Beneficiarios del Fobaproa lucran ahora al adquirir su propia deuda
Alonso Urrutia y Víctor Ballinas Ť Un nuevo negocio se genera en torno al Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa). Grandes grupos empresariales, con importantes adeudos en el fondo, han comenzado a formar empresas intermediarias para adquirir la administración de su propia deuda con reducciones hasta de 70 por ciento. Las pérdidas se cargarán al gobierno federal El diputado perredista Alfonso Ramírez Cuéllar sostuvo que la poca transparencia con la cual se está subastando la compra de deuda que se encuentra en el Fobaproa, posibilita este ``zopiloteo'' de deuda, ``donde el único perdedor es el gobierno federal, mientras se posibilita que los grandes grupos endeudados se desentiendan de sus deudas y compromisos''.
La irregularidad detectada por la fracción del Partido de la Revolución Democrática (PRD) se hizo a partir de la compra ilegal de deuda (perteneciente al Grupo Gutsa) por parte del Bancomext y radicada en el Fobaproa, que fue originada en el fracaso del proyecto del World Trade Center.
En tanto, según documentos del PRD, de las 4 mil propiedades que se calcula están en el Fobaproa sólo unas 2 mil 800, esto es, 52 por ciento, son susceptibles de ser vendidas. Ente ellas hay propiedades de todo tipo, desde conjuntos habitacionales, edificios, naves industriales, hasta barcos y aviones.
Según datos del legislador, los bancos administran a su vez otras 10 mil propiedades, que de alguna manera forman parte de los activos del fideicomiso.
Ramírez Cuéllar señaló que uno de los cuestionamientos principales del PRD hacia el director del Fobaproa, Javier Arrigunaga, es la falta de transparencia en las subastas para la administración de las deudas incluidas en el fondo tras el fracaso de la empresa Valuación y Venta de Activos.
``Prácticamente no hay reglas en estos procedimientos, y esto se ha prestado a realizar un negocio más dentro de Fobaproa, pues grupos empresariales que nunca pagaron su deuda la adquieren por otras vías poco claras y obtienen grandes rebajas''.
El legislador comentó que si los grupos buscaran la renegociación directa con las instituciones bancarias que les otorgaron los créditos, podrían obtener sólo algunas rebajas en los intereses moratorios.
Por ello, han optado por otras vías más rentables como es la creación de sus propias empresas administradoras de deudas que adquieren en Fobaproa sus débitos.
``La venta de la deuda, por las condiciones de difícil recuperación, se abarata hasta en 70 por ciento. Por eso, esas empresas adquieren la deuda de sus filiales, con lo que sacan su deuda de Fobaproa a precios bajísimos y con la carga de la pérdida al gobierno federal''.
Señaló que el Congreso debería plantear la introducción de mayores controles en las subastas de las deudas del Fobaproa para no beneficiar aún más a los grupos endeudados. ``No puede mantenerse este asunto en la más absoluta discrecionalidad''. Apuntó que la Comisión de Recuperación de Bienes debe incorporar nuevos mecanismos de control.