalapa, Ver. Ť Gabriel Vargas, creador de las historietas de La familia Burrón, lamentó que las infiltraciones extranjeras estén destrozando y degradando a nuestra juventud, de lo cual ``mucho tiene la culpa la televisión, que sin recato entra a los hogares, de día y de noche, con programas violentos, donde la muerte reina triunfante, bañando de sangre al género humano''.

El historietista expresó lo anterior durante el homenaje que le rindió la noche del pasado jueves el gobierno de Veracruz, en el contexto de la novena Feria Nacional del Libro Infantil y Juvenil Jalapa 98, en la cual Guillermo Zúñiga Martínez, secretario de Educación y Cultura, le entregó una placa de reconocimiento.

El escritor veracruzano Sergio Pitol participó en la mesa redonda en que se destacó la obra cultural y educativa que a lo largo de 50 años ha realizado Gabriel Vargas, con sus historietas, leídas por varias generaciones, así como la enorme influencia que ha tenido en los escritores mexicanos.

Ante un público que llenó el salón de actos del Colegio Preparatorio de Jalapa, Vargas afirmó que el libro ``es el mejor amigo del hombre'', transporta al lector a diferentes dimensiones, lo nutre de conocimientos y lo adentra en el pensamiento de los hombres de ``cabeza grande'', que han dejado este maravilloso legado.

Al referirse a la feria, dijo que los niños y los jóvenes tienen abierta la puerta del siglo XXI, en el cual tendrán que demostrar lo que valen, lo que saben y lo que han leído, superándose para ser el futuro del país.

Los jóvenes, expresó, tienen en sus manos el porvenir de la nación, lo cual representa una responsabilidad muy grande. Sin embargo, añadió, ``desafortunadamente, las infiltraciones extranjeras están destrozando y degradando a nuestra juventud, y de esto mucho tiene la culpa la televisión, que sin recato entra a los hogares, de día y de noche, con programas violentos, donde la muerte reina, bañando de sangre al género humano''.

Puntualizó que las ofensivas series televisivas se hacen presentes en el seno de las familias, sin ninguna consideración, acabando con la inocencia de niños y jóvenes.

``No soy ningún puritano ni tampoco trato de educar a nuestro pueblo, sólo intento señalar las lacras sociales que ofenden y denigran a los mexicanos'', subrayó.

Vargas preguntó al público presente: ``¿Quién no ha visto las series donde imperan las armas de fuego, las telenovelas, los engañosos anuncios, que son una escuela de lo malo que reina en otros países?'',

No obstante, reconoció el lado ``constructivo'' y ``genial'' de la televisión, que en el acto nos entera de lo que sucede en el mundo.

Vargas se definió como una persona común y corriente, sencilla, que lo que ha logrado en la vida ha sido con esfuerzo, trabajo y un gran amor a México.

``Estoy viejo y voy de salida, y ahora a ustedes, los jóvenes, les toca educar a nuestro pueblo'', dijo. ``La época que les ha tocado vivir es muy dura, pero al mismo tiempo maravillosa, del reino de las computadoras, de la cibernética, de la tecnología espacial y de una revolución de inventos científicos y tecnológicos que ojalá no confundan al hombre y sí le sirvan para su desarrollo integral''.

Por su parte, Sergio Pitol dijo que Gabriel Vargas crea en sus historietas zonas en las que confluyen la clase media baja y las clases paupérrimas, los patios de vecindad, los mercados; es la creación de un lenguaje y de un mundo de personajes extraordinariamente nacionales e intensamente mexicanos.

En ese sentido, aseguró, nada de lo que se hace ahora podría compararse con las historietas de los años cincuenta que realizó Gabriel Vargas, quien tuvo la inteligencia, la intuición y el instinto para encontrarse con el pueblo, recrear su idioma y, al mismo tiempo, hacer una estilización de su lengua, que va creando una línea melódica, que siempre suena a música, a bolero, a las canciones que se entonaban entonces y que tiene una vitalidad enorme.

``Por ello, releer algunas de esas historietas es maravilloso, porque nos presenta un México que aún creía en sí mismo, y no a estos neoliberales apátridas, dispuestos a ceder el país a los más fuertes, a desnacionalizarnos, creyendo que con eso nos globalizamos, nos enriquecemos interna y externamente. Es mucho más atractivo para mí, más auténtico el México de Gabriel Vargas que este México globalizado y neoliberal'', puntualizó Pitol.

Asimismo, consideró que la influencia del historietista en los escritores fue muy grande, como por ejemplo en el caso de Carlos Monsiváis, en cuyo lenguaje creado para sus crónicas hay un eco muy notable y cercano de Gabriel Vargas.

``Los escritores que tratamos de hacer novelas paródicas, caricaturescas, humorísticas no podemos prescindir de él; nos da desde lejos, desde hace 50 años, un modelo que podemos trabajar, modificar, pero que en el fondo está el principio creado por él''.

En el homenaje también estuvo presente la esposa del artista, la periodista Guadalupe Apendini, quien manifestó que, en sus historias, Vargas ha sabido dar fe de la problemática social que agobia a los mexicanos, al sector más lastimado de nuestro país, al que vive sin esperanzas, en la más triste soledad y miseria, al que se ríe de su desgracia y da gracias a Dios por haber nacido.